«Sumergimos al usuario de audífono en ambientes de tráfico, cafeterías, restaurantes… Hace que el ajuste sea más certero y la adaptación más rápida»
Desde su creación en junio de 2020, Puntolab Audición se ha convertido en un referente tecnológico e innovador para las personas con pérdida auditiva. Durante esta corta pero exitosa trayectoria, Gijón Impulsa ha acompañado al emprendedor Rafael González-Ripoll en el desarrollo de su empresa. Una relación que comenzó con un clinic de Impulsa impartido por Kike Riesgo y que continúa este verano con la presencia de Puntolab Audición en el espacio habilitado por Gijón Impulsa en la Feria de Muestras (FIDMA).
Esta semana, los visitantes pueden informarse sobre los beneficios de la sala de sonido de Puntolab, que se ubica en la avenida de la Costa, 70. «La sala es nuestro valor distintivo -cuenta González-Ripoll-. Tiene un sistema 5.1 de audio que la hace envolvente. Sumergimos al usuario de audífono en ambientes de tráfico, cafeterías, restaurantes… Hace que el ajuste sea más certero y la adaptación más rápida. Contamos con micros propios y nos desplazamos al puesto de trabajo del usuario, como hicimos hace poco con una peluquera de Gijón. Hicimos una grabación del sonido ambiente de la peluquería para producir un programa especial en el audífono, adaptado a esa situaciones de personas hablando y secadores funcionando».
La tecnología de Puntolab Audición permite también escuchar las conversaciones de teléfono o la TV a través del audífono. Además, para intentar asemejar al visitante de FIDMA como funciona la sala de sonido, la firma tiene gafas con altavoces insertados con las que hacen una demostración de cómo sería la sala. Grabaciones de sonido ambiente del Dindurra o del Café Central son solo algunos de los ejemplos en los que se puede sumergir el usuario.
El crecimiento de Puntolab se ha basado en un sólido compromiso con los clientes, de los que afirma Rafael González-Ripoll «no haber recibido ninguna devolución, lo que supone que las cosas se están haciendo bien». El empresario estuvo cerca de 22 años trabajando en el sector de la audición y fue en 2019, cuando salió de la empresa, cuando empezó a poner negro sobre blanco una idea que ya perseguía desde hacía 7 años. El éxito es palpable y Rafael invita a todos los gijoneses a que conozcan su centro de la avenida de la Costa, donde les atenderá junto a sus compañeros Dani y Raquel.