ENTREVISTA CON LA ESCRITORA PILAR SÁNCHEZ VICENTE
«(Posicionarme políticamente) sí que me perjudicó -y lo sé fehacientemente- en algún premio que no voy a citar. En la novela histórica hay mucha caspa»
«Dentro de un año en la Benéfica presento una novela, que ya está en la editorial. Y el personaje me lo regaló Rodrigo (Cuevas), lo mismo que yo le descubrí a Rambal, son intercambios creativos»
Tratar de definir a Pilar Sánchez Vicente es complicado. Esta gijonesa, apasionada de la historia, es además de bibliotecaria una de las escritoras asturianas más prolíficas y seguidas de las últimas décadas. Cada nuevo libro es celebrado dentro y fuera de los límites del Principado, donde un ejército de seguidores la acompañan en cada uno de sus escritos y en cada una de sus presentaciones. Y no son pocas. Este mismo viernes, a las 19 horas, estará celebrando su última creación ‘Madrebona’ en el Centro Cultural Antiguo Instituto de Gijón. No es una presentación cualquiera. Casi nada de lo que organiza este torbellino llamado Pilar Sánchez Vicente lo es. Por eso, y para la ocasión, se rodeará de amigos y grandes profesionales (David Varela, Alicia Álvarez, Herminia Morís y Rubén Abad) en un encuentro en el que promete, como siempre, no dejar indiferente a nadie.
Es una de las escritoras asturianas más activas del Principado, pero es que además combina la labor de escritura con su trabajo en Gijón. ¿Pero de dónde se saca tiempo para llegar a todo?
Solo tenemos una vida y cualquier día chispúm, por eso intento no perderme nada. Me siento mal si procrastino mucho rato en el sofá, soy más activa que contemplativa. De resolver, diríamos. Además, me levanto ya como una moto, forma parte de mi naturaleza. Es un clásico que la gente por las mañanas me pregunte: “¿Qué desayunaste?” (risas)
Cómic, novela histórica, de aventuras, negra, en asturiano, en inglés, en castellano… Se atreve con todo.
Todo, todo, no. Me encantaría tener tiempo para volver a pintar y hacer teatro, dos actividades de la adolescencia que recuerdo con mucho cariño. Bueno, un poco teatrera sí que soy (guiño, guiño).
Vuelve a la actualidad literaria con Madrebona, ¿qué nos vamos a encontrar en esta nueva entrega?
Las aventuras de un buhonero hace 6.500 años. Los buhoneros fueron una figura crucial en el Neolítico. Contribuyeron a expandir la cultura que venía del Mediterráneo oriental y propagaron los conocimientos «tecnológicos» que llegaban desde los primeros asentamientos estables en las ricas tierras de Mesopotamia. Fue entre el Tigris y el Éufrates donde surgió la agricultura y la domesticación de animales y donde ya se edificaban ciudades, palacios y templos. Mientras que en Iberia, fuera de Tartessos, coexistían pastores en construcciones megalíticas junto a los últimos cazadores recolectores. Y no pacíficamente…
Hay personajes nada convencionales, como Chaka, la niña sorda que su pueblo considera maldita o la propia Madrebona. Madrebona es uno de los muchos nombres de la Diosa, pero también es la mujer chamana de la tribu que lleva ese nombre, y que se correspondo con una playa de Perlora. Hay una lechuza profética, una Diosa que habla con voz epifánica, hay guiños a los mitos… hasta un hombre que hace hablar a los huesos. Y profusión de sustancias naturales que elevan el espíritu y permiten comunicarse con los muertos.
Quienes hemos tenido la fortuna de asistir a una de sus presentaciones sabemos que se convierten en mucho más que meros actos. Para esta de hoy en Gijón tiene preparada, además, música y pintura en vivo, ¿el más difícil todavía?
¡¡Bueeenooo!! La de hoy va a ser sonada. De mano, habrá una performance solidaria fuera de cartel (y hasta ahí puedo leer). Ya dentro del programa, David Varela encarnará con su música al hombre que hacía hablar a los huesos y para ello talló una flauta en el de una pata de cabritu. Conversaré sobre la novela con Alicia Álvarez, que es una maravilla de calidez y profesionalidad, y mientras todo esto sucede, Herminia Morís (tiene el estudio en la calle de La Playa, merece la pena una visita) pintará en vivo y sobre la marcha un cuadro alusivo a la novela, lo que a ella le inspiró su lectura. El centro de mesa será una artística representación del mar y la montaña, con un tronco como soporte del bolígrafo de las firmas, obra de Rubén Abad, un artesano del Natahoyo. Y con cada novela te llevas un marcapáginas y un saquín de yute con romero de Creta, sellado con el sello de la novela. Tengo un sello para cada una y este caso se trata de un picu asturiense con las letras de Madrebona en fenicio. Y si alguien no puede estar presencialmente, puede seguirlo por streaming a través de mi Instagram @psanchezvicente o verlo en diferido en mi canal de Youtube.
La mujer está siempre en el centro de sus historias. Ha llegado a reinventar los arquetipos del personaje femenino con ejemplos como la inspectora Sara Ocaña, y además siempre se ha mostrado abiertamente comprometida políticamente, tanto con la cooficialidad como con el feminismo. ¿Pesa esa posición política a la hora de vender libros? ¿Puede llegar a perjudicar?
Desde luego, no es algo que piense ni me plantee a la hora de escribir. Y creo que a mi público tampoco le preocupa. Sí que me perjudicó -y lo sé fehacientemente- en algún premio que no voy a citar. En la novela histórica hay mucha caspa.
Por si fuera poco es muy activa en ‘X’ (antes Twitter), nido del hate patrio. ¿Cómo lidia uno con esos valientes anónimos de la red?
¡Soy la reina del bloqueo! No contesto y directamente los bloqueo, a ellos y a todos sus contactos. De todas formas, he tenido que llegar a borrar algún tuit porque los insultos reaparecían y el hilo resucitaba cada poco. Son gente de baja estofa y lenguaje malsonante, de esos que van apestando la tierra por donde caminan.
Cambiando de tercio, ha adelantado que su próximo trabajo será en colaboración con el asturiano del momento, Rodrigo Cuevas. ¿Qué nos puede desvelar sobre este proyecto?
Dentro de un año en la Benéfica presento una novela, que ya está en la editorial. Esa la sacaré con Orpheus. Y el personaje me lo regaló Rodrigo, lo mismo que yo le descubrí a Rambal, son intercambios creativos. Ye todo lo que puedo decir (más risas).
El trabajo está bien, pero ya llegando el verano…¿Qué planes tiene Pilar Sánchez Vicente para la época estival? ¿Se meterá en nuevo proyecto o disfrutará, por fin, de aquello de “playa y chiringuito”?
¡¡Uuyyyyy!! Estoy empezando una (otra) que va a ser la bomba, así que lo pasaré documentándome y escribiendo. ¡¡Y de playa y chiringuito, ya habrá tiempo para todo!!