Los hechos ocurrieron el pasado 28 de febrero, en la Facultad de Formación del Profesorado y Educación; además de la pena de cárcel, la Fiscalía también solicita el pago de una multa y la inhabilitación para trabajar con menores durante tres años

Seis meses recluido en prisión. Medio año, por simplificar. Tiempo suficiente para reflexionar sobre las propias acciones, y tomar conciencia de sus consecuencias. Esa es la pena que la Fiscalía del Principado solicita para cierto joven de 21 años que, el pasado 28 de febrero, accedió a la Facultad de Formación del Profesorado y Educación de la Universidad de Oviedo, entró en un aula y, presuntamente, practicó tocamientos a dos alumnas (en el momento de los hechos se indicó habían sido tres) sin que mediase consentimiento para ello. Actuaciones ambas que el Ministerio Fiscal considera delitos de agresión sexual contra las víctimas, y por las que, además del periodo de cárcel, reclama el pago de multas y la inhabilitación para trabajar con personas menores de edad durante, al menos, tres años.
Según el relato aportado por la Fiscalía el acusado, que no estaba matriculado en ninguna de las enseñanzas impartidas en la institución, se coló en el edificio en cuestión, situado a orillas de la calle Aniceto Sela, en la capital asturiana. Una vez dentro del recinto, irrumpió en un aula en la que se estaba impartiendo una clase del grado de Educación Infantil, se sentó detrás de una alumna y «comenzó a tocarle la espalda con las manos, a modo de masaje». Una compañera y amiga de la víctima, presente en la sala, dirigió al sujeto una «mirada recriminatoria», momento en que el joven se levantó… Sólo para sentarse al lado de otra estudiante, a la que tocó en una pierna; en un primer momento, «por el exterior y, después, por la parte interior del muslo, en dirección a su zona íntima (sin llegar a ella)». A la vista de lo ocurrido, la segunda víctima se giró y le dio la espalda.
Si bien el escrito aportado por el Ministerio Fiscal no ahonda en más detalles, el día después de los hechos el decano de la facultad en cuestión, Celestino Rodríguez, informó a los medios de que el encausado, al parecer, estaba «oliendo a alcohol», y que las alumnas (tres, según su declaró) avisaron a la profesora que estaba en el aula en ese momento, quien expulsó al joven del edificio y puso en marcha el protocolo de seguridad, alertando a los servicios de seguridad del campus y a la Policía Nacional. Por su parte, la Fiscalía demanda que, por el primero de ambos presuntos delitos de agresión sexual, el procesado pague de una multa de dieciocho meses, con una cuota diaria de seis euros, hasta alcanzar un total de 3.240 euros, y con responsabilidad personal subsidiaria en caso de impago. Finalmente, en concepto de responsabilidad civil, se solicita que indemnice por daños morales a la primera víctima con 500 euros, y a la segunda, con 1.000 euros, más los intereses legales correspondientes.