“Soy más asturiana que ‘gijonuda’. Es verdad que mi tiempo lo empleo en Gijón, pero ¿tú sabes lo que me gusta redescubrir la región y salir en coche?”
“El ‘cascayu’ es un Scalextric, una yincana. Me alegro mucho de que se haya abierto al tráfico. Ahora, si lo hicieran más fácil ya ni te cuento”
“No me gusta que Asturias no se venda nada bien de cara al mundo. Me fastidia ver el tiempo y que pasen de Galicia a Cantabria, es como si no existiéramos”
Paula Prendes (Gijón, 1983) apura sus días de descanso en la ciudad que le vio nacer. La gijonesa vuelve a Madrid para seguir con sus proyectos, aunque es de las que escapa a casa en cuanto puede. De ideas claras, no esquiva preguntas ni temas y tiene remango suficiente para afrontar los asuntos más polémicos. Con su habitual sonrisa, trazamos una conversación que aborda su juventud, su carrera, la situación de Gijón o Asturias, la política, el ‘cascayu’ y hasta los toros. Casi nada para una mujer que, a punto de entrar en la década de los 40, no olvida sus orígenes.
Se acaba el verano. Después de dos años, ¿tiene la sensación de que hemos recuperado el tiempo perdido?
La gente sí, pero yo no. Es más en la pandemia me lo pasé bastante bien, estuve el primer mes en Madrid y luego me vine con mi madre a Castiello. Fue un momento donde todo paró y bonito. Tengo la sensación de que la gente está recuperando el tiempo perdido porque es verdad que todo está muy masificado y, gracias a Dios para el sector turístico y hostelero vuelven eventos como los conciertos. Ya te digo que personalmente no, pero socialmente sí.
¿Qué significa para usted escaparse a Gijón?
Es volver a casa. Gijón es hogar, mi familia, mi madre, mis amigos de toda la vida con los que me reencuentro; tanto los de aquí como los que viven fuera que son muchos. No vivo pensando que quiero regresar porque en Madrid estoy muy contenta y ojalá siga porque significará que tengo trabajo. Viajo mucho a Ibiza porque mi pareja vive allí, pero para mí Gijón es el lugar donde quiero volver siempre, están mis raíces y regreso a menudo porque tengo mucha unión con mi madre, una vez cada dos meses paso aquí una semana.
Le voy a poner en un aprieto. ¿Más ‘gijonuda’ o asturiana?
Sí que es un aprieto ¿eh? (risas). Esto de las rencillas es una tontería y cuando me preguntan me da igual porque no participo de eso para nada. Te diría que soy más asturiana que ‘gijonuda’. Es verdad que mi tiempo lo empleo en Gijón, en Castiello, pero ¿tú sabes lo que me gusta redescubrir la región y salir en coche? Además, me han hecho embajadora de la sidra DOP en Asturias. Cuando estoy fuera intento, por mi carácter y mi forma de pensar, de ser, mi forma de hablar que somos muy bestias, llevar por bandera esa cultura asturiana y no de Gijón. Así que yo, que no me gustan los nacionalismos absurdos, prefiero ser asturiana que ‘gijonuda’.
En 2014 usted era una de las chicas junto a Lara Álvarez y Blanca Romero que estaba loca por Gijón. ¿Es de esas campañas publicitarias que ilusionan?
Me llaman mucho en casa y cada vez más. Eso me hace ver que ya llevo un recorrido porque no siempre lo hacen cuando estoy en la pomada, ¿sabes? Me hizo mucha ilusión. Además con dos compañeras que somos todas de aquí, reconocidas, nos ha ido muy bien en la capital… Todo lo que me llamen de Gijón siempre digo que sí. Soy facilona porque pueden conmigo.
“Para cualquier persona de Gijón y con mi edad, su adolescencia está ligada a la cultura de la sidra, cosa que ahora no pasa porque los chavales toman más cerveza”
Siendo embajadora de la sidra, seguro que tiene sus lugares favoritos para tomarse un culín…
Sí, claro. La sidra me gusta mucho tomarla en Asturias. Los responsables de la Denominación de Origen nos decían que sabe igual en Asturias que en Madrid, no se pierde la calidad y es algo mental, pero no creo que sea igual porque para empezar no saben escanciar como aquí. Me gusta mucho ir a El Planeta en la Cuesta del Cholo, Casa Fede, en Los Nogales también se toma muy buena sidra, Casa Segundo que lo tengo cerquita de casa… En mi época era mucho de las romerías de Castiello, Deva… merenderos como Casa Yoli, mi propia casa donde tengo una caja de sidra que me dio la gente de DOP… Para cualquier persona de Gijón y con mi edad, su adolescencia está ligada a la cultura de la sidra, cosa que ahora no pasa porque los chavales toman más cerveza que sidra. Mal, mal.
¿Asturias es ese lugar donde el tiempo se para y carga las pilas?
Sí, la verdad es que en Asturias el tiempo se para, todo sigue igual y las cosas van mucho más lentas. Cuando era más adolescente pensaba: ‘Qué pueblo es esto’ y ahora me encanta. Hay mucha población envejecida, es verdad, pero lo miro con mucho cariño porque la gente mayor me gusta mucho. En Asturias duermo mejor, no tengo sensación de prisa. Este es el primer verano desde hace muchos años que no trabajo y no sé si es porque me encuentro un poco mal, pero hago pocas cosas durante el día y ya lo lleno. Me gusta que el mundo se pare porque hemos perdido un poco esa facultad de poder aburrirnos, contemplar una tarde de lluvia. Aquí esto sigue pasando y me encanta verlo.
Desde la distancia, ¿qué radiografía hace de la comunidad?
No me gusta que Asturias no se venda nada bien de cara al mundo. A todo el mundo le encanta Asturias, tú dices que eres asturiana y a cualquier persona se le pone una sonrisa en la cara, le encanta como se come en Asturias y el fresquito que hace, pero una vez que estás en Asturias, la gente de aquí no se sabe vender, no sabe exportar lo nuestro. Si miras la cultura gallega, la vasca, la catalana, la andaluza saben exportar mucho sus productos mientras nosotros no sabemos hacer eso. Quizá también es una forma de protegernos del turismo masivo, pero me fastidia. Cuando ves el tiempo siempre pasan de Galicia a Cantabria, es como que Asturias no existe. A la hora de hablar de Asturias, el AVE llega hasta León, cambia la vía y tardas lo mismo de Madrid a León que de León a Gijón. Si hablamos de conexiones de vuelos, hay muy pocos y son bastante caros. Hay una sensación muy bonita de que Asturias está protegida en el tiempo, pero también a los que estamos fuera nos gustaría que estuvieran mejor comunicada para poder venir más. Este es un reclamo que siempre hago.
“La cultura taurina ha existido toda la vida, es algo tradicional que realmente he mamado y me gusta. Me sorprendió que la polémica llegara a Gijón y no estoy de acuerdo”
El verano ha sido un periodo de retorno a la normalidad con Semana Grande, Fuegos, pero el primer año sin toros. ¿Cómo la polémica que se desató en la ciudad?
Estoy a favor de los toros, ¿qué te parece? (risas). Iba al Bibio siempre con mi familia. No es que vaya a comprarme una entrada porque no es un espectáculo que me encante, pero sí respeto la cultura taurina y todo lo que hay montado en torno al toro. Respeto al toro de lidia, respeto que existe y el toro se cría gracias al mundo taurino, si no dejaría de existir. Me acuerdo cuando empezaron a prohibirlo en Cataluña, en Portugal se torea al toro pero no se le mata… Son sucedáneos, es como decirme que voy a bailar sevillanas vestido de Rosalía. La cultura taurina ha existido toda la vida, lleva mucho tiempo, genera mucho dinero y puedo ser animalista, pero esto es algo tradicional que realmente he mamado y me gusta. Estoy totalmente en contra de la palabra prohibir.
¿Le sorprendió ver esta polémica en su ciudad?
Muchísimo. Pensé: ‘¿En serio llega aquí esto?’. Me sorprendió y no estoy de acuerdo.
Hablando de los proyectos de Gijón. Tenemos un ‘cascayu’ en el Muro.
Es un Scalextric, una yincana. Voy a cargarme a un ciclista un día de estos porque no se sabe si hay que ir para la izquierda o para la derecha. Soy de las que usa mucho la bici, muchísimo y también tengo coche porque vivo en Castiello y para bajar a Gijón lo necesito. Me parece una locura y me alegro mucho de que se haya abierto otra vez el tráfico en el Muro. Ahora, si lo hiciera más fácil ya ni te cuento.
En Madrid hay más de 40.000 asturianos viviendo. ¿Esto debería hacer reflexionar a los políticos sobre el éxodo de la gente joven que está viviendo esta comunidad?
Sí y fíjate que estás diciendo Madrid, pero tengo muchísimos amigos que están también en otros lugares. Somo pocos, pero estamos en todos los lados. En Asturias la población está muy envejecida, se crea poco trabajo y la gente, como quiere tener más oportunidades, se va en busca de algo. Tenemos los medios para no ser tan locales y, aunque es bonito por cultura y tradición, no significa que no podamos competir con otros y generar empleo en la tierra. Sería un fenómeno para mirar. La gente de mi edad ya empieza a volver porque voy a cumplir 40…
Estamos a un año de elecciones autonómicas. Aproveche para pedir…
Quiero un AVE a Gijón y más conexiones aéreas con un precio menor. Déjame pensar si hay algo más… Que pongan bien el Muro y vuelvan los toros en Gijón (risas). A ver, eso me da un poco igual, pero el transporte es muy importante porque vivo fuera, vengo mucho y, actualmente, es un problema.
¿Le da pereza la política?
No. Los políticos no tienen categoría, pero la política no me da ninguna pereza. Soy una persona política.
Oiga, cómo fue ese momento en el que tuvo que desmentir una relación con el exvicepresidente del Gobierno y ex líder de Podemos Pablo Iglesias.
Maravilloso (risas). Me llamaba toda la familia y me decían que no entendían nada. Además, si peco de algo, me hubiese liado con otro de un color distinto. En mi casa sabían que con el ‘coletas’ como que no. Fue muy gracioso porque si me lían con alguien que conozco igual entras en un conflicto de tener que desmentir, pero es que nunca he coincidido con Pablo Iglesias. Esta polémica viene de Federico Jiménez Losantos. Pablo Iglesias no estaba en el mejor momento con Irene Montero, se dijo que andaba con una periodista morena y sacó mi nombre. Eso se hizo público y hasta tuve que dar una entrevista diciendo que no era cierto. Lo viví con mucha sorna, no me importa. No tengo nada contra Pablo Iglesias y, sin ser yo de su comba, me parece un tío muy listo porque hizo muy bien en marcharse a tiempo del partido y un gran político, pero no tengo nada que ver con él en lo sentimental y en la ideología tampoco, aunque lo respeto.
Igual mucha gente no se acuerda que fue parte de El Club de la Comedia. ¿Sigue pensando que antes se ligaba estando buena? Uno de sus grandes monólogos.
Es verdad. Tenía dos: uno de los festivales de música y otro el que me dices aunque me acuerdo más del de la música (risas). Ligar hemos ligado todos siempre y las mujeres más porque para nosotras es más sencillo, pero es verdad que ahora en los medios de comunicación ya no existe esa tiranía de la estética en cuanto a la mujer, antes había más. Ahora estamos con lo que llamo el ‘coño mando’, es un mundo en el que la mujer está cogiendo mucho peso, se está desmitificando un poquito eso y ya no ves solamente mujeres guapas ni tan jóvenes. Mira las series de televisión donde hay cabida para una mujer adulta, más libre, menos cosificada. Esas cosas cada vez están cambiando más. Ahora, la mujer ha ligado de toda la vida solo con respirar.
En 2010 fue uno de los cuatro personajes más buscados en Google por los españoles.
Sí, el más buscado, por encima de Sara Carbonero. Me acuerdo perfectamente porque fue cuando empezó con Iker Casillas, el beso del Mundial y yo estaba en ‘Sé lo que hicisteis’. Lo viví pensando: ‘¿Por qué?’, fue increíble y lo rentabilicé poco, qué quieres que te diga. Hablaba con mi representante y le decía que tenía que monetizarlo y nada hijo (risas). Es verdad que hacía portadas de FHM, me alegro mucho y no me arrepiento para nada, pero no me digas por qué ese impacto cuando mi colega Sara estaba haciendo estos bombazos. Fue curioso y un boom brutal a nivel de trabajo.
Paula Prendes es periodista licenciada en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Salamanca. ¿Qué queda de aquella niña que salió de SER Gijón?
Todo. Si me ha ido un poco bien en la vida, aparte del factor suerte, es porque siempre he sido muy inquieta, muy curiosa y he estado en todos los sitios con muchas ganas y partiéndome la cara. Hacía deportes y no sabía ni lo que era un fuera de juego, estaba la Cadena SER y te juro que de las becarias era la peor: me costaba hacer las mezclas en la mesa, tenía que ir a hacer política al ayuntamiento de Gijón y no me enteraba de nada, pero siempre he tenido muchas ganas de aprender y mucha inquietud. El otro día me hizo una entrevista Pachi Poncela, me decía unas cosas preciosas que él veía en mí y pensaba ‘¿En serio?’. Todo eso lo traes de tu casa y luego te tienes que ir formando. Encima en esos trabajos no valía mucho el físico, más bien la actitud, las ganas de aprender y eso lo sigo conservando. He perdido ilusión, qué te voy a contar. Ya no soy esa niña que llegó a Madrid comiéndose la pana, pero cada trabajo que tenía lo compartía con mis padres y me hacía mucha ilusión ver que me estaba ganando la vida y que me iba bien. Eso me encantaba y sigue siendo así. Una de las cosas que más felices me hacen en la vida ahora es trabajar. No me puedo plantear una vida sin trabajo, no por el dinero, que también; sino porque me apasionan los retos nuevos, me ponen mucho. Si tuviera que tener el mismo trabajo toda la vida, me comería un codo.
¿Le gustaría volver algún día a la radio?
La radio es ese sitio para regresar cuando uno está más cansado de andar como reportero por el mundo. Siempre he dicho que soy más de televisión y me gusta más el teatro que la radio. Soy animal televisivo más que radiofónico, pero ¿cómo voy a decir que no?
En televisión le hemos visto en infinidad de series como ‘B&B’, ‘Velvet’, ‘Aída’, ‘Gran Hotel’ o ‘Servir y Proteger’. ¿Echa de menos los programas?
Lo último fue ‘Zapeando’ y presento junto a Boris Izaguirre ‘Prodigios’ cuya cuarta edición empezaremos a grabar en febrero. Espero volver dentro de poco a trabajar en un programa, nunca lo he dejado de lado y de hecho sigo con ‘Prodigios’. Me gusta mucho ese mundo de programas y conecta con esa naturalidad que tengo. La interpretación me encanta, pero hay más gente, más competencia… Hay un tipo de programas de un sesgo tipo Telecinco que sé que nunca haré porque no sirvo. Me encantaría hacer uno de entrevistas porque me gusta mucho el formato.
Sus comienzos están EA TV con Cristina Pedroche hablando de videojuegos…
Ella llegó después, yo ya llevaba dos años (risas). Ha llovido muchísimo. ‘EA SPORTS. Somos los deportes’ o algo así era la frase. Estaba enfrente de la Cadena SER, en Gran Vía y entré por un casting, era terrible. Ahí sí que éramos dos chicas guapas hablando de deporte y esto lo veían los pajilleros que consumen los videojuegos.
Y reportera de la cadena MTV…
Por eso te hablaba antes de la ilusión. Llegué a Madrid haciendo un máster en Periodismo Audiovisual en Radio y Televisión y le dije a mi madre: ‘Le doy dos años a esta ciudad’. La veía muy grande y al final no me he podido ir porque sigue habiendo trabajo. Cuando llegué hice unas fotos, las moví y me pateaba la capital haciendo castings. De ahí salió lo de la MTV y lo de Electronic Arts. Lo recuerdo con mucho cariño porque me ilusionaba, me estaba haciendo ver que era parte de algo.
En la gran pantalla ha formado parte de repartos como la película ‘Encerrados’, grabada en Asturias. ¿Trabajar en casa es diferente?
Aquí es lo muy local, se pone toda la intención del mundo, pero funciona de otra manera. Es una cosa muy bonita porque es muy entrañable, pero los actores que vienen de fuera se quedan un poco… Venía Candela Peña, que estás acostumbrado a unas cosas y creo que no le gustaba mucho. A mí me encantaba, nos trataron fenomenal, pero muchas veces la diferencia entre unos proyectos y otros es la pasta que tengas y es difícil conseguir dinero para una película local que habla de la mina. Aun así, se hizo con la mejor de las intenciones.
No a todo el mundo David Hasselhoff le regala una fotografía sin pedírsela. A ver si se va a convertir en una vigilante de la playa…
Home va. Por cierto, vi la película de Pamela Anderson y me encantó. ¡Viva Pamela Anderson! por lo que se cuenta en esa serie. David Hasselhoff estuvo en un reparto de ‘Fuga de Cerebros’, encantador y el último día vino con un fajo de fotos y nos la dio a todos los actores firmada. No le habíamos pedido nada, pero muchas gracias. La tuve durante muchos años en una estantería de mi casa, ahora ya la perdí. Era un hombre muy simpático, venía con su novia que parecía Paris Hilton, quería colarse en el camerino para que la maquillaran, era un número, pero fue guay. Hablando de grandes estrellas, mi primera serie la grabé en Coín para Antena 3, ‘Somos cómplices’, y mi abuelo era JR, el de ‘Dallas’.
También ha hecho sus pinitos en el teatro. Lo último ha sido ponerle voz a ‘El Principito’ con la Orquesta de Extremadura…
Esto son lecturas dramatizadas, algo que nunca había hecho, con mi compañero Alberto Amarilla, él hacía de adulto y yo de Principito. Me viene de la mano de Andrés Salado, director de orquesta muy conocido con el que trabajo y jurado en ‘Prodigios’. Este proyecto lo dirigía Jhoanna Sierralta, directora de orquesta venezolana muy amiga de Gustavo Dudamel y es un proyecto precioso. Hicimos tres bolos por Extremadura y fue una experiencia preciosa, a ver si podemos repetir. Lo último que hice en teatro, y voy a retomar ahora, es un circuito que se llama ‘Las noches de la Suite’. Son representaciones en hoteles NH de una hora de duración, mayormente comedias y hemos estado un año entero con Andrea Duro, Raúl Mérida que está haciendo ahora ‘Elite’ y el director Martín Cuervo, medio madrileño-medio gijonés que cuenta en la actualidad con tres películas en Movistar.
Me gusta esta chica pero su entrevista está llena de contradiciones. Le gusta mucho la bici y anda muchísimo en ella, pero baja de Castiello en coche. Es animalista pero le gustan los toros y le molesta que en Gijón no tengamos corridas. ¿Y en Oviedo, que pasa?. Dice que Asturias no se vende y que se pasa de Galicia a Cantabria. Se ve que no vienes mucho por aquí, porque está todo lleno. Y si no que le pregunte a los vascos por LLanes, Ribadesella, Villaviciosa, Colunga….Se siente más asturiana que gijonuda. Yo que quieres que te diga,soy de Gijón y asturiano, pero primero está Gijón. En fin Paula que muy orgullosos de tener a una gijonesa en el mundo de la cultura cinematográfica y televisiva.
Lo que me extraña es que comenta que el primer mes lo paso en Madrid, pero luego fue a Asturias. Como es posible, si no dejaban salir de la comunidad de Madrid? Algunos creen que pueden hacer lo que les sale de los mismísimos… Otros a cumplir la ley y no poder ver a nuestros familiares por no salir de la comunidad.
Se le preguntó directamente en las redes y nunca respondió, ni ella ni quienes le lleven las cuentas. ¡Una verguenza y un mal ejemplo!
Vaya decepción que me he llevado con ella al leer según que cosas.