«Las personas que no hemos tenido un cuerpo ‘normativo’ hemos crecido en un ambiente muy injusto y desmotivador»
«El mero hecho de existir no es una excusa para andar justificando nuestro cuerpo o nuestra salud»
María Rodríguez (Sevilla, 1986) o lo que es lo mismo, Pretty and Olé, es youtuber de moda de tallas de grandes pero, como ella misma confiesa, también es mucho más. Y es que desde sus redes sociales, dedicadas a una de sus grandes pasiones, la moda, ejerce también como activista y se ha convertido en el referente de miles de mujeres que no «casaban» con los cánones tradicionales. Poco a poco, María se ha labrado un nombre dentro de la industria, y las grandes marcas ya acuden a ella en busca de asesoramiento. Entre medias ha tenido que manejar las críticas, la exposición y la fama. Este viernes estará en el festival Metrópoli, donde llevará a cabo un Meet & Greet con el público. De todo ello hablamos con ella.
Para quien no te conoce, ¿cómo te describirías y cómo definirías lo que haces?
Trabajo como youtuber de moda de tallas grandes, ¡pero hago muchas cosas! Además de crear y producir audiovisualmente en redes, tengo líneas de productos propios, hago campañas de publicidad y asesoro internamente a marcas y plataformas para que sean más inclusivas. Mi misión principal es hacer que la industria de la moda amplíe su rango de tallas y sea más inclusiva, y concienciar al mismo tiempo a las personas para que olviden los prejuicios y se centren en sus motivaciones, sin importar cuál sea la forma de su cuerpo o del ajeno.
En tus vídeos y a través de tus redes sociales animas a todas las personas a salir, a comprar ropa, probársela y estar orgullosas de su cuerpo, sea como sea. ¿Qué respuestas recibes? ¿Eres consciente de que te has convertido en un referente para muchas de ellas?
¡Ay, la gente es muy bonita! Yo a mis seguidoras les llamo ‘cuerpos serranos’, y son siempre muy cariñosas, también en la calle. Lo más bonito para mí es que no solo ven o les gusta mi contenido, sino que dan las gracias por ello y eso para mí no tiene precio. Creo que el hecho de que se sientan agradecidas y vengan a contártelo emocionadas está a otro nivel. Eso es lo que hace que permanezca aquí tras tantos años, es la pura verdad. En el día a día pues recibo mensajes de cariño, me mandan noticias sobre la industria para estar al día… y lo que más recibo, muchas muchas preguntas sobre ropa (¡te diría que esto es un 80%!).
El caso es que las personas que no hemos tenido un cuerpo ‘normativo’ hemos crecido en un ambiente muy injusto y desmotivador, así que poder ofrecer consejos distintos de moda y mostrar que pueden usar tendencias, es maravilloso y la respuesta es siempre increíble. También es muy fuerte ver cómo agotan colecciones cada vez que publicamos vídeo nuevo, ¡eh! y supongo que eso es otra prueba del apoyo que nos tenemos.
Uno de los comentarios que más os hacen a las activistas es que “no es sano” o que “hacéis apología de la obesidad”, ¿vale la pena contestar a ellos, hacer pedagogía?
Depende. Creo que merece o no la pena según qué tipo de comentario sea, de quién provenga, del momento, o del perfil del influencer en particular, si es un tema que suela tratar. No es mi caso, yo creo que no merece la pena en mi red. Solo soy una persona a la que le gusta la moda, y es justo que pueda dedicarme a ello sin tener que justificar mi cuerpo todo el tiempo. Abogo por la diversidad de las personas y la salud mental como algo prioritario, y no instruyo a nadie sobre cómo debe ser físicamente, ni me gusta rebelarme de formas negativas. Y por eso no, no suelo contestar comentarios tan ignorantes… A veces no hay mejor respuesta que la ignorancia.
El mero hecho de existir no es una excusa para andar justificando nuestro cuerpo o nuestra salud, porque cada uno lidia con sus circunstancias personales e íntimas, y en muchos casos con traumas. No sabemos qué hay detrás de las personas y no podemos juzgarlas simplemente por estar presentes. Mis seguidoras la verdad que entienden todo esto a la perfección, así que cuando llegan ese tipo de comentarios, son ellas mismas las que se encargan de contestar a estas tontadas de forma buenísima.
Quienes estáis tan activamente en redes estáis sometidos continuamente a una presión muy alta ¿Cómo se sobrelleva en el día a día los comentarios, las preguntas, el que te puedan reconocer por la calle…?
En particular, lo llevo bastante bien y de forma muy tranquila, la verdad, pero no siempre ha sido así. Cuando tienes una audiencia muy grande y miles de personas te consideran en su día a día, sí, esa presión social te acompaña las 24 horas todos los días de la semana, y está en todas partes. Para las redes, tengo mis límites de uso y unos horarios para contestar a las seguidoras, y si no publico o contesto cada día algo nuevo la lógica me confirma que no pasa nada por mucho agobio que me entre, porque necesito conciliar el tiempo de vida familiar y social, y el trabajo fuera de pantalla. ¡Y las seguidoras lo entienden! Hay que interiorizar que ni somos robots ni podemos llegar a todo. Ojo, lo dice una workaholic.
Para el tema de la calle, pues te cuento que es otro tema diferente, porque ahí no tienes mucho control del asunto. Es un hecho salir a la calle y que no sepas quién te conoce, y hasta si vas a la compra o estás en una cita de Tinder sabes que te van a parar jaja, pero lo terminas viendo como algo natural. Y además, me siento muy agradecida porque mis seguidoras son siempre simpatiquísimas y se acercan con el corazón en la mano. Pero es verdad que de ser anónima a alguien conocida (y normalizarlo), se pasa personalmente por muchas etapas confusas… Hace unos 4 o 5 años, cuando me mudé a Málaga, me paraban muchísimo por la calle, incluso había gente que me seguía o que corría calle abajo gritando mi nombre. Y, la verdad es que sabía que todo era cariño, pero como me pillaba de imprevisto y nunca había vivido algo así, me preocupaba mucho que pudieran hacerme daño, así que empecé a velar por mi seguridad personal… La realidad es que tuve algunos episodios de agorafobia. No por las fans, sino porque no sabía cómo gestionar aquello. Gracias a todo lo superé, hoy tengo las herramientas
necesarias para gestionarlo… pero sí, me enseñó a estar alerta por si las moscas. Es muy común entre influencers pasar por episodios de ansiedad, así que para que no te afecte o altere, debes ser muy fuerte mentalmente.
Has publicado un libro, “Tengo un cuerpo serrano: Sé feliz en cada talla”, ¿cómo surgió este proyecto y qué vamos a encontrar en él?
Pues el tema de publicar un libro estuvo cociéndose un tiempo, y después de algunas propuestas bastante indecentes (de forma literal), fue Anaya la editorial que hizo que me lanzase. Tenía claro que quería contar mi historia sobre el cómo a lo largo de los años cambié la percepción que tenía de mi cuerpo, desde niña a la mujer que soy hoy. Así que en el libro podéis encontrar esa evolución, y el cómo me iba dando cuenta a contramarea del significado real de tantas cosas, desde el alma de una niña muy emocional y sin haber tenido referentes. Es un viaje muy bonito, la verdad, y también hay ejercicios en cada capítulo que a mí me sirvieron para valorarme más y llegar a estar agradecida a mi cuerpo. Todo, dentro de un marco gráfico muy bonito y muy andaluz.
Metrópoli ha apostado fuerte por el espacio ‘Metropolitanas’, ¿cómo llega esta colaboración? ¿Te dará tiempo a estar unos días en Gijón y disfrutar de la playa, la ciudad y de Asturias?
¡Sí, me encanta Asturias! Voy cada año porque tengo familiares y amigos en el norte, pero desde la pandemia no me ha sido posible volver, así que tengo muchísisisimas ganas de pasar unos días aquí porque me siento siempre como en casa. Conozco la mayor parte de la comunidad y no podría quedarme solo con un sitio, pero debo decir que Gijón ocupa un trocito de mi corazón. Como decimos los andaluces, Asturias tiene ‘duende’ y esto ha tenido mucho que ver para poder estar en Metropolitanas. Me siento muy unida a Asturias y sé que tengo muchas seguidoras aquí a las que estoy deseando ver y abrazar, y sobre todo poder charlar con ellas sobre nuestras motivaciones y sobre moda, pero esta vez en persona ¡¡estoy deseando!! Espero que vengan todas a verme!!!!