Por contra, productos como la piña o la lombarda son ahora más baratos que hace unos días
Hacer la cesta en Navidad no es fácil. Los precios suben y las familias no quieren renunciar al sabor en estos días de comidas y cenas tan importantes. Por eso, planificar el menú con antelación y sustituir los productos más caros por otros similares son dos buenas fórmulas para ahorrarse unos euros. Y es que los percebes, las almejas y la merluza son los alimentos que más han subido de precio estos días, mientras que la piña y la lombarda son los que registran la mayor rebaja, según el último registro del 21 de diciembre de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). En concreto, los percebes es el producto que más ha subido su precio con respecto a la primera toma del 25 de noviembre tras incrementarse en un 68,8%, seguido por las almejas (+36,9%), la merluza (+29,7%), las ostras (+11,6%), el besugo (+8,6%), la lubina (7,6%) y el cordero (+6,8%).
En el caso contrario, los que más bajan de precio son la lombarda (-6,1%), seguido por la piña (-5,5%), los langostinos (-4,5%) y las angulas (-1,7%). Respecto a 2022, los langostinos, las angulas, el jamón, la lubina y las ostra son los productos más económicos, mientras que Besugo, merluza, lombarda y pularda, alimento típicamente navideños, no han evolucionado respecto al pasado año.
Según OCU, el alza de los precios de los 16 productos que integran la cesta navideña se ha acelerado en las últimas semanas. De media, estos productos están un 10% más caros que en el momento de su primera toma de precios, y cuestan casi un 5% que hace apenas 10 días. La organización de consumidores realiza este análisis desde 2015 donde analiza el precio de 16 alimentos típicamente navideños y de gran demanda en estas fechas, en mercados municipales, supermercados e hipermercados de Albacete, Barcelona, Bilbao, Madrid, Sevilla, Valencia, Valladolid y Zaragoza, Málaga y Murcia.
Así, la organización recomienda a aquellos consumidores que quieran evitar las subidas típicas de Navidad que adelanten las compras o sustituyan los productos más caros por otros alternativos más económicos, que, aunque tengan menos demanda, pueden resultar igual de interesantes desde un punto nutricional.