Héctor Lasheras y Begoña Torre firman un proyecto visitable hasta el próximo 5 de abril en LABoral , y que utiliza la realidad aumentada para visibilizar la vida y obras de una decenas de artistas, desde el siglo X hasta la década de 1980
La historia ha sido injusta con las mujeres. Quizá semejante afirmación hiera ciertas sensibilidades, pero no por ello deja de ser menos cierta… Ni merma el volumen de las pruebas que la sostienen, acumuladas a lo largo de los siglos. Se mire al ámbito que se mire, abundan los ejemplos de féminas destacadas en campos tan dispares como la ciencia, la política, la economía o la cultura, autoras de logros dignos de elogio e inspiración, pero eclipsadas por la primacía del hombre, sepultadas bajo el peso de un modelo social, el patriarcal, aún hoy perceptible pese a los grandes avances hacia la igualdad conseguidos. Hace aproximadamente dos años el experto en tecnología y eventos Héctor Félix Lasheras, y la historiadora del arte Begoña Torre, aceptaron la responsabilidad de convertirse en una especie de ‘excavadores’, decididos a devolver ese mérito ignorado a, al menos, una pequeña parte de aquellas creadoras. El resultado, que desde este miércoles y hasta el 5 de abril de 2025 puede visitarse en LABoral Centro de Arte y Creación Industrial, es ‘NVSBLS’, título nacido de un juego de letras con la mucho más sencilla palabra ‘Invisibles’, y que, por medio de la realidad aumentada, permite acercarse a la vida y obra de una decena de artistas, desde el siglo X hasta la década de 1980. Y ese término, ‘acercarse’, nunca antes ha sido más apropiado…
Es muy posible que, de entrada, el visitante que acceda al espacio reservado a la muestra se sorprenda; incluso puede sentirse decepcionado. El lugar, diáfano, no contiene nada en apariencia, salvo una breve explicación en la pared de acceso, y metros y más metros de paredes blancas, escasamente iluminadas… Y, he aquí el secreto, tapizadas con una sucesión de pequeños marcadores, como si de códigos QR se tratase, legibles por medio de cualquier smatphone o tablet. Aquellos que hagan ese pequeño esfuerzo verán desplegarse ante sus ojos los trabajos y biografías de las diez elegidas, en un recorrido a lo largo del tiempo que comienza con ‘En’ (también llamada ‘Ende’), la única miniaturista de la Edad Media de que se tiene conocimiento, cuya firma, aunque discreta, figura en el libro ‘Beato de Gerona’. A partir de ahí, es posible toparse con las creaciones de figuras tan injustamente ignoradas como Sofonisba Anguissola o Lavinia Fontana, representante de aquellas artistas de los prolíficos siglos XVI y XVII en los que, si una mujer quería ser mínimamente reconocida en el campo del arte, debía o tener familiares varones aristócratas, en el caso de la primera, o igualmente artistas, en el de la segunda. Tampoco Rosa Bonheur, la mejor pintora de animales de todos los tiempos, ni Camille Claudel, forzada a terminar sus días en un centro psiquiátrico. El honor del cierre recae en la gallega Maruja Mayo, uno de los nombres imprescindibles del surrealismo que marcó la primera mitad del siglo pasado, y cuya producción se prolongó hasta poco antes de su muerte, ocurrida en Madrid en 1995.
Producida por el Instituto Tecnológico de Barredo (INTEBA), con el apoyo del Ministerio de Cultura, ‘NVSBLS’ pretende, por encima de todo, hacer justicia. La propia elección del título está cargada de simbolismo; privar a la palabra ‘invisibles’ de sus vocales constituye un guiño al resultado de cierto estudio realizado por la australiana Cecilia Pemberton, que afirma que la voz de las mujeres se ha vuelto más grave desde su incorporación al mercado laboral, para poder rivalizar con la autoridad masculina. Ese detalle fue explicado por Lasheras, responsable del apartado tecnológico de la propuesta, durante la presentación de ayer, agradecido por los apoyos recibidos para hacer realidad un proyecto que honra a todas aquellas féminas, aun sin «incluir todas sus obras, ni estar todas las que deberían estar». Ahora bien, la labor de Lasheras no habría sido posible sin la de Begoña Torre, encargada de bucear en las biografías de las seleccionadas. Y la tarea no ha sido fácil; como ella misma compartió, «mi punto de inflexión fue el libro ‘Ellas mismas’, de Ángeles Caso; fue caer en mis manos, y pensar ‘¿De verdad hay tantos nombres de artistas? ¿A todos los manuales de Historia del Arte les faltan, al menos, doscientas páginas?‘». Esa reflexión fue determinante en Torre para desterrar cierto mito, sumamente manido, que se pregunta «por qué no ha habido más grandes mujeres artistas«, cuando, en realidad, sí las hubo… Sólo que ensombrecidas por el hombre.
Esa voluntad revindicativa de ‘NVSBLS’ la condensó durante su intervención Pablo DeSoto, director de LABoral Centro de Arte y Creación Industrial, al apuntar que «el feminismo es una fuerza transformadora que está cambiando la sociedad a mejor«, con la que, efectivamente, el centro que lidera «mantiene un compromiso». Pero no sólo LABoral se halla en esa lucha. Desde la Consejería de Igualdad su directora general, María Jesús Álvarez, también presente, aprovechó para ensalzar el valor de la exposición a la hora de crear referentes «para las niñas y las jóvenes», y como mecanismo equilibrador para con esas creadoras que «han sido silenciadas, ocultadas, olvidadas, escondidas detrás de la firma de otros artistas hombres: sus maridos, sus padres, sus hermanos…«. A fin de cuentas, concluía Álvarez, ahora, con ‘NVSBLS’ «el público en general pueda tomar conciencia de esta realidad y, sobre todo, del gran talento de las mujeres», un punto en el que coincidió con ella Pablo León, director general de Cultura y Patrimonio. León recordó sus años de estudiante de Historia del Arte, en los que «nunca nos mencionaron a una mujer artista; ni en las explicaciones de los profesores, ni en los libros de texto, ni en los grandes manuales«; y aprovechó esa anécdota para llamar a atribuir el mérito que merecen «a las creadoras actuales», para no repetir los pecados del pasado. Sólo así, concluyó, será factible luchar «contra esa brecha de género, contra esa historia oficial de la que tantas veces hemos hablado», y alcanzar la meta de «demoler esa visión masculina y exclusiva de la historia de la arte«.
Por el momento, las valoraciones de los primeros visitantes parecen confirmar que ese objetivo amplio de ‘NVSBLS’ se está cumpliendo. «Ese sometimiento es una de esas cosas que sabes que se han dado, que aún pasan… Pero que tienes que ver para entenderlo», analizaba ayer la gijonesa Gloria Fernández, convencida de que «acabará cambiando, estoy segura, pero, hasta que eso pase, tenemos que ser conscientes de lo que hemos tenido que sufrir«. Una de las piezas de ese cambio es la joven Lola García, igualmente vecina de Gijón y, por felices azares del destino, también historiadora del arte. «Durante la carrera no vimos a ninguna artista. ¡Ni una! Así que sí, es importante que les demos visibilidad a las que nos precedieron«, confesaba, decidida, como los creadores de este proyecto, a que esa labor con el pasado sirva para evitar que vuelva a darse en el futuro. Incluso neófitos en cuestiones artísticas como el ovetense José Sanmartín no dudan del potencial de la exposición, y de la belleza y el mérito que su contenido desprende. «Lo que tiene el imaginario colectivo en temas artísticos es totalmente masculino, y no es justo», sentencia. A fin de cuentas, «ha habido grandes artistas mujeres que han influenciado y que fueron pioneras. Darles esa visibilidad que se les ha ocultado toda la vida es una deuda con ellas que todos tenemos que saldar«.