Barbón defiende su gestión mientras la oposición anuncia un cambio de ciclo

El cierre político del año en Asturias ha venido marcado por la tramitación de los presupuestos autonómicos y por un cruce de acusaciones entre el Gobierno del Principado y la oposición que anticipa un clima de alta tensión de cara a los próximos meses. El presidente del Principado, Adrián Barbón, calificó este martes de “enorme irresponsabilidad” la actitud del Partido Popular y Vox en el proceso parlamentario de las cuentas autonómicas, al considerar que ambas formaciones han intentado retrasar su aprobación hasta 2026, con consecuencias negativas directas para la ciudadanía.
En una rueda de prensa en Oviedo en la que hizo balance del año que concluye, Barbón lamentó que el presupuesto no haya podido aprobarse en la fecha inicialmente prevista, este lunes, aunque recordó que el retraso se debió, en primer término, a la ausencia del diputado de Convocatoria por Asturies, Xabel Vegas, en la comisión en la que debía votarse la ponencia de la ley. Un error que el propio Vegas reconoció públicamente y por el que volvió a disculparse.
El presidente autonómico subrayó que, pese a ese contratiempo inicial, PP y Vox “se han empeñado por todos los medios” en impedir que el debate presupuestario se cerrase antes de finalizar el año. Según Barbón, esa estrategia tendría “graves consecuencias para los asturianos”, ya que impediría aplicar en plazo medidas como las deducciones fiscales por hijos a cargo, para personas que residen en zonas despobladas o para colectivos como el de personas celíacas.
Barbón también se refirió a la posibilidad planteada por el PP de llevar a los tribunales el procedimiento parlamentario. “Es cosa de ellos”, afirmó, aunque añadió que este paso evidencia su voluntad de bloquear la aprobación de las cuentas. En ese sentido, explicó que una entrada en vigor en enero no perjudicaría al Gobierno, pero sí a la ciudadanía, al retrasar beneficios fiscales ya previstos.
El presidente fue más allá al asegurar que esta actitud responde a un interés concreto: “Solo quieren proteger a esa minoría que cobra más de 175.000 euros anuales en Asturias”, tramo al que se aplica una subida impositiva. Recordó, además, que el PP abandonó la negociación presupuestaria precisamente por este motivo, pese a que, según el Ejecutivo, el 80% de los declarantes —con ingresos en torno a los 35.000 euros— serían los principales beneficiados de la reforma fiscal.
Por su parte, Xabel Vegas celebró que la Comisión de Hacienda aprobase finalmente el dictamen de la Ley de Presupuestos, que será elevado al Pleno de la Junta General. El diputado reiteró sus disculpas por su ausencia en la votación anterior y afirmó que la aprobación del texto demuestra el “fracaso” de la estrategia de PP y Vox, a los que acusó de intentar forzar una prórroga presupuestaria “enormemente lesiva” para Asturias.
Vegas explicó que, a primera hora de la mañana, una junta de portavoces analizó un informe jurídico que rechaza “de plano” el recurso presentado por el PP contra el trámite parlamentario. A su juicio, el desbloqueo del proceso permite que Asturias cuente con unos presupuestos “basados en el reforzamiento del estado del bienestar”, con dos de cada tres euros destinados a sanidad, educación y servicios sociales.
La reacción del PP no se hizo esperar. La secretaria general de los populares asturianos, Beatriz Llaneza, aseguró que las declaraciones de Barbón evidencian que “ya se sabe perdedor” frente al presidente del partido en la región, Álvaro Queipo. En una nota de prensa, el PP habló de “caída en picado” del PSOE y de un cambio de ciclo político que, a su juicio, se consolidará en las elecciones autonómicas de 2027.
Llaneza acusó a Barbón de encabezar “el peor Gobierno de la historia de Asturias”, criticó la política fiscal del Ejecutivo y vinculó la gestión autonómica a la “sumisión” del socialismo asturiano al presidente del Gobierno central, Pedro Sánchez. Para el PP, el crecimiento de Vox y la fragmentación del espacio conservador no impiden que su proyecto sea, según sostienen, “la alternativa ganadora”.
Las críticas también llegaron desde otros grupos. La portavoz de Somos Asturies, Covadonga Tomé, cuestionó el balance anual de Barbón al considerar que muchos de los compromisos cumplidos son “tan abstractos que cuesta distinguirlos”. Reivindicó, además, que algunos de los logros citados por el presidente, como el impulso a la vivienda pública, la Atención Primaria o las políticas de salud mental, proceden de iniciativas de su formación. Tomé fue especialmente crítica con la situación del transporte ferroviario y con la falta de compromisos firmes de las multinacionales con el tejido industrial asturiano.
En términos similares se expresó el secretario general de Foro Asturias, Adrián Pumares, quien aseguró que el balance del presidente demuestra que está “totalmente alejado de la realidad”, especialmente en materia de vivienda, en un contexto de fuerte subida de precios.
Desde Vox, la portavoz parlamentaria Carolina López acusó a Barbón de estar “obsesionado con el poder” y de ignorar problemas como las listas de espera sanitarias, los retrasos en ayudas al sector ganadero o las necesidades educativas especiales. A su juicio, el discurso del presidente refleja a un Gobierno “desconectado de la realidad”.
Frente a estas críticas, Barbón defendió que los datos electorales que maneja la Federación Socialista Asturiana son “buenos” y que, hoy por hoy, el PSOE ganaría las elecciones en Asturias. Aseguró que existe una preferencia clara de la ciudadanía para que continúe como presidente y atribuyó parte de la tensión política al crecimiento de la extrema derecha y a la estrategia del PP. Un debate que, con los presupuestos aún en trámite y el horizonte electoral de 2027 en el punto de mira, promete prolongarse más allá del cierre del año.