Superado ya el ecuador del mes, y con el verano próximo a terminar, aún quedan, sin embargo, tres recalas previstas en el calendario de El Musel antes del día 30, y otras quince entre octubre y diciembre, previas a la clausura de la temporada
No… En contra de lo que los inconmensurables Fernando Fernán Gómez y Jaime Chávarri afirmaban sobre las bicicletas, en sus archiconocidas obra teatral y película, los cruceros no son sólo para el verano. Sí, de acuerdo, en el imaginario popular su presencia en los muelles del Cantábrico español suele asociarse a fechas estivales pero seamos prácticos, y vayamos a los hechos. A sólo cinco días para la entrada oficial del otoño, fechada para el 22 de septiembre, la ciudad de Gijón todavía aguarda la friolera de dieciocho recalas de tales gigantes de los mares antes de que acabe 2025. De hecho, tres de ellas se producirán en las próximas dos semanas, en la forma de los buques ‘Silver Spirit’, ‘Azamara Quest’ y ‘Spirit of Discovery’. Y, por si fuese poco, todo apunta a que dos de esos navíos coexistirán en El Musel durante sus respectivas escalas.
Efectivamente, si las previsiones que maneja la Autoridad Portuaria se cumplen será a primera hora del 21 de septiembre cuando llegue el primero de dichos titanes… Que no será desconocido para los más observadores. Será el ‘Silver Spirit‘ el mismo mastodonte de lujo adscrito a la naviera monegasca Silversea Cruises que ya se detuvo en aguas gijonesas a finales de este mayo. Su construcción comenzó en 2008, en los prestigiosos astilleros italianos Fincantieri, y el 27 de febrero del año siguiente sus 195,8 metros de eslora (longitud), sus veintisiete de manga (anchura) y sus 36.009 toneladas de registro bruto tocaron las aguas por primera vez. Claro, que la bestia que arribará a Gijón no será tan ‘humilde’… En 2018 el ‘Silver Spirit’ fue sometido a trabajos de modernización y ampliación, añadiéndole quince metros más de eslora, aumentando su peso a 39.519 toneladas brutas y elevando su capacidad de los 540 pasajeros iniciales a los actuales 608, con una dotación teórica de 412 profesionales. Casi nada.
Será precisamente el 21 de septiembre cuando el ‘Silver Spirit’ se ‘cite’ en El Musel con el segundo visitante esperado antes de que acabe el mes. No en vano, ese mismo día, y poco más de un año después de su última visita, echará amarras el ‘Azamara Quest‘, uno de los cuatro cruceros que opera la línea estadounidense Azamara Cruises. De hecho, el ‘Quest’ es el segundo barco más veterano de esa flota, y uno de los que atesoran una trayectoria más variopinta… Encargado en 1997, fue puesto en grada en los astilleros franceses Chantiers de l’Atlantique de Saint-Nazaire al año siguiente, botado en 1999 y puesto en servicio en 2000, al servicio de la desaparecida compañía noruega Renaissance Cruises y bajo el nombre ‘R Seven’. Fue, eso sí, un periplo efímero; en 2001 la empresa quebró y en 2003, tras dos años de inactividad en manos de Cruiseinvest, el buque pasó a control de la alemana Delphin Seereisen, que lo rebautizó ‘Delphin Renaissance’.
Y así permaneció los siguientes años, hasta que en 2006 fue cedido a la también extinta naviera española Pullmantur Cruises, que lo designó ‘Blue Moon’. De nuevo, esa experiencia fue corta, pues en 2007 Azamara Cruises se hizo con la embarcación, dándole su nombre actual. Una vida de lo más aventurada para un gigante de 181 metros de eslora, 25,46 de manga, que desplaza 30.277 toneladas… Y al que no siempre ha acompañado la buena suerte: en 2012, navegado en aguas de Filipinas, un incendio declarado en su sala de máquinas dejó a cinco tripulantes heridos, y en 2016, durante la maniobra para acceder al puerto neozelandés de Picton, ‘rascó’ las rocas de los Marlborough Sounds, una serie de valles submarinos que caracterizan la zona. Afortunadamente, en ambos casos no hubo que lamentar víctimas mortales.
Queda, eso sí, un tercer navío que se detendrá en Gijón antes de que septiembre expire y, de nuevo, puede que su silueta y librea resulten familiares al público… Aunque hay truco en ello. En efecto, el día 29 llegará a la ciudad el ‘Spirit of Discovery‘, una de las estrellas en alza de la británica Saga Cruises, y ‘gemelo’ de aquel ‘Spirit of Adventure’ que atracó en El Musel allá por abril. Desde luego, las características de ambos barcos son muy similares… Con 236 metros de eslora y 31,2 de manga, este animal marino desplaza la barbaridad de 58.250 toneladas, y puede transportar a 999 cruceristas, con una tripulación de 523 personas entre personas de máquinas, de puente, de cubierta y de hostelería. Como curiosidad, aunque fue construido en los astilleros Meyer Werft de Papemburg, en Alemania, en su botadura, acontecida el 12 de mayo de 2019, ejerció de madrina Camilla Parker Bowles, por entonces duquesa de Cornwall y, hoy por hoy, consorte del rey Carlos III, monarca del Reino Unido y de la Commonwealth. Una conexión con la familia real británica, la del ‘Spirit of Discovery’, que no le impidió caer en las garras de una terrible borrasca en noviembre de 2023, mientras navegaba por el golfo de Vizcaya; el suceso causó heridas a un buen número de pasajeros, y obligó al comandante a suspender la travesía y poner proa al puerto de partida.
En fin… Como se ha dicho, a la temporada de cruceros aún le queda mucho movimiento en Gijón; al fin y al cabo, independientemente de esas tres naves todavía quedan otras quince que, en ausencia de imponderables, amarrarán en los muelles locales. Una lista larga y ecléctica, que incluye tanto a viejos conocidos de los gijoneses, como el ‘Ambience’ o el ‘Borealis’, como buques más exóticos, como los MSC ‘Virtuosa’ y ‘Preziosa’, el ‘World Voyager’ o el ‘Hamburg’. Ese último, que se prevé que arribe el 2 de diciembre, pondrá punto final a la presente temporada.
