Con el 85% de las plazas cubiertas, y una creciente presencia foránea, desde el Patronato Deportivo Municipal reflexionan sobre el desarrollo de la prueba del 4 de mayo, su evolución en estos años y las mejoras que están por venir

¿Es posible compaginar el concepto ‘conocido’ con la idea ‘sorprendente’? Por supuesto, cada lector tendrá su propia opinión al respecto… Aunque, en el caso de la 13ª Media Maratón ‘Villa Jovellanos’, que se disputará en Gijón el 4 de mayo, parece que sí es factible. A sólo tres días para que el próximo lunes se cierre el proceso de inscripción, y con cerca de 1.700 de las 2.000 plazas disponibles ya cubiertas, la prueba, a pesar de que repetirá su trazado de las últimas ediciones, está levantando una gran expectación tanto en el tejido deportivo local y regional, como entre cientos de corredores y aficionados de fuera de Asturias. Y ello, cómo no, por las características de su trazado, considerado como propicio para que los atletas logren tiempos y resultados más que meritorios. Todos los detalles técnicos, al igual que los formularios de inscripción, pueden encontrarse en este enlace.
«Nuestro mayor enemigo puede ser el viento», reflexiona Guillermo Villanueva, responsable de Programas Deportivos del Patronato Deportivo Municipal, el ente que, junto con la Agrupación Deportiva Gijón Atletismo, se halla tras la organización de esta consolidada cita. La suya no es una opinión frívola; en el cargo desde 1992, Villanueva ha tenido ocasión de sondear año tras año las virtudes y defectos de un trazado que ha conseguido la homologación de la Real Federación Española de Atletismo, y cuya principal ventaja, «a decir de los atletas, es que es rápido y existe la posibilidad de que batan sus marcas personales, porque es bastante favorable». De hecho, a lo largo de sus 21.097 metros abundan las rectas a nivel del mar, sin giros cerrados, que restan velocidad, ni ascensiones complejas. «Hay dos puntos bastante importantes, en la zona de La Calzada, un poco empinadas, que hacen más daño, pero luego tenemos más de dos kilómetros cuesta abajo, hasta Marqués de San Esteban, y muchas zonas rectas y largas, como la de la Pecuaria», aclara.
Por sí mismo, ese conjunto de características ya dispara el poder de seducción de la ‘Villa Jovellanos’. Sin embargo, como Villanueva destaca, hay más factores. «En general, tenemos una prueba muy completa; por ejemplo, estamos a nivel de las más top en cuanto a la bolsa del corredor, pues a cada uno le damos una camiseta de alta calidad, una toalla de algodón personalizada, una gim bag…». Mucho más serio y considerado es el dispositivo sanitario; amén de las ambulancias y de los técnicos desplegados ese día, «tenemos hasta ocho puntos en carrera dotados de desfibrilador, para una intervención rápida». Eso, por no hablar de las seis planchas de control de tiempos, ubicadas una en la salida, otra al final y las restantes, a intervalos de cinco kilómetros, «lo que no todas las medias maratones hacen». Por último, la dotación de los premios ha aumentado este año, oscilando entre 100 y 1.000 euros, en función de la categoría y del orden de llegada a la meta.
Más prestigio, más visitantes… Y más pruebas en otras regiones contra las que competir

Así las cosas, no es de extrañar que el número de corredores foráneos aumente año tras año, hasta situarse en el 42% de los inscritos que, por el momento, se ha alcanzado. Palencia, con casi 115 participantes, lidera esa representación ajena al Principado, seguida de un centenar procedente de Madrid, otro tanto de Castilla y León y, lo más sorprendente, una treintena de Málaga. «Nunca tuvimos a tanta gente de esa provincia tan alejada», rememora, satisfecho, Villanueva, lo que, a su juicio, confirma el papel clave que está jugando «el aumento de los vuelos hacia y desde Asturias, y la apertura de la Variante«. Sin olvidar, por supuesto, que el grueso de esos visitantes «pernoctará aquí, y dará a Gijón un retorno». Aun así, el perfil mayoritario de quienes se animan a sumarse a la ‘Villa Jovellanos’ se mantiene constante en el tiempo: suelen ser «personas de entre treinta y cincuenta años, con cierta experiencia. Es verdad que una media maratón no exige una preparación tan elevada como la de una maratón, pero pedimos prudencia; no conviene lanzarse a ella sin un poco de entrenamiento previo«.
Con doce ediciones en su haber, y a punto de alcanzar la decimotercera, está claro que esta prueba puede alardear de hallarse más que consolidada en los calendarios deportivos municipal, autonómico y nacional. Una progresión que, como cara oscura de la monera, también ha creado un rival inesperado: la abundancia de competiciones similares que pueblan dichos calendarios, solapándose algunas en las mismas fechas, y que obligan a los atletas a escoger entre unas u otras. «Es el mayor hándicap que nos encontramos«, admite Villanueva. Y es que un rápido vistazo al cuadrante de estos días permite comprobar que «ese fin de semana se corre una media maratón en Santander; luego, Vitoria tendrá media maratón, maratón y prueba de diez kilómetros, y lo mismo ocurrirá este fin de semana en Madrid, en la que es una cita muy multitudinaria». De ahí que se trate de mimar en extremo a quienes escogen Gijón, escuchando sus quejas y propuestas, y valorándolas para ediciones venideras. «Es algo en lo que seguimos trabajando día a día. El boca a boca es muy importante, y nos esforzamos en que, cuando acabe la carrera, el participante hable bien de esta prueba, y de la ciudad».
De cars a los que no saben lo venden como exito pero se ve el problema que les esta costando llegar a las 2000 plaza frente a otras que llegan a las 10000 algo se empezo a hacer mal desde el principio y este evento no da espectaculo que hay en otros sitio. Esta condenada al fracaso.