El partido que encabeza Olaya Suárez propondrá al Pleno que traslade el festivo del 29 de junio al 24, de modo que los gijoneses puedan disfrutar de la hoguera sin preocuparse por acudir al día siguiente a sus trabajos o centros académicos

Del mismo modo que toda moneda tiene dos caras, la alegría que envuelve los festejos de la noche de San Juan suelen presentar un reverso no tan celebrado: el que, a menos que el azar sonría a los ciudadanos, al día siguiente, 24 de junio, haya que incorporarse a los puestos de trabajo o a los centros de estudio. Algo que este martes están experimentando muchas de las miles de personas que, anoche, abarrotaron la playa de Poniente para disfrutar de la hoguera, y que o bien se vieron obligadas a cortar la celebración antes de lo deseado… O bien han acudido a cumplir con sus deberes laborales o académicos con sueño, resaca o ambas. Una dinámica no del todo cómoda que ha llevado a Podemos Xixón a poner sobre el tapete una posibilidad largamente comentada en el pasado, aunque todavía nunca ejecutada: trasladar la jornada festiva del 29 de junio, coincidente con San Pedro, al 24. La opción, han confirmado hoy en el partido en la oposición, será llevada para debate al Pleno municipal del mes de julio.
«Cada año nos encontramos con este absurdo en el que una fiesta de gran tradición, popularidad y afluencia se tiene que celebrar con el día siguiente laborable, mientras que solo unos días después hay un festivo que prácticamente no es más que una celebración eclesiástica«, destaca la portavoz de la formación en cuestión, Olaya Suárez. La misma que, por cuestiones como la que alimenta este texto, optó por abstenerse en la votación de la que salió aprobado el calendario laboral del presente ejercicio. Y es que, a juicio de la edil de Podemos, «es hora de que la gente pueda participar y opinar«, toda vez que, además de la hoguera oficial en Poniente, levantada por el Ayuntamiento, barrios y parroquias como Mareo, Tremañes o Contrueces organizan sus propios eventos por San Juan, sufriendo el mismo hándicap de tener que trabajar o asistir a clase al día siguiente. De ahí que Suárez haya concluido su alegato alegando que dicha fiesta, al carecer de un componente religioso claro, a diferencia del que si envuelve al acto de bendición de las aguas por San pedro, es, en último punto, «de todo Xixón«.