Ambas entidades aprovechan el Día del Comercio de la FIDMA para presentar un proyecto para potenciar la digitalización, la sostenibilidad ambiental y el relevo generacional en el sector
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Más presencia digital, un mayor componente ‘verde’ y, sobre todo, la creación de una cantera sólida que garantice el relevo generacional. Esos son los tres pilares sobre los que se erige la idea de comercio futuro para los próximos cuatro años desarrollada conjuntamente tanto por la Unión de Comerciantes del Principado, como por el gobierno autonómico. Y el fruto de esa unión de fuerzas no es otro que el proyecto para la región que ambas entidades han presentado esta mañana en Gijón, con motivo de la celebración del Día del Comercio de la 66ª Feria Internacional de Muestras de Asturias (FIDMA). Su propuesta, han asegurado, no sólo aspira a ampliar y fortalecer el tejido comercial asturiano, y a adaptarlo a la realidad del presente; también pretende, como han enfatizado desde la Unión, fomentar entre comerciantes y aspirantes a serlo «el orgullo de su profesión».
En esencia, la propuesta conjunta, que se aplicará en distintos espacios urbanos y rurales, en forma de piloto, en los próximos meses, y se implementará plenamente en 2024, pretende, por un lado, adaptar el comercio a un entorno digital, a imagen y semejanza de programas como el asturiano DICA y el gijonés DIGICON, con el aprovechamiento del tratamiento de datos y la personalización de la oferta la oferta como caballos de batalla. Por otro, prevé hacer realidad una doble sostenibilidad ambiental y social, por medio de prácticas como el fomento de la segunda mano, o el reparto con vehículos con huella de carbono cero. Entre medias, la búsqueda de nuevos talentos se alza como una de las necesidades más apremiantes. «En los próximos diez años, alrededor del 15% del comercio asturiano se jubilará», ha recordado Carmen Moreno, gerente de la Unión de Comerciantes. Su esperanza es que para entonces, si el proyecto da los resultados esperados, «tengamos menos empresas, pero en más locales comerciales. Tenemos que reivindicar que es una profesión muy digna, que merece ser vivida y con la que pueden encontrar futuro profesional muchos jóvenes que ahora no se lo están planteando».
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Para Moreno, es mucho lo que la Administración Pública puede aportar en pos de alcanzar esa meta. Por ejemplo, «permitir el acceso de PYMES a los contratos públicos; cuando un Ayuntamiento compra botas para la Policía Local, puede hacer unos pliegos que permitan que que a ese concurso acceda una empresa minorista». O que «las ayudas sociales sean finalistas, de forma que, de todo lo que se aporte a las familias más vulnerables, haya una parte que se consuma dentro del comercio cercano asturiano». Su guante ha sido recogido por la consejera de Transición Ecológica, Industria y Desarrollo Económico, Nieves Roqueñí, quien ha afirmado que a partir de septiembre se redactará, por medio de una asistencia técnica, la hoja de ruta para establecer «cuáles son las mejores prácticas, qué demanda el sector, cuáles tienen mejor permeabilidad, qué necesidades hay para esa transición ecológica…».
De hecho, la jornada del Día del Comercio en la FIDMA ha permitido desgranar muchas de esas necesidades digitales y ‘verdes’ del sector, incluyendo la urgente reconexión del minorismo con el potencial cliente más joven y la adecuación de la eficiencia de la cadena de suministro y oferta. El colofón, empero, ha sido el homenaje, por parte de la Unión de Comerciantes, a las empresas Urbastur, Marta Ortiz Joya Diseño, Deportes Montico, Atlantic Acuarium, Calzados Riaño y Óptica Muiña, por haber sumado veinticinco de años como parte de dicha entidad. De la entrega de diplomas se han encargado la propia Roqueñí; Sara Menéndez, presidenta de la Unión; Ángela Pumariega, concejala de Economía del Ayuntamiento de Gijón; María Calvo, presidenta de FADE, y Pedro Ferrer, vicepresidente de la Cámara de Comercio gijonesa. En sus intervenciones, Menéndez ha exigido «acciones» de digitalización a la Administración, mientras que Calvo ha enfatizado el rol de comercio como «defensa de toda nuestra sociedad, del empleo que genera y de nuestras ciudades». Ferrer, por su parte, ha reseñado la necesaria «formación permanente» para encarar «las dificultades que está pasando el sector», y Pumariega ha concluido destacando que «ninguna política sería posible sin que la economía del municipio se viese sostenida por quienes de verdad creáis riqueza».