Preocupación entre los vecinos de El Muselín: “Van a activar al lado de nuestras casas una bomba de relojería”
Bajo el lema “Enterremos la regasificadora”, más de un centenar de personas vestidas de negro participaron en una marcha que arrancó anoche desde la plaza del Padre Máximo González, en las inmediaciones del recinto de la Semana Negra y terminó en la plaza del Marqués. Las organizaciones convocantes Ecoloxistes n´Aición, Red Gas no es solución, Greenpeace, ODG, la Federación Gijonesa de Asociaciones Vecinales (FAAVV) y la Plataforma Anticontaminación muestran así su rechazo al reciente anuncio por parte del Ministerio para la Transición Ecológica de la puesta en funcionamiento dentro de ocho meses de la planta propiedad de Enagás ubicada en el puerto gijonés del Musel. La instalación llevaba paralizada desde el año 2013 por incumplir las normas sobre distancias mínimas a los núcleos de población. Los vecinos del Muselín, el barrio más próximo a la instalación, contemplan con preocupación las noticias sobre su apertura.
La crisis energética por la guerra de Ucrania acelera los plazos para su apertura
España quiere utilizar la planta regasificadora gijonesa para almacenar gas descargado mediante buques a través del Musel y suministrarlo desde aquí al resto de Europa. Fue construída en 2012 pero nunca llegó a entrar en funcionamiento por incumplir las normas sobre distancias mínimas a núcleos de población según una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid.
Sotero Rey, presidente del colectivo vecinal de El Muselín, ha vuelto a mostrar su oposición a la planta: “ Estamos totalmente en contra, es una bomba de relojería” y recuerda que cuando comenzó su construcción, el ayuntamiento “intentó hacer desaparecer el barrio para evitar que nos levantáramos de las patas de atrás”. Cuenta Rey que “Nunca aludió a la regasificadora sino a temas como los derrumbes pero era solo una excusa”. El Muselín se considera el olvidado de Gijón: ”Somos los últimos para todo y los primeros para sufrir la contaminación”.
Mesa redonda en la Semana Negra: “A ver cómo la paramos”
Antes de la marcha fúnebre de ayer, los portavoces de las organizaciones convocantes intervinieron en una mesa redonda en el espacio Kamtxaka de la Semana Negra a la que también acudieron para transmitir su preocupación algunos vecinos de los barrios próximos al Musel que querían saber cuáles son los riesgos de la instalación. “El mayor peligro reside en el tránsito de carga y descarga de los buques. Puede producirse una fuga, un escape, un accidente y la población de las zonas próximas no está preparada para saber cómo actuar”, contó Paco Ramos de Ecoloxistes n´Aición. Ramos avanzó que las organizaciones ecologistas están estudiando posibles vías legales para paralizar de nuevo la planta ahora que la distancia a núcleos de población ya no tiene recorrido legal al haber cambiado la ley. “Esta es la tercera vez que cambian de criterio de uso desde su creación, quizás podamos actuar por esa vía”.
Para Marina Gros de la organización Red Gas No es la Solución,”la reactivación de la regasificadora del Musel no es un caso aislado sino que responde a una dinámica de potenciamiento del uso del gas”y apostó por la promoción de energías renovables: “Debemos plantearnos cómo queremos vivir y qué soluciones queremos tomar para dejar atrás los combustibles fósiles “.
La guerra de Ucrania ha obligado a cambiar los planes de los países miembros de la Unión Europea que a través de los Fondos de Recuperación Next Generation iban a impulsar proyectos dirigidos a combatir el cambio climático. Josep Nualart, miembro del Observatorio de Deuda de la Globalización, criticó el giro dado por la Comisión Europea que “Al cambiar los requisitos que pedían, permitirán a muchos países dedicar estos fondos a financiar políticas de choque a corto plazo para paliar la crisis energética en detrimento del uso de energías renovables”.
La ONG Greenpeace está realizando estudios para demostrar que el uso del gas se puede eliminar “pero depende de la voluntad política y un poco de dinero, contó “Francisco del Pozo. En España hay 8 millones de viviendas enganchadas al gas. La organización ecologista asegura que en 15 años podríamos ser independientes de este combustible fósil, sino “no habrá un planeta que salvar” y apostó por que los ciudadanos “sean dueños de su propia energía gracias a instalaciones como la fotovoltaica”.
La planta estará “plenamente operativa” dentro de ocho meses
La necesidad de gas aprieta y la presión esta vez sí, para la apertura de la regasificadora del Musel, parece real e inminente. La fecha: a finales de este año o principios de 2023 según anunció la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, que visitó la planta gijonesa hace unos días. Con una capacidad de almacenamiento de 300.000 metros cúbicos de gas natural repartida en dos tanques de 150.000 cada uno, Enagás calcula que en ella podrán cargar y descargar más de 100 barcos de gas natural licuado al año. Se aceleran los pasos para que esté operativa lo antes posible y con ello crece también el malestar de ecologistas y vecinos que anuncian que el proyecto volverá a encontrarse de nuevo con la oposición ciudadana. La marcha de ayer puede ser sólo el anticipo de un otoño caliente.
Eso es seguro a tope,informense bien por los que saben.
Ya está bien con la gente de Gijon que no permite evolucionar la ciudad ni en verde ni en sostenibilidad ni en empleo ni en nada!
Los políticos al menos en Gijón, no pueden hacer caso a algunos de sus ciudadanos porque iríamos en taparrabos aún.
Que pena!!!