«Las primeras camisetas, tan alejadas de las de hoy, se compraron al poco tiempo de la fundación del club, en 1905. Los colores elegidos habían sido, según el propio testimonio de los fundadores de la entidad, a propuesta de Anselmo López, el rojo y el blanco, que eran los de la bandera marítima de la ciudad, y se acordó que además fueran simétricos y rayados en vertical (…) Fueron a comprarlas a Almacenes El Águila, negocio que estaba situado en la calle San Bernardo, frente a la conocida tienda de vinos El Xoveru»

Ayer tocó presentación de la que será la piel sportinguista para la temporada 2025-26, un ritual que, con mayor o menor eco, se repite desde 1979, cuando Adidas se convirtió la primera marca en llegar a un acuerdo económico para vestir al Sporting. La firma con la empresa alemana fue para 5 años, con el compromiso de enviar material por valor de cerca de seis millones de pesetas anuales para vestir al Sporting.
Pero si recurrimos a la historia, las primeras camisetas, tan alejadas de las de hoy, se compraron al poco tiempo de la fundación del club, en 1905. Los colores elegidos habían sido, según el propio testimonio de los fundadores de la entidad, a propuesta de Anselmo López, el rojo y el blanco, que eran los de la bandera marítima de la ciudad, y se acordó que además fueran simétricos y rayados en vertical. Se delegó, según Joaquín Aranda, en la persona de Conrado Pineda para responsabilizarse de la gestión para adquirir las camisetas. Junto con algunos compañeros, aunque solo el delegado entró en el establecimiento, fueron a comprarlas a Almacenes El Águila, negocio que estaba situado en la calle San Bernardo, frente a la conocida tienda de vinos El Xoveru.
Era un gran comercio con un pequeño taller —que arrancó antes que la propia tienda del establecimiento— especializado en la confección y venta de trajes de caballero y vestidos de señora y también en ropa infantil, muy especialmente para fiestas y primera comunión. El negocio era propiedad del abogado barcelonés Pere Bosch y tenía unos grandes talleres centrales de sastrería en Barcelona, además de los que poseía en la trastienda de cada comercio. Poseía, además de la central de la capital catalana, otras catorce sucursales por toda España y, durante muchos años, vistieron ‘a medio Gijón’. Fue uno de los primeros grandes almacenes que hubo en España y empleaban una técnica de marketing moderna. Se instalaban en el centro de las ciudades más pobladas del país y empleaban todos los medios posibles para publicitarse. Todo lo podían conseguir.
Los jóvenes fundadores del Sporting recurrieron a estos almacenes, quienes encargaron inmediatamente la confección a sus talleres de Barcelona para los primeros pedidos. De allí salieron las primeras camisetas sportinguistas. Una vez recibidos los patrones y el algodón apropiado en los almacenes de Gijón, se confeccionarían directamente en la sucursal asturiana. Almacenes El Águila fue, durante años, el único suministrador de las camisetas rojiblancas del Sporting en los primeros tiempos de existencia del club.
En cuanto al pantalón y las medias originarias en el club, no cabe demasiada polémica si atendemos a las fuentes históricas existentes. Las medias, como en el resto de los equipos de la época y siguiendo la tradición británica, eran negras. En cuanto a los calzones deportivos, si bien es cierto, que en un principio la equipación en cuanto a los calzones deportivos era laxa, en los encuentros de ‘cierta importancia’ que el club disputaba la uniformidad resultaba total en la inmensa mayoría de los casos. Hay sobradas muestras fotográficas que así lo acreditan. Pero es que además, la propia memoria de los futbolistas fundadores coinciden en ello.
Así, en una entrevista publicada por el diario ‘Voluntad’ el 29 de diciembre de 1951 uno de los fundadores de la entidad, Ángel Pardo, hablando del uniforme dice: «Pedimos a Barcelona los jerseys rojiblancos, pero con una diferencia con los uniformes de hoy, los pantalones en lugar de ser azules eran blancos». Otros de los fundadores, como Florentino Sordo, coinciden exactamente en lo mismo, por si las numerosas fotografías de la época que así lo acreditan no fueran suficientes. Y con el pantalón blanco, más o menos uniforme según la importancia del encuentro, siguen jugando hasta el partido disputado contra el Real Madrid el 19 de octubre de 1915, último en el que el club gijonés usó su equipación primigenia. A partir de entonces, y según recogía el citado Joaquín Aranda Iriarte, el club gijonés decide cambiar a pantalón azul al ser más fácil encontrar tela de este color, confeccionándolas con «monos» de trabajo azul mahón.
La camiseta está fetén, ahora sólo falta sudarla,como la sudo el Oviedo.
Ya 120 años de historia y ni un título en las vitrinas,lo único que tiene bueno el Sporting, es la afición.
De no ser por la ayuda municipal y regional,este club ya habría desaparecido hace años.Es un desastre de presuntos negocios inmobiliarios y va a peor,el espíritu de Quini está muerto.
Se ha destruido una de las mejores canteras de España, pero se sigue vendiendo una imagen ficticia.
Lo del Mundial olía a otro pelotazo que tiraba para atrás.
A 2 horas largas, está el Bilbao,35 títulos oficiales.
El Alcoyano es el Sporting,en realidad.