
La historiadora, documentalista y escritora Pilar Sánchez Vicente está radiante. Ella ya lo es de por sí, aunque desde que recibió la noticia de que es la flamante ganadora del Premio Narrativas Históricas de Edhasa, fallado en Barcelona, destella más luz que nunca

La historiadora, documentalista y escritora Pilar Sánchez Vicente está radiante. Ella ya lo es de por sí, aunque desde que recibió la noticia de que es la flamante ganadora del Premio Narrativas Históricas de Edhasa, fallado en Barcelona, destella más luz que nunca. Es como un faro en la noche, aunque, en su caso, ilumina las 24 horas calles, centros culturales, librerías y terrazas gijonesas. Este lunes nos descubrirá en el Salón de Actos del Antiguo Instituto, a las 19.00 horas, la vida de Sancha Asuera y sus capitanas, narrada en el premiado El cantar del Norte. La guerrera astur. Hoy adelantamos en esta entrevista el entusiasmo con el que afronta estos meses cargados de viajes y fiestas, con motivo de la promoción del libro.
Tiene usted un premio bien gordo.
Tengo más (se ríe). En mi vida solo me presenté a dos. Uno en 1977, de poesía, que gané, y ahora esti, con el que no contaba pa nada.
¿Y por qué?
Porque la novela histórica tien mucha carcundia, y porque tengo enfrente a Isabel San Sebastián, Pedro Mañas…
Entonces ¿qué tiene su libro para que le hayan dado el premio a usted?
Yo quédome con lo que dijo el del País: “Ye creíble”. Cuando lu acabes de leer, nada te extraña.
Y está muy, muy bien documentado.
Hay un documentu en la Biblioteca Nacional de un clérigu asturianu del sieglu XVII, Luis de Valdés. Él ya habla de que Sancha Asuera fue a protestar porque a les muyeres no les pagaben sueldu. Y ¡claro, montáronla! Tomaron Cangas de Onís. Digo más: si fue la capital en su momento, fue por esta muyer.
¿Y el cura?
El cura ya decía, y está escrito, que “tanto muyeres como hombres eran gente de importancia”. Y ahora quieren danos clases… y tamos dando-y vueltes a la igualdad…
Ahora, desgraciadamente, tol mundo da clases magistrales de todo. Volviendo a lo importante, ¿cuéntenos el papel tan importante de las mujeres del libro, en la guerra?
Hay que tener en cuenta que en el tiempo donde discurre la novela, ye como cuando decíen que cazar solo lo facíen los paisanos. ¿Cómo ye posible que traspasemos al pasao esos esquemas patriarcales y decimonónicos que tenemos ahora? Dese cuenta de que aquella sociedad era de grupos pequeños. Todo el mundo hacía de todo. En les aldees, de haz unos años, hasta los guajes teníen una tarea.
Así que si hay una guerra…
Tol mundo va.
La oigo hablar y talmente parece que estuvo allí. ¿Será que es un poco bruja?
Ya me gustaría ser una de les brujes que no pudieron quemar (se ríe). La verdad ye que trasladase a aquella época, ye muy guapo. Aquí dejábennos mucho en paz porque cuando yos tocaba venir a cobrar los impuestos, significaba quedar incomunicaos de la meseta mediu añu. No yos rendía.
¿Cuánto tarda en documentarse para hacer esta novela? ¿Cómo es el proceso?
Esta en concreto fue poco tiempo porque recuerde que yo soy medievalista. Ya había escrito sobre historia medieval. Sabes lo que no ye y lo que sí. No puedes meter en la historia anacronismos.
¿Por ejemplo…?
Ellos no estaben en el mercado como tal, estaben faciéndolu. La Iglesia no estaba expandida. Todo el territorio que aparece en el libro ya era una zona sagrada prerromana. Hay un personaje, otru cura, Bernardino, que ye visionariu, ye realmente el que tien la visión del reino. Pelayo pon la espada, pero Bernardino ye el que verdaderamente tien una visión de futuro.
Me flipa usted. ¡Qué poca historia sé!
Hay que leer, ir a les biblioteques, no mirar solo la Wikipedia.
Y el TikTok.
Y dese cuenta de que estes histories, como la de Sancha Asuera, pueden contase porque hay documentos escritos y, sin embargo, ahora, si observa a la gente joven, creen lo que está en vídeo: “Vilo en un vídeo de YouTube”.
¿Y cree que eso va a cambiar o ya no es posible? Aunque usted, déjeme recordar, fue la encargada de la conversión del BOPA a electrónico. Es moderna y adelantada a su tiempo.
Y vieya (se ríe), así que tengo mucho recorrido. Mire, pa la feria de Colombia van faceme no sé qué.
¡Qué me dice!
Sí. Les de provincias somos así, perifériques, pensamos que no vamos a salir nunca de aquí.
Y no nos lo creemos. ¿Usted es consciente de este premio?
De momento estoy asimilándolo. Se me saltaben les lágrimes oyendo el acta del xurao. Yo pensaba “¿de verdad soy yo esa…?”
Fue en Barcelona, ¿verdad?
En un pisu de seiscientos metros cuadraos en el centro de Barcelona que alquilan para hacer anuncios (Prada estuvo rodando hace unos días uno), películas (Coppola también rodó allí) y sesiones de fotos.
Y usted de “prota”.
Una hora de sesión de fotos pa La Vanguardia, pa EFE.
Como una reina, ¡vamos!
Paselo pipa. Había una bañera de les antigües. Metíme dentro.
Como para alquilarlo para unas cuantas amigas y vivir en él.
¡Uy! Tenía un ascensor de esos, con la puerta de rejilla, de los antiguos… y un cátering, pa desmayase.
¡Cómo está disfrutando! ¿Cuántes veces se desmayó?
(Se ríe) Unes cuantes. Yo lo que pedí ye que me llevaren a Barcelona un día antes de todo esto que le cuento. No vaya a ser que no llegara…
¿Y qué diría a la gente que estas cosas de agasajos y “lujerío”, lo toman como innecesario, carca… casi un pecado?
Que recuerden a Diógenes. Cuando fue a visitar a Platón, que presumía de tener alfombres muy buenes, dijo: “Piso la vanidad de Platón”, a lo que este le respondió: “Con otra vanidad, oh Diógenes”. Pues eso les diría.
¿Pensó lo que va a hacer con el premio?
Te dan la opción de utilizar la mitad, un cuarto o todu, para promoción. Y pasa también con los premios grandes, como el Planeta.
¡Ah! Así que, si quiere gastarse los 10.000 euros en promociones, fiestas y demás…
Estaré en todas las ferias, aeropuertos, librerías, grandes superficies, porque el premio lleva, digamos, una promoción básica. Ahora bien, dan la opción de invertir parte del dinero del premio o todo, en esto que le digo.
Vale, y no sé si me atrevo a preguntarle qué ha decidido usted…
¿Yo? Pa qué quiero les perres (se ríe). Lo que quiero ye ser una divina. ¿No se da cuenta que tengo un contratu relevo y hasta el 20 de octubre no vuelvo a trabayar…? En junio del añu que vien ya me xubilo.
¡Cómo va a disfrutar!
Voy a dedícame solo a la divinidad (carcajadas), a vivir el sueño de ser solo escritora.
Que ya lo es.
Sí, pero esto ye un gran sueñu. Voy a ir a la fiesta de La Vanguardia, a Sant Jordi… y más que irán viendo.
¡Qué lista y disfrutona es!
Soy natural y voy volveme loca al verme en aeropuertos, fiestes, al conocer gente nueva…
Y nosotros, agradecidísimos por haber compartido este entusiasmo con nosotros