La AECC aprovecha la 68ª FIDMA para presentar su I Ciclo de Charlas de la Feria, un proyecto a futuro cuya primera edición analiza el rol del sector empresarial en la previsión y en el acompañamiento del paciente cuando es parte de su estructura

¿Es trabajar una maldición… O una bendición? Como a la hora de abordar tantas otras cuestiones, cada persona tendrá su propia opinión desde luego. Lo que resulta innegable es la importancia que la trayectoria profesional tiene en la vida de un individuo promedio. Al fin y al cabo, y sin poder ofrecer una precisión mayor, se estima que el desempeño laboral ocupa, aproximadamente, un tercio de la existencia. Y, con semejante proporción sobre el tapete… ¿Cómo no va a ser el ámbito profesional capital a la hora de afrontar algo tan serio como la detección de una enfermedad en alguno de sus cuadros directivos o empleados? Esa es la cuestión a la que la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) ha querido dedicar la edición inaugural del Ciclo de Charlas de la Feria Internacional de Muestras de Asturias (FIDMA), presentada esta mañana en la Sala Mirador del Palacio de Congresos del Recinto Ferial ‘Luis Adaro’, y que, en paralelo, ha servido para lanzar un guante crucial: una invitación directa a que las empresas estrechen lazos con la AECC de cara a contribuir tanto a la prevención de las distintas formas de cáncer, como al acompañamiento y apoyo de los pacientes y familiares una vez el diagnóstico positivo se ha confirmado.
Antonio Flecha, gerente de la AECC en Asturias, ha sido el encargado de desgranar una propuesta de colaboración en curso desde finales del año pasado, y que ya cuenta con participantes como la cadena de supermercados masYmás, el Grupo Resnova, la Lonja de Gijón o el Club de Calidad, primera entidad en sumarse. Las participantes, designadas desde entonces como ‘Empresa Activa Contra el Cáncer‘, reciben desde entonces un distintivo identificativo en formatos físico y digital, la prueba visual del afán por fomentar entre su plantilla hábitos saludables y prevención activa. La habilitación de espacios sin humo, la oferta de alimentos sanos en las máquinas de vending y en las cantinas, el fomento de pausas y hábitos vitales saludables, la organización de charlas identificativas y el acompañamiento activo de los trabajadores que padecen y superan un cáncer son algunas de las acciones a acometer por las compañías comprometidas, con la mirada puesta en llegar con todo ello a la mayor cantidad de personas posible. Y no es cosa baladí… Las estimaciones más optimistas hablan de que una de de cada tres mujeres, y uno de cada dos hombres, tendrá cáncer, y un tercio de esas personas recibirán la mala nueva mientras forman parte de la población laboral. A cambio de este esfuerzo, las empresas obtienen una mejora de su imagen pública, una mayor conexión emocional de sus empleados, y diversos beneficios fiscales. Todo ello, con visos de que sea sostenido en el tiempo.

Si Flecha fue el encargado de detallar el contenido del programa, Beatriz Álvarez, responsable jurídica laboral de la AECC, se ha encargado de resolver algunas de las dudas más incómodas que acosan a aquellos trabajadores diagnosticados de cáncer… Como, por ejemplo, si la empresa podría llegar a prescindir de sus servicios para no tener en encarar una baja prolongada y un proceso de readaptación, muy probablemente, dificultoso. A ese respecto, Álvarez ha arrojado un manto de esperanza, enumerando los recursos legales con los que quienes se vean perjudicados por una decisión así pueden contar para defender sus derechos laborales. Acto seguido, el protagonismo ha derivado hacia el Colegio Oficial de Médicos de Asturias; su presidente, Luis Antuña, ha sostenido un coloquio con Jesús Maujo, coordinación de Formación de la Fundación Médicos y de Asturias, y con Luis Martínez Escotet, secretario general del Colegio y presidente de la Unión Profesional ‘Asturias Descanso’, sobre la trascendencia del diagnóstico precoz y la relevancia de que las propias empresas insten a sus subordinados a acudir a los cribados periódicos organizados por el Sistema Público de Salud. Eso, en horario matutino, ya que esta tarde, desde las 16.30 horas, la actividad proseguirá, y concluirá, con una mesa redonda en la que varios profesionales del ámbito sanitario disertarán acerca de las necesidades de los pacientes más allá de los tratamientos terapéuticos. De moderarla se ocupará Yolanda Calero, presidenta de la AECC en Asturias.
La propia Calero ha inaugurado oficialmente el Ciclo esta mañana, recalcando que «el entorno de la empresa es privilegiado para hacer prevención«. Una importancia que se multiplica por medio de la labor coordinada con la AECC, entidad que, ha continuado su presidenta regional, «tiene que ser el 112 del cáncer: ayuda rápido, bien y gratis, por medio de profesionales que completan aquello que el sistema publico, por diferentes motivos, no alcanza a hacer». Su planteamiento ha sido reforzado por la vicepresidenta del Gobierno del Principado, Gimena Llamedo, consciente de que «una persona enferma no puede preocuparse por si va a conservar su empleo«; claro que, para evitar llegar a ese extremo, es fundamental ser previsor y recurrir, por ejemplo, a los cribados organizados por el área de Salud. «Siempre pensamos que esto no le va a ocurrir a uno, pero siempre encontramos a gente de nuestro entorno que está pasando por ello«, ha alertado Llamedo. Desde el flanco de las corporaciones, Rubén Castro, vicepresidente de la Federación Asturiana de Empresarios (FADE), ha concedido la necesidad de que «la empresa sea parte de nuestra familia y acompañe en las fase de diagnosis y choque, de tratamiento y lucha contra la desesperanza, y de postenfermedad, ayudando a su gente a volver a una vida normal«. Y Vicente Ferrer, vicepresidente de la Cámara de Comercio de Gijón, ha puesto el broche enfatizando que «cualquier sociedad desarrollada que se precie debe tener entre sus grandes objetivos la mejora de la calidad de vida«, y desenado que este ciclo de charlas de la AECC «se convierta en otra buena tradición de la Feria«.