Belaunde estudió en el colegio Inmaculada de Gijón y en su equipo de fútbol – principal rival en los primeros años del Sporting- comenzó a dar sus primeras patadas a un balón

El fútbol comenzó en Asturias, como en el resto de España, siendo un deporte con cierto aire elitista del que disfrutaban chicos de familias pudientes. El nuevo deporte llega de la mano de jóvenes de la burguesía asturiana que lo conocieron en otros lugares de Europa. En el año 1900 Luis Adaro lo importa a Gijón tras practicarlo en el Chateau Lancy suizo y en 1902 funda el primer equipo de la ciudad, el Gijón Sport. La Universidad de Oviedo también jugó un destacado papel en la difusión del nuevo deporte. Bajo el rectorado del jurista Félix de Aramburu y Zuloaga, se daría firme apoyo al fomento de la educación física como parte integrante de la formación académica y, de ese modo, nace, en el año 1901, un equipo formado por estudiantes universitarios, aunque independiente de institución, la Unión Escolar Ovetense. Tenía su sede en la céntrica calle Marqués de Gastañaga y estaba formado, mayoritariamente, por estudiantes de Derecho y apoyado por las novedosas corrientes educativas surgidas a raíz del Grupo de Oviedo, un colectivo de profesores progresistas, colaborador activo de la Institución Libre de Enseñanza, en la que se promulgaba la necesaria educación integral del estudiante (combinando la formación física con la intelectual). En 1886, los profesores asturianos Adolfo González Posada y Adolfo Álvarez Buylla habían acompañado a Giner de los Ríos y a otros miembros de la Institución Libre de Enseñanza en una excursión pedagógica por Francia, Inglaterra y Bélgica, pudiendo observar y valorar los éxitos y las ventajas de la llamada “educación integral”. La aceptación del deporte a nivel universitario ayudó a que la afición al fútbol creciera día a día, tanto en prestigio como en número de seguidores.
n Gijón un grupo de estudiantes retornados a la ciudad, junto con el citado Luis Adaro Porcel comenzaron a jugar al fútbol en la playa de San Lorenzo, Tal era el caso de Juan Alvargonzález Treacher y sus primos, los hermanos José Luis y Romualdo Alvargonzález Caso (hijos de Calixto Alvargonzález Landeau, escritor y primer director del diario El Comercio). Así nació el Gijón Sport, un club polideportivo y cultural que daba cobijo también a otras disciplinas como el ciclismo, el ajedrez o el teatro. Poco después apareció la Sportiva Gijonesa, fundada en el 1904. En ese mismo año, surgieron otros equipos locales como el Shooting de Gijón, la Recreativa o el Balón Club. Otra persona clave en la implantación del fútbol en Asturias fue el gijonés Ismael Figaredo Herrero. Había jugado al fútbol en su etapa de estudiante en Bélgica y fue clave en su figura de directivo, llegó a ser presidente del Sporting y también mecenas deportivo. La primera noticia sobre el Sporting aparece en un diario local en fecha 17 de agosto de 1907. Se trata del listado de futbolistas que se desplazarán ese día a Oviedo para disputar un encuentro contra el Sport Ovetense, todos los jugadores pertenecen a la burguesía gijonesa, muchos de ellos de familias muy conocidas en la sociedad asturiana de la época. Semejante situación se vivía en la otra ciudad costera de la región: Avilés. La Villa del Adelantado fue, además, cuna, en 1903, del Avilés Sport Club, considerado el decano hoy -con el nombre de Real Avilés Industrial S.A.D.- del futbol asturiano.
Fue, por tanto, la clase media-alta local la que nutrió de jugadores también a los equipos de fútbol asturianos en sus primeros años de existencia. Y Asturias no fue una excepción, así que no es de extrañar que los primeros futbolistas asturianos que cosecharon éxitos deportivos disfrutaran de esta posición social privilegiada, tal y como fueron los casos de Aspiunza, Belaunde y Arango.
En 1903 se celebra la primera edición de la Copa de España, hoy denominada Copa del Rey, pero no es hasta 1908 en la que un futbolista asturiano figure entre los futbolistas de las plantillas ganadoras del preciado trofeo.
Ese citado año 1908 el Madrid se impuso en la final al Vigo Football Club y con el conjunto merengue formó un asturiano, José María de Aspiunza y García. El medio madridista tiene el honor de haber sido el primer futbolista asturiano en proclamarse campeón de Copa. Curiosamente, el jugador sólo disputó un único partido con el primer equipo del Madrid, y fue el de la final del torneo copero, puesto que pertenecía al equipo reserva madriidista , del que había llergado procedente del conjunto infantil, y fue reclutado de éste para disputar, en la posición de medio derecha, la final que supondría el cuarto entorchado copero del equipo blanco. José María de Aspiunza y García nació en Oviedo en 1889 y cuando apenas contaba dos años de edad se instaló, junto con sus padres y hermano mayor, en Madrid, ciudad en la que residiría el resto de su vida. Nieto del ilustre arquitecto Juan de Aspiunza e hijo del también prestigioso arquitecto José de Aspiunza y Urrutia. Su padre, alavés de Amurrio, había residido unos años por razones profesionales en la capital de Asturias, donde conoció a la joven avilesina Juliana García Sancho, con la que contrajo matrimonio. La familia García poseía un conocido hotel en la localidad de Salinas y durante toda su infancia y juventud fue el destino vacacional del futbolista, que incluso llegó a disputar algún partido en temporada estival con el Stadium Avilesino. Aspiunza se estableció para siempre en la capital de España, casado con María Josefa Sánchez Lozano con la que tuvo dos hijos. Una nieta suya, Silvia Arbulúa de Aspiunza, es la esposa del que fuera ministro de Asuntos Exteriores de España, Marcelino Oreja Aguirre.
Tres años más tarde, en 1911, la Copa fue ganada por el Athletic Club de Bilbao con la presencia de dos asturianos en su plantel, Celso Arango, natural de Cangas del Narcea, y Belaunde, aunque solo este último disputó la final. Luis Belaunde Prendes nació en Gijón en 1890. Su padre, era el banquero e industrial Luis Belaunde Costa, propietario del diario local “El Noroeste” y presidente del Banco de Crédito Industrial Gijonés. Además, el joven futbolista estaba emparentado con importantes familias del mundo cultural y político asturiano. Su tío, José Nava Caveda, que era, a su vez, sobrino del escritor José Caveda y Nava, se casó con María Mercedes Prendes Busto, sobrina política del escritor Armando Palacio Valdés e hija del que fuera alcalde de Gijón durante una década, Manuel Prendes Hevia.
Belaunde estudió en el colegio Inmaculada de Gijón y en su equipo de fútbol – principal rival en los primeros años del Sporting- comenzó a dar sus primeras patadas a un balón, a la par que su hermano Manuel. Tras finalizar sus estudios de bachillerato, prosiguió su formación en Suiza y allí continuó con la práctica del hoy “deporte rey”. A su regreso a Asturias con dieciocho años, entrenó con el equipo reserva del Sporting de Gijón y posteriormente jugó en el Somió F.C. para de ahí pasar, por fin, al primer equipo sportinguista, donde también jugaría su hermano Manuel. Posteriormente, a punto de cumplir los veintiún años, formó parte de la selección asturiana que se enfrentó al Madrid el 26 de octubre de 1910 y que derrotaron a los merengues por 0 a 3. El equipo asturiano estaba formado por Pola; Luis Valdés, Plácido Álvarez-Buylla, Manuel Vior, Quintana, Celso Arango, Luis Belaunde, Genaro Palacio, Salvador Galé, Vicente Álvarez-Buylla y José Olay. La actuación de los asturianos no pasa desapercibida y cuatro de sus futbolistas fueron fichados por el Athletic Club de Madrid: Belaunde, Arango, Palacio y Olay. Sus destacadas actuaciones en el conjunto madrileño le llevan a jugar como cedido en el Athletic de Bilbao para el torneo copero, llegando a proclamarse campeón de la citada Copa de 1911 con el equipo vasco, con un gol suyo en una final en la que el equipo vizcaino se impuso por 3 a 1 al Espanyol de Barcelona. Tras su exitosa etapa como futbolista, y casado con la vizcaína Asunción Fernández Montero, natural de Balmaseda, Belaunde fijó su residencia en El Escorial, localidad madrileña donde falleció en 1962.
En ese equipo del Athletic militaba otro asturiano que no tuvo minutos en la final, Celso Rodríguez-Arango Méndez-Castrillón, conocido futbolísticamente como Arango y nacido en Cangas del Narcea en 1884. El jugador asturiano sí tuvo presencia en la semifinal del torneo copero en la que formó línea de medios junto a su paisano Belaunde y a Mendiola. El Athletic derrotó en aquel partido que valió el pase para la final por 2 a 0 a la Gimnástica de Madrid. Al margen de su faceta como futbolista, Celso Rodríguez-Arango – que era primo del popular piloto de aviación gijonés Román Rodríguez-Arango- fue un prestigioso ingeniero de minas que llegó a ser subdirector de la Dirección General de Minas y Combustibles de España e ingeniero jefe del distrito minero de León. En la capital leonesa se estableció hasta su fallecimiento, acontecido en el año 1966.