Once personas, incluido el líder de la trama, han sido detenidas por la Policía Nacional en Avilés, Valencia, Zaragoza, Vigo, Santiago de Compostela y Hospitalet de Llobregat; ya han sido identificadas veintiséis de las más de cien víctimas, y se han incautado casi 120.000 archivos

Accedían a perfiles de mujeres, sustraían sin su conocimiento vídeos de carácter íntimo… Y lo difundían, previo pago y sin autorización. Esas tres fases podrían resumir el, con todo, sensiblemente más complejo modus operandi de cierta trama delictiva que la Policía Nacional ha desarticulado en el marco de la llamada ‘Operación Fanatic‘, un amplio dispositivo de alcance peninsular desarrollado simultáneamente en cinco comunidades autónomas… Incluida Asturias. Así, los agentes han practicado ya once detenciones, incluida la del cabecilla de la red, en Avilés, Valencia, Zaragoza, Vigo, Santiago de Compostela y Hospitalet de Llobregat. A todos ellos se les acusa de descubrimiento y revelación de secretos, así como de blanqueo de capitales, y se estima que más de un centenar de mujeres han podido ser víctimas de sus actividades; veintiséis de ellas ya han sido identificadas.
Tal como han detallado fuentes policiales oficiales, el dispositivo se inició tras recibir un correo de aviso a través de la cuenta redesabiertas@policia.es. La persona autora del mensaje advirtió a los uniformados de la existencia de un entramado dedicado a difundir material audiovisual, íntimo y privado, de varias mujeres a través de canales de mensajería instantánea, exigiendo a sus ‘clientes’ el pago de distintas cantidades para obtener ese contenido, y sin que las protagonistas de los vídeos hubiesen dado su consentimiento para ello. La investigación subsiguiente, abierta de inmediato, permitió concretar que el líder, en primer lugar, accedía a los perfiles que las víctimas tenían en redes sociales; acto seguido, extraía el contenido, vulnerando las reglas de las plataformas en cuestión, y lo facilitaba a su clientela mediante un canal de mensajería creado específicamente para ello.
Una vez identificado el presunto responsable, los agentes se pusieron manos a la obra sobre el terreno. El individuo fue detenido, y en el registro de su domicilio fueron intervenidos un ordenador y tres teléfonos móviles; en ellos se hallaron 568 carpetas, que contenían la friolera de casi 120.000 archivos descargados. Pero la complejidad del entramado iba más allá. El arrestado contaba con una red de colaboradores, cuya misión era intercambiar material con el primero, que también disponía una red de ‘mulas’ que le daban soporte financiero. Esas ‘mulas’ recibían en cuentas bancarias propias el dinero procedente del delito para, después, hacérselo llegar al líder, en un caso claro de blanqueo. Tanto los colaboradores como las ‘mulas’ figuran entre las personas arrestadas por la Policía Nacional.