Su gerente Luisa Álvarez asegura que «quien prueba, repite»
Está claro que existe un sector automovilístico que está viviendo su mayor momento de auge en los últimos años. Las caravanas y furgonetas camperizadas se han convertido para muchos en una forma diferente de viajar y conocer el encanto de un lugar, incluso en forma de vida más libre y conectada con la naturaleza para otros. La experiencia con este tipo de vehículos puede ser muy diferente en función del tiempo, los objetivos y las posibilidades económicas de cada uno, motivo por el que ‘Nómadas Life‘ busca mantener una oferta adaptada a todas las necesidades.
La empresa asturiana con sede en Jove (Avenida de Eduardo Castro, 96) cubre todos los ámbitos: desde la venta de vehículos nuevos hasta la segunda mano, en su stand en FIDMA cuentan con precios que oscilan entre las alternativas más económicas por 50.000 euros hasta los 130.000 para opciones de alta gama. La estrella de esta edición ha sido precisamente la ‘Northcape’, una furgoneta 4×4 producida por camperizadores asturianos con «acabados de mucha calidad» y un chasis a prueba de balas.
La gerente Luisa Álvarez explica que en la Feria «se cierran muchas ventas», aunque su presencia en el recinto estos días sirve más bien como «punto de siembra» para aquellos potenciales clientes que no conocen el ‘caravaning’ y comienza a «picarles el gusanillo» con lo que ven. Y eso sí, «quien prueba, repite». Parte de su negocio está orientado precisamente al alquiler de campers y caravanas. En su portal web se pueden consultar precios según demanda y disponibilidad por temporadas, una opción que puede resultar efectiva a «aquellos que quieran vivir la experiencia un fin de semana».
La responsable insiste en que en regiones con mucha pujanza del sector como Asturias, se debe cuidar a este perfil de turista, ya que se trata de un visitante que «consume como el que más allá a donde va» e «invierte mucho en producto local». Álvarez habla con dureza especialmente de Gijón, ciudad de la empresa y que a juicio de la gerente vive «un momento muy dulce» como referente turístico sin atender al turismo de caravanas. «Hay pocas áreas en Gijón, por eso vemos furgonetas aparcadas durante días en zonas como El Molinón», comenta. Considera que «acondicionar más zonas» para este tipo de visitas supondría un revulsivo para unos y otros y ayudaría a que se «despenalice» la figura del caravanista.