«Asturias tiene empaque y personalidad, como lo lleva demostrando quince años, para llevar a cabo una gala en donde se valore, frente a todo el sector y las personas amantes de las tablas, las mejores producciones de nuestra comunidad»
Tenemos la suerte de ser sede de los premios teatrales organizados, magníficamente, por EscenAsturias: los Premios Oh! De las Artes Escénicas. Asturias tiene empaque y personalidad suficientes, como lo lleva demostrando durante quince años, para llevar a cabo una gala en donde se valore, frente a todo el sector y las personas amantes de las tablas, las mejores producciones de nuestra Comunidad Autónoma del año, y cada temporada son muchas. Con nuestra manera de entender lo propio, es fácil escuchar el rechazo o las dudas ante las producciones de nuestras compañías (es sabido que tener un conocido cabeza de cartel facilita la promoción y venta, pero no por ello garantiza la calidad del espectáculo). Sin embargo, poco a poco, se van limando esas dudas, esas reticencias a lo próximo. Esto es posible, ha sido posible, por el gran trabajo que llevan realizando durante mucho tiempo direcciones, equipos actorales, producciones, distribuidoras… Un conglomerado de personas con una pasión y un trabajo: Teatro. Porque la profesión teatral viene desde la emoción; es a ella a donde se agarran aquellas personas que se dejan envolver por el telón, cabalgan sobre los sentimientos y conforman su sustento económico gracias a sus conocimientos y experiencias. No conozco a nadie del mundo de las tablas que no hable de su profesión con verdadero ardor, con reivindicaciones, por supuesto, pues el corazón jamás es conformista y el amor siempre es egoísta, pero con la efusión de una ocupación laboral que hace llorar, reír, sobresaltarse, entristecerse a aquellas personas que, en una sala, contemplan y admiran su trabajo.
La buena labor de nuestras compañías, algunas con muchos años en escena, otras recién formadas, hace que se vayan abriendo con más fuerza las fronteras cantábricas, llegando a circuitos y teatros de otras comunidades autónomas, potenciando el conocimiento sobre lo que aquí se hace y el serio trabajo que se realiza en Asturias. Madrileños, castellanoleonesas, cántabros, catalanas, abonan su entrada para disfrutar de las artes escénicas de nuestra Comunidad Autónoma, teniendo nosotros sus espectáculos esperando en teatros, centros culturales, salas alternativas cerca de nuestra casa, muchas veces de manera gratuita, otras con un coste mínimo, teniendo en cuenta personas en escena y en tramoya y coste de producción. Debemos aprovecharlo, debemos acercarnos a ver nuestro teatro, pues es fantástico. Claro que hay algunas obras que no nos gustarán, que no llenarán nuestras expectativas, pero ¿no ocurre lo mismo con otras compañías de otras autonomías? ¿Salimos de manera plena de toda obra de teatro? He visto espectáculos de actores de primer nivel que me hacían bostezar en el primer cuarto de hora y producciones desconocidas que recordé durante años. El arte, la creatividad, por mucho trabajo que haya detrás, es así.
No debemos olvidar nunca que, cuando nos sentamos en una butaca, estamos disfrutando de la creatividad, del arte, de la emoción que sobre el escenario se encuentra, pero también de trabajo. La cultura, el teatro, es trabajo, es actividad económica y sector empresarial. En el mundo cultural asturiano predominan autónomos y autónomas, junto con pequeñas empresas, (parecido al resto del territorio español) generadoras, no sólo de emociones, sino también de puestos de trabajo y sustento económico para muchas personas vinculadas, de una u otra manera, al sector. No podemos olvidar eso: la cultura es sector económico de gran importancia para nuestro país y nuestra Comunidad Autónoma. Aprovecharlo, mimarlo, cuidarlo, servirá para tener una sociedad más rica, más formada, más crítica, pero también un elemento que permita el crecimiento de PIB y favorezca la creación de empleo. En el plano económico, se debe valorar, que a veces se queda en la sombra, la importancia de la cultura en el turismo. El 18,5% de las personas que viajaron en 2022 por ocio, vacaciones o recreo, lo hicieron principalmente por motivos culturales, 28 millones de viajes, 23.800 millones de euros de gastos asociados. Eso es cultura.
«Tenemos grandes profesionales, tenemos una sala alternativa que genera sinergias y relaciones entre compañías, tenemos público formado… Tenemos mimbres para seguir disfrutando y potenciando la interpretación a través de los cuerpos moviéndose a golpes de emoción y mensajes»
En esta humilde reflexión sobre los premios Oh!, no quiero dejar de lado la importancia de la ESAD. La escuela superior de arte dramático con sede en Laboral es un motor educativo y formativo que debemos y tenemos que reflejar en este escrito. La apertura de la escuela a la sociedad, la buena formación que en ella se imparte, permite la amplitud en las posibilidades de empleo, así como el conocimiento por parte de la ciudad de su labor. Las ESAD asturiana, con su calidad en sus procesos de enseñanza aprendizaje, establece vínculos entre la formación y la profesión, diversificando y conformando el conjunto de profesionales que actúan en diferentes contextos vinculados a la creación. Las enseñanzas artísticas, cabalgando sobre su singularidad, permiten caminar hacia la mejora de la práctica profesional potenciando el dinamismo del teatro desde todos los puntos de vista. Ese dinamismo, esa llegada de nuevos y nuevas profesionales a través de la formación reglada garantiza la mejora, el intercambio de información y técnicas y por la tanto el crecimiento de las artes escénicas en Asturias.
Y si hablamos de olvido, que no se quede en nuestras lagunas la danza. Nietzsche decía que deberíamos considerar perdidos los días en que no hemos bailado al menos una vez. No vamos a decir perdidos los días que no hemos visto danzar alguna vez, pero sí debemos dejar esa reflexión para el impulso de la danza en nuestros espacios escénicos. Aquí, en la ciudad, contamos con Danza Xixón, una delicia que nos permite gritar a todos los equipamientos escénicos y a la ciudadanía la importancia de este arte escénico. Sigamos programando durante el año, en los diferentes espacios, una manifestación artística que habla con el cuerpo y el movimiento. Tenemos grandes profesionales, tenemos una sala alternativa que genera sinergias y relaciones entre compañías, tenemos público formado… Tenemos mimbres para seguir disfrutando y potenciando la interpretación a través de los cuerpos moviéndose a golpes de emoción y mensajes.
Por último, un aplauso enorme a Clowntigo Payasos. Tuve la suerte de ser maestro varios cursos en aulas hospitalarias, trabajar con los y las peques hospitalizadas, y solo puedo dar las gracias a ese colectivo que se acercaba a las camas a despertar sonrisas. Entre tanta bata blanca, tanto suero inyectado, tantos pediatras y enfermeros, una nariz roja, una peluca, iluminaba la cara de la infancia. Trabajar con colectivos vulnerables, la infancia la es, hace que me quite el sombrero hacia el gesto, las manos, la voz de personas que llenan de ilusión los pasillos de pequeños y ancianos. El clown hace reír, pero cuando lo hace en un hospital, abre también ventanas. Gracias y enhorabuena.