El Gobierno regional asegura que el programa busca equilibrar la ganadería y la conservación del lobo, mientras el Grupo Lobo Asturias denuncia que podría eliminar un tercio de la población

El Grupo Lobo Asturias ha emitido este jueves un comunicado en el que alerta de los riesgos para la población de lobos en la región, tras la aprobación del Programa Anual de Control del Lobo 2025-2026 por parte del Principado. La organización critica que el plan, que autoriza la extracción de hasta 53 ejemplares sobre una población estimada en 345 lobos, prioriza los controles letales frente a las medidas preventivas, y advierte de que podría suponer la eliminación de un tercio de la población asturiana. Y es que el documento oficial prevé la muerte de al menos 53 lobos, denuncian, pero sin incluir los que podrían ser abatidos en el Parque Nacional de los Picos de Europa o en zonas sin gestión específica. De acuerdo con los cálculos del grupo, esa cifra supondría la eliminación de alrededor del 33% de la población asturiana, estimada en unos 160 ejemplares, “una proporción insostenible para una especie que solo cría una vez al año y en la que se reproduce una única pareja por grupo”.
Según la nota, la estrategia de “matar lobos para reducir daños” carece de respaldo científico. El grupo recuerda que los estudios demuestran que la eliminación aleatoria de individuos no reduce los ataques al ganado, y que los mayores daños históricos coinciden con años de más ejemplares abatidos. Los conservacionistas reclaman que se apueste por medidas preventivas, como vallados, mastines, pastores eléctricos y manejo adaptativo del ganado, y que se impulse la convivencia entre ganadería y fauna en lugar de recurrir a la matanza.
La organización también critica la falta de seguimiento sobre la eficacia de las muertes realizadas en años anteriores, y advierte que el furtivismo ya provoca la muerte de un número considerable de lobos, sumando riesgos adicionales a la población. Finalmente, el Grupo Lobo Asturias exige al Principado que reoriente la gestión hacia la ciencia y la prevención, protegiendo la especie y reduciendo la conflictividad social en las zonas rurales.