El concejal comparece en el Pleno a petición de IU y Podemos, y acusa a ambos de «manipular» y «alarmar» a las familias por «exagerar» la evaluación hecha por la Consejería de Salud; varios padres han increpado al edil popular durante el receso

¿Es peligrosa para la salud del alumnado la realidad que se vive en los comedores escolares públicos de Gijón? ¿Hay un verdadero déficit de verduras, hortalizas, fruta fresca y pescado en los menús ofrecidos a los estudiantes más jóvenes de la ciudad? ¿Se vulneran los debidos controles de calidad que han de pasar los productos llevados a dichas mesas? O, quizá… ¿Todo lo anterior, que ha llegado a exacerbar los ánimos de un sector de los padres gijoneses, es fruto de una mera exageración deliberada? Bien, tampoco en esta cuestión, tan actual como sensible, parece ser posible alcanzar un consenso entre los distintos agentes políticos de la ciudad… Algo que esta mañana, en el curso del Pleno ordinario de febrero, ha quedado meridianamente claro. En una sesión que ha mantenido e, incluso, elevado el grado de tensión de las precedentes, el concejal de Educación y Deportes, el popular Jorge Pañeda, ha comparecido a petición de Izquierda Unida (IU) y de Podemos para dar explicaciones sobre las deficiencias detectadas por la Consejería de Salud en el servicio que, aún hoy, presta la empresa SERUNION, y que será prorrogado hasta que entre en funcionamiento la futura cocina centralizada local. Y, pese a las llamadas de alerta hechas por esos dos partidos y por los progenitores de los pequeños (algunos de los cuales, por cierto, han estado presentes en la sala), el edil del PP ha sido tajante en su rendición de cuentas: a su juicio, no existe nada que, objetivamente, entrañe una amenaza para el bienestar de los comensales.
El mismo informe elaborado por Salud, y centralizado en uno de los 32 colegios que se benefician del servicio, ha servido de arma a los dos contendientes políticos. Por parte de Podemos e IU, el foco se ha puesto en los trece incumplimientos hallados en materia de calidad de los menús, y en los ocho que conciernen a la higiene y a la seguridad alimentaria. El abuso de carne roja, precocinados y procesados, la escasez de frescos y pescados, y el empleo de abusivo de envases hechos con materiales potencialmente nocivos coexisten con otras advertencias de índole diferente, como la presencia de suciedad y óxido en algunas instalaciones, o la inoperatividad de los sistemas contra la proliferación de insectos en los comedores. «Cinco días a la semana los niños de Gijón reciben una alimentación deficiente, y sin las debidas medidas de seguridad«, ha alertado la portavoz de Podemos, Olaya Suárez, harta de que, desde que se pusiese sobre el tapete la cuestión por primera vez, allá por 2023, y tras sucesivos debates sobre el particular, «no ha habido consecuencias». En una línea similar se ha expresado Noelia Ordieres, concejala de IU; hablando no sólo como edil, sino también como madre, Ordieres ha recordado al Gobierno gijonés que «la alimentación de los niños no es un negocio; es un derecho que se está vulnerando«, y ha urgido a adoptar medidas que, hasta la puesta en marcha de la cocina centralizada, desplacen a SERUNION y permitan su relevo por una alternativa más competente.
«Ni siquiera se ha sentado con las familias y dado la cara. Eso sí que me parece irresponsable, y una traición a lo que llevamos haciendo todo este tiempo con usted»
Noelia Ordieres, concejala de IU

Los asentimientos entre las madres y padres sentados en la bancada del público confirmaban el apoyo de los progenitores al alegato conjunto de Suárez y Ordieres… Que, sin embargo, era rechazado de todo punto por Pañeda. Y lo hacía, de hecho, valiéndose de un documento análogo al esgrimido por las ediles en la oposición. Tras aclarar que «yo no vengo aquí a defender a los padres o a las Federaciones de AMPAS; vengo a garantizar la calidad del servicio y la salud de nuestros niños«, el titular de Educación y Deportes ha tirado del informe de la Consejería de Salud, afeando a IU y a Podemos que «no lo trajesen en octubre, cuando se publicó», y, en cualquier caso, dejando claro que el balance del mismo es favorable. «Algunas de las irregularidades pueden ser circunstanciales. ¿El aparato antiinsectos estaba apagado? Se enchufó en ese momento. ¿Había un microondas con óxido? Era el de los profesores, no el de los alumnos«, ha enumerado Pañeda. Tampoco ha concedido que se descuiden los controles. Siempre según su testimonio, «la empresa hace 36 tipos de dietas, asegurando que cada una se prepara con los máximos estándares de calidad y rigor; un laboratorio externo analiza desde la comida hasta las superficies de trabajo, y hay un grado de cumplimiento del 89%«. Y ha concluido su primera intervención calificando a sus rivales políticas de «irresponsables», y hasta bromeando al mencionar que «sólo se rebozan alimentos en aceite el último día de curso, cuando se sirven nuggets. Si quieren, también los quitamos…«.
El rictus en los rostros de Suárez y de Ordieres ya presagiaban una reacción, como poco, intensa a las manifestaciones del concejal popular, y dicha expectativa no se vio defraudada. «¿Usted trabaja para las familias o para SERUNION? ¿Cómo se atreve a decir que no viene a defender a las familias y al alumnado?«, ha cargado de frente la portavoz de Podemos, antes de criticar a Pañeda por «venir aquí a vacilar a los padres con lo de los nuggets«. Dejando a un lado lo emocional, y tratando de bajar a lo concreto, Suárez ha recalcado que «estos niños consumen comida basura en los comedores veinte, veintiuna o veintidós veces al mes durante años; así es como surgen problemas de obesidad, diabetes… Pero tranquilo, que intoxicados todavía no nos hemos encontrado. Es escandaloso, y dejarlo pasar sería una negligencia«. Eso sí, por comparación, Ordieres fue todavía más expeditiva… «¿Llama irresponsables a las familias por estar alarmados?«, ha querido saber la concejala de IU, compartiendo con todos los presentes que «lo primero que mi hija me pidió cuando me metí a concejala fue que cambiase el tema de los comedores«. Con todo, su blanco principal ha sido la falta de voluntad del titular de Educación para «sentarse con las familias y dar la cara. Eso sí que me parece irresponsable, y una traición a lo que llevamos haciendo todo este tiempo con usted«.
«Dejen de sacar estas alarmas sociales injustificadas (…); se ha cocinado con aceite de girasol en vez de usarlo de oliva, no con aceite de colza…»
Jorge Pañeda, concejal de Educación y Deportes

A esas alturas del Pleno, el ambiente ya estaba enrarecido hasta límites difíciles de disipar, y ni la reflexión de la portavoz de Vox, Sara Álvarez Rouco, señalando las deficiencias en la calidad como «algo esperable cuando los menús se contratan a mínimos«, ni la de la edil del PSOE Natalia González, clamando porque «convoque de una vez la Comisión de Seguimiento de Comedores Escolares» para que SERUNION «sienta el aliento en el cogote», han jugado a favor de la serenidad. En su intervención de cierre, Pañeda ha recogido el guante, y ha pedido a las «señoras de IU y Podemos» que «dejen de sacar estas alarmas sociales injustificadas; nada en este informe dice que esté en riesgo la salud de nuestro niños». Y no sólo eso… El concejal del PP ha acusado a ambos partidos de izquierdas de «intentar engañar, crear una corriente de opinión que no es cierta, tirando de unos informes parciales y sin contextualizar», y ha colmado la paciencia de las aludidas al compararlas con Joseph Goebbels, ministro de Propaganda del Tercer Reich alemán, citando que aquella «propaganda nazi decía que si se repetía una mentira mil veces, se haría verdad». Entre las voces de indignación de la bancada de la oposición, Pañeda ha intentado quitar importancia al conjunto mencionando uno de los contenidos del informe, que señala el uso de aceite de girasol haciéndolo pasar por de oliva. «No era aceite de colza«, ha planteado. Y se ha despedido con un no menos polémico «ni que estuviéramos mandando a los niños al matadero… Queridas familias, no se dejen influir, ni atemorizar, por conspiraciones políticas partidistas. Los niños de los comedores públicos de Gijón están a salvo«.
Ahora bien, parece que esas mismas familias no lo han visto de manera tan optimista… Mediada la mañana, la alcaldesa de la ciudad y presidenta del Pleno, Carmen Moriyón, decretó un receso de media hora. Los ediles se dispersaron para disfrutar del descanso, de un cigarro o de un café, y Suárez y Ordieres salieron a la plaza Mayor para informar de lo sucedido a aquellos familiares que, por falta de espacio en la sala, habían permanecido concentrado ante la Casa Consistorial. Justo en ese instante Pañeda salió del edifico, y varios de los progenitores allí reunidos la emprendieron a increpaciones contra él. El concejal de Educación y Deportes, por su parte, les dedicó unas rápidas palabras de disculpa, antes de desaparecer por un flanco del Ayuntamiento.