El colectivo Soldepaz Pachakuti inaugurará este jueves en ‘La Sindical’ un mural concebido como homenaje a un colectivo que suma cientos de miles de personas en todo el mundo; en España, en 2023, se contabilizaron 15.126 desapariciones, 89 de ellas forzadas
Es uno de los mayores temores que cualquier padre o madre, hijo o hija, pareja, amigo o allegado puede llegar a concebir: que un ser querido, independientemente del nexo de unión existente, desaparezca. No que fallezca, o que resulte herido en alguna circunstancia trágica. Que su rastro se pierda, quizá para siempre. Comienza entonces un duelo que nunca acaba, una incertidumbre constante plagada de lógicas y destructivas preguntas formuladas a uno mismo: «¿Dónde estará?», «¿Cómo se encontrará?», «¿Volveremos a vernos algún día?»… Un calvario inimaginable, pero que gana aún más crueldad cuando dicha ausencia se revela involuntaria, impuesta por terceros. Es a ese colectivo, que suma cientos de miles de personas en todo el mundo, al que el colectivo internacionalista Soldepaz Pachakuti quiere rendir homenaje este 30 de agosto, Día de las Víctimas de Desaparición Forzosa. Y, como no podía ser de otro modo, la forma escogida para hacerlo ha sido el arte. Así, a las 13 horas de mañana jueves, si el tiempo lo permite, se inaugurará un mural conmemorativo que ha sido realizado al efecto en la fachada de la Casa Sindical de Gijón, el lienzo habitual desde el que esta organización libra sus batallas.
Aunque es difícil proporcionar datos completamente precisos, dada la escasez o ineficacia de las herramientas de conteo empleadas en no pocos países, las cifras con las que Soldepaz juega son realmente alarmantes. Y el ‘punto caliente’ de esa realidad es Sudamérica. Según el último informe presentado por la Federación Latinoamericana de Asociaciones de Familiares de Detenidos-Desaparecidos (FEDEFAM), en toda la mitad meridional del continente americano hay alrededor de 250.000 individuos desaparecidos por causas forzosas, con Colombia como mascarón de proa de esa oscura lista, rozando las 124.000 personas. Ante semejante coyuntura, y por macabro que pueda sonar, es imposible negar que Europa ha tenido, y aún tiene, más ‘suerte’. En España, por ejemplo, a tenor de las informaciones hechas públicas por el Ministerio de Interior, a 31 de diciembre de 2023 se tenía constancia de 15.126 desapariciones en total, de las que 89 habrían sido por imposición de terceros. De la primera de esas dos cantidades, el 61,5% de los ausentes fueron varones; el 48,9%, menores de entre 13 y 17 años, y el 66,3% resultó tener la nacionalidad española.