El hombre falleció tras el incidente. Todo apunta a que habría entrado de forma voluntaria en la pista y, a pesar de que fue perseguido por agentes de Policía, corrió deliberadamente hasta el avión, que ya se encontraba en movimiento

Todas las alarmas se han activado esta mañana en el Aeropuerto Internacional de Orio al Serio, ubicado en la localidad italiana de Bérgamo y que también da servicio a la cercana Milán. Poco antes de las 10.30 horas una persona fallecía tras ser succionada por el motor izquierdo de un avión adscrito a la compañía Volotea, que debería haber despegado con destino a Asturias.
Aunque no están claras las causas del siniestro, que la propia Volotea, en conjunción con organismos oficiales italianos, está investigando, todo apunta a que todo apunta a que el fallecido habría entrado de forma voluntaria en la pista y, a pesar de que fue perseguido por agentes de Policía, corrió deliberadamente hasta el avión, que ya se encontraba en movimiento. Los efectos del incidente han llegado hasta el Principado: el vuelo, que debería haber despegado nuevamente a las 13.24 horas rumbo a Málaga, ha sido reprogramado a las 14.55. Por su parte, el aeropuerto quedó paralizado hasta las doce, y los servicios fueron redirigidos a las terminales de Milán-Malpensa y Bolonia.

Según las primeras informaciones disponibles, el hecho tuvo lugar cuando el avión, un Airbus A319, ya había abandonado la zona de embarque, y circulaba por la pista de rodaje a baja velocidad, dispuesto a ocupar su posición en la zona de despegue. El individuo, que no era ni viajero, ni personal de tierra de la terminal italiana, habría burlado las medidas de seguridad y habría corrido hacia el costado de la aeronave. Una vez allí, habría sido absorbido por la turbina en cuestión. Teorías no confirmadas apuntan a que la persona habría tratado de aproximarse a una de las compuertas que dan acceso a la bodega. Sea como sea, y por la razón que sea, lo ocurrido ha desatado algunas escenas de horror entre quienes se hallaban en ese momento en los edificios de la terminal, y fueron testigos del incidente.
A bordo de la nave viajaban, en el momento del incidente, 154 pasajeros y 6 empleados de Volotea, dos de ellos pilotos y cuatro tripulantes de cabina. Por su parte, Volotea ha informado de que está haciendo «todo lo posible» para apoyar a los pasajeros afectados en «este difícil momento», mientras trabaja «en estrecha coordinación» con las autoridades italianas. La aerolínea ha informado también de que «todos los pasajeros y tripulación se encuentran físicamente bien», aunque la compañía está proporcionando apoyo psicológico tanto a los pasajeros como a los miembros de la tripulación implicados.