Los bomberos tuvieron que evacuar a los habitantes a través de una ventana, ante la imposibilidad de hacerlo utilizando las escaleras; no hay heridos, aunque cinco personas, dos de ellas menores, han sido atendidas por inhalación de humo
Los de los martes suelen ser amaneceres duros. No tanto como los del lunes, cierto, pero acostumbran a ser complicados de afrontar, con cuatro días laborales aún por la proa. Pero si, a ello, le sumamos un incendio nocturno, la cosa adquiere tintes dramáticos. Eso es lo que la pasada noche sucedió en el barrio gijonés de Laviada. Con el crepúsculo aún sobre la ciudad, los Bomberos de Gijón intervenían a toda prisa en el cruce de la avenida Constitución con la calle Llaranes para sofocar un fuego desatado en el dormitorio de un cuarto piso de dicha confluencia. Afortunadamente, no hubo que lamentar más daños que los materiales; eso sí, los bomberos han permanecido esta mañana en la zona, enfriando los rescoldos, retirando los escombros y, sumamente importante, controlando que las llamas no se reavivasen.
Según han confirmado fuentes del Ayuntamiento, a la llegada de los profesionales de rescate, a las 7.19 horas, la cantidad de fuego y humo hacía imposible la evacuación de los vecinos a través del propio inmueble. Por ello, con las líneas de agua ya tendidas, se optó por poner a salvo a los habitantes por la fachada, sacándolos por la ventana. Dicha táctica se reveló exitosa, y no se registraron heridos, aunque sí fue necesario atender a cinco personas por inhalación de humo; dos de ellas, menores. De ello se encargaron las ambulancias desplegadas en el escenario del suceso, cuyas tripulaciones prestaron las primeras atenciones médicas. Por su parte, en las próximas horas se procederá desescombrar el forjado, que se vio afectado por las llamas, y a apuntalar el conjunto, por prevención.