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Aunque había conexión ferroviaria, la línea Oviedo-Gijón se estableció en los años 20 con autobuses de tamaño medio. Los primeros fueron de la marca suiza Saurer que era uno de los mayores constructores de camiones del mundo en esa época y que en 1930 ya incorporó la inyección directa a sus vehículos.
Hace cien años, la comunicación por carretera en autobús desde Gijón al resto de Asturias se limitaba a los servicios en dirección a Oviedo y a Ribadesella, ya que el resto de las rutas estaban cubiertas por ferrocarril, con líneas hacia el sur (Oviedo, Mieres y León desde la Estación del Norte), hacia la cuenca del Nalón (desde la estación de Langreo), más el ferrocarril de Carreño que solo llegaba hasta Candás, ya que la extensión hacia Avilés y Pravia fue mucho más tardía.