La situación política actual, con partidos manifiestamente antiespañoles, antisistema, independentistas y que están en contra de todo lo que representa España, podría explicar ese rechazo
Estos días estamos en pleno debate sobre el respaldo y apoyo a la colocación de una gran bandera española en nuestro Gijón, como ya existe en otras ciudades españolas.
En esta ciudad, la cosa está reñida, tal y como se refleja en las diferentes encuestas de la prensa asturiana, como la de miGijón. Por muy poco, parece que está ganando el Sí.
¿Qué ocurre en nuestro país que hay cierto rechazo a nuestra bandera, símbolo de nuestra querida España?
Por algún motivo, que se nos escapa a muchos de nosotros, hay una connotación de la bandera con el franquismo. No se entiende, porque si vamos a la historia y al origen de nuestra bandera nos lleva nada menos que al reinado de Carlos III. La bandera de España, conocida popularmente como la ‘rojigualda’, nació el 28 de mayo de 1785, como estandarte de la marina española por su fácil visibilidad en las batallas navales. Y fue en 1843, con la Reina Isabel II, cuando se adoptó como bandera de España, siéndolo en todo este tiempo a excepción de los años de la Segunda República (1931-1939), cuando fue sustituida por la tricolor.
El escudo actual de nuestra bandera se rige por la Ley 33/1981 de 5 de octubre. Me gustaría resaltar que la iniciativa legislativa reguladora de nuestro escudo no tuvo su origen en un proyecto del gobierno de UCD, sino en una proposición de ley impulsada por el Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso. Eran los comienzos de nuestra democracia y era la época en la que los integrantes de todos los partidos políticos tenían un gran sentido de Estado, orgullo de su país y respeto a sus instituciones, sus símbolos, a la Constitución y al Rey.
Han pasado 48 años desde que murió Franco y, por tanto, desde la instauración de la democracia en nuestro país, y ahora mismo estamos viviendo una etapa inquietante, en la que parece que llevan las riendas de la situación aquellos partidos a los que el bienestar de España les importa muy poco. Nuestro país está cada vez más dividido entre los que respetamos todo lo que representa y simboliza España y los que sólo buscan la destrucción a través de la centrifugación de sus competencias.
La situación política actual, con partidos manifiestamente antiespañoles, antisistema, independentistas y que están en contra de todo lo que representa España, podría explicar ese rechazo a nuestra bandera.
Me dan mucha envidia esos países que orgullosamente lucen su bandera en todos los lugares posibles. Un ejemplo de amor a su bandera es EEUU. Tuve la ocasión de viajar a Nueva York y a Washington D.C. y no hay edificio público ni privado en el que no haya un mástil con la bandera estadounidense.
Y algo tan sencillo, tan normal en otros países del mundo, como es el colocar la bandera que representa a todos los ciudadanos del país en un lugar visible, aquí se convierte en una confrontación entre unos y otros.
Qué envidia sana me producen los americanos, los franceses o los ingleses, por ese orgullo a su bandera y a su himno. Ojalá algún día en España sea así. Seguramente nos irían mejor las cosas, porque eso sería indicativo de que todos remamos en la misma dirección… la del bien de nuestro país.
Es una magnífica noticia que Gijón cuente con una “banderona”que es la de TODOS los que defendemos la democracia, la libertad y la constitución.
La bandera rojigualda siempre ha estado a merced de monarquías absolutistas y dictadores. Incluso un intento de república muy dirigido interioremente no la cambió.
Se cambió en la 2º república, una época de avance social (voto femenino, una constitución igualitaria,…). Se decidió cambiar la bandera sustituyendo el color de una franja por el morado, color de los conocidos como Comuneros, gente que se «levantó» contra la monarquía de Carlos I, y también como símbolo de cambio.
El levantamiento militar contra el gobierno legítimo que llevó a la guerra civil y posterior dictadura usaba la bandera rojigualda, símbolo de imperialismo pasado. Fué de lo primero que recuperaron, junto a las atrocidades, ejecuciones y supresión de libertad de pensamiento.
Las cortes de 1978 la ratificaron, devolviéndole, tal como el dictador quiso, la jefatura del estado a una monarquía, y manteniendo la «estela nacional».
No genera rechazo. Simplemente simbliza una época que afortunadamente ha pasado. Personalmente creo que fué un error mantener la misma forma y colores.
Los herederos actuales de la dictadura en forma política, usan la bandera como arma arrojadiza. La usan como su corral de dominio, marcándola de homofobia, contra el libre pensamiento, contra la libre política,….
El discurso es la confusión. No quieren la España actual, libre, de libertad, sino quieren la España de hace 60 años, donde sus antepasados dominaban sobre los demás.
La bandera es un símbolo, y en nuestro caso esa representa algo que todavía está muy vivo dentro y amenaza con volver.