La plataforma Cuatro Patas Libres ya ha recogido más de cuatrocientas firmas para reclamar que se habilite el parque de los Hermanos Castro como zona para los perros durante todo el año; la Asociación Vecinal está de acuerdo
Abundan en Gijón las miradas que, desde comienzos de mes, están puestas en el 30 de abril. En la medianoche de ese día, martes para más señas, la ciudad habrá inaugurado oficialmente la temporada de baño de este 2024, limitada a los fines de semana y festivos durante las primeras dos semanas, y que estará a pleno rendimiento a partir del 15 de mayo. Ese día, anhelado por tantos miles de bañistas, pondrá en un brete a los propietarios de perros de la ciudad, que de la noche a la mañana verán suprimida la posibilidad de bajar con sus mascotas a la playa de San Lorenzo. Esa pérdida inminente, y las deficiencias detectadas en los distintos equipamientos caninos permanentes que existen en Gijón, ha llevado a un pequeño grupo de vecinos de La Arena a analizar la situación, evaluar posibles alternativas a San Lorenzo, recorrer las zonas potencialmente candidatas… Y localizar una que, quizá, sea la más adecuada para dar solución al problema: el parque de los Hermanos Castro. Una posibilidad por la que luchan desde hace una semana, recogiendo todas las firmas posibles que apoyen su iniciativa.
El fondo de esta maniobra no se cimenta en el mero capricho. «Es pura y simple necesidad, porque de todas las zonas caninas con que cuenta nuestra ciudad, ninguna está acondicionada, y estamos hablando de casi 37.000 perros censados«, argumenta Yenia Sánchez Fernández, erigida en portavoz de un colectivo que este pasado fin de semana hacía pública en las redes sociales su condición de plataforma, integrada en el movimiento nacional Cuatro Patas Libres. Los ejemplos paradigmáticos abundan; por ejemplo, el cerro de Santa Catalina, que ofrece un área «muy buena» para el disfrute de los perros, pero que «no tiene seguridad ninguna; pasa mucha gente que se los puede llevar por delante, y podrían caerse por el acantilado». De un tipo diferente son los problemas que ofrecen espacios como el parque para canes de El Bibio, próximo a la plaza de toros del barrio, «muy bueno al contar con fuente y zonas verdes, pero también muy pequeño, y delimitado sólo por un bordillo; sin valla, es muy fácil que el animal eche a correr, acabe en la carretera, o quitándole el bocadillo a un niño, y ya tendremos el problema».
Un posible motor turístico para una ciudad dog friendly
Por contraposición, el conocido como ‘parque inglés’, fundado, precisamente, un 30 de mayo de 2008, es un sitio perfecto. «Lo fácil sería pedir un prao en el parque de Isabel la Católica, pero sabemos que se emplea mucho para tomar el sol en verano, para pasear, para que jueguen los niños… En cambio, el de los Hermanos Castro es mucho menos utilizado, así que apenas molestaríamos a nadie«. Por si fuera poco, a juicio de Sánchez, como de todos sus representados, bastaría con una inversión mínima para acondicionarlo; «sólo necesitamos que lo vallen, y listo. Es amplio, seguro, alejado de zonas de riesgo… Podría ser el parque canino de referencia en Gijón», ahonda. Y aún más: de hacerse, alcanzaría la condición de complemento como reclamo turístico. «Mucha gente veranea aquí porque desde el Ayuntamiento se vende la idea de que somos una ciudad dog friendly, pero luego resulta que, de los cuarenta espacios caninos, ninguno está acondicionado«, detalla Sánchez. En cambio, si del Hermanos Castro se llevasen una buena impresión «lo trasladarían a sus amistades, como hacemos nosotros cuando salimos fuera, y eso ayudará a que esa forma de turismo vaya a más«.
Sánchez es una de la decena de residentes en el barrio que inició el movimiento, pero hasta la fecha son más de cuatrocientas las rúbricas recopiladas, tanto físicamente como a través del sitio web Change.org. Carpeta en ristre, fielmente escoltada por su perro ‘Balder’, ni ella, ni sus compañeros de causa dejan pasar la más mínima oportunidad de sumar aliados a la cruzada. El tiempo juega en su contra; el día 30 está ahí, a la vuelta de la esquina, y su intención es presentar por Registro su propuesta, armada con todas las firmas conseguidas para entonces, no más tarde del 26 de abril. Ahora bien, las muestras de solidaridad no escasean, y no sólo plasmadas en esas listas que crecen día a día. La misma Asociación de Vecinos de La Arena se ha mostrado partidaria de que el parque de los Hermanos Castro ofrezca tanto al barrio, como al conjunto de Gijón aquello que la ciudad necesita: un lugar amplio, resguardado, seguro y cómodo para que los perros disfruten todo el año, sin por ello molestar al resto de los ciudadanos.
«Nos gusten o no los perros, La Arena es un barrio en el que hay muchísimos, aparte de los que viene de otras zonas de Gijón»
«A día de hoy, el parque de los Hermanos Castro está bastante desaprovechado, así que… ¿Por qué no?», plantea María José Cuervo, presidenta del ente vecinal desde el pasado marzo. A ese deseo de utilidad se une lo detallado de la propuesta de Sánchez y los suyos. «Hemos visto que no es una frivolidad, sino algo estudiado, razonado y con sentido, aparte de que es verdad que los sitios que tienen ahora están bastante poco cuidado. Por ejemplo, en la parcela para perros que hay en la avenida del Molinón, donde el ‘kilometrín’ empiezan a proliferar las orugas ‘procesionarias’ desde los pinos, y son muy peligrosas para los perros; pueden llegar a morir si se las tragan», añade. Además, está convencida de que la habilitación del ‘parque inglés’ sumaría en cuanto a concienciación sobre la necesaria convivencia entre amantes y detractores de los canes. No en vano, «nos gusten o no los perros, La Arena es un barrio en el que hay muchísimos, aparte de que vienen otros de todo Gijón. Somos un referente para ellos, y tenemos que contribuir a que todos convivamos en paz«.
Ya sólo queda hacerse una pregunta clave… ¿Estará el Consistorio gijonés por la labor de atender esta reclamación? Sánchez trata de ser optimista. «Espero que, al menos, nos reciban y nos escuchen, que nos concedan ese honor», manifiesta. Eso sí, no se le escapa que la campaña no será fácil. Y no sólo por la escasez o abundancia de firmas en los listados. «Echamos en falta un poco más de sensibilidad por parte del Ayuntamiento«, admite. «No han sido capaces de darnos un censo barrio a barrio, que es algo imprescindible para evaluar qué sitios hacen falta, y con qué características. Además, ahora están sancionando a los dueños que llevan a sus perros sueltos por zonas no autorizadas; es algo con lo que estamos absolutamente de acuerdo, pero que las multas lleguen a 400 euros… ¡Es abusivo! ¡No hay ninguna multa de tráfico que te imponga eso por una infracción!».
400 euros por llevar a un perro suelto!!!
Que locura!!!
La vida de una persona vale mucho menos!!!
Igual lo que había que hacer es cobraros por uso y disfrute de los espacios públicos de la ciudad en vez de que pidáis y pidáis. A cuento de qué tenemos los demás que perder nuestras zonas de ocio?? Para que vosotros tengáis chucho????
Cobrar por uso y disfrute de espacios públicos, cuanto te cobran a ti?, pues lo mismo que a mi con mi.perro. que monserga con cibrar por uso y disfrute de zonas públicas. Cuanto cobran a las bicicletas?, cuanto cobran a los patinetes?, cuanto cobran a los que van en patines?, cuanto cobran a los que van corriendo?, todos estos y algunos más disfrutan de espacio público sin pagar nada, por que yo debo pagar por irconmi pero?
Pero estos, no van haciendo “popó”por la calle, para que otros la pisemos, dejando manchurrones en las aceras con el consiguiente gasto de agua, o haciendo “pipí”,pudriendo las farolas y bajantes de los edificios, con el consiguiente gasto para el municipio y los vecinos.
Coches: viñeta+o.r.a.+sanciones
Perros : Nada.
Simplemente, es llevar la ordenanza municipal de limpieza, a rajatabla.
Terminaremos andando, por una acera los que tienen perro y por la otra los que no lo tienen y tienen que andar mirando para el suelo para no meter el “popó” en casa.
No pierdes zonas de ocio, sino sabes convivir con más gente, puedes quedarte en casa.
Totalmente de acuerdo con solicitar el espacio adecuado para los canes, todo el año