La ‘Carta’ de Nacho Poncela: «Más de salud para todo el mundo y que la ampliación y reforma del Hospital de Cabueñes vaya de esta»
No hay paseo mejor que el del 5 de enero. Y no porque a estas alturas estemos como para creer en los Reyes Magos, pero convendrán conmigo en que en nuestro fuero más interno nunca perdemos ese espíritu infantil que supone la noche previa a la celebración del día de Reyes. Y sobre todo cuando hay niños por el medio, la noche de hoy y el día de mañana se convierten en unas de las horas más especiales del año, por mucho que le pese al gordito de rojo que año tras año ocupa cada vez más espacio en la decoración navideña de ventanas y balcones.
Esta tarde iré a ver a los Reyes para entregarles mi carta, mis deseos, anhelos y peticiones en este año 2022 que tiene que ser el de la recuperación. Yo siempre le pido a Baltasar, pero ya que estamos sumo a mi Carta a Gaspar y Melchor, que mejor trino que uno.
Queridos Reyes Magos:
Sin entrar en consideraciones demasiado profundas sobre cómo nos hemos comportado cada uno, os pido que 2022 llegue cargado de más personal para los centros de atención primaria y que, al menos, no sea necesario echar una mañana (en concreto, 140 llamadas entre las nueve y las doce) para que al final te atiendan y te digan que lo mejor es que pases por el centro de salud.
También os pido un poco de cordura y solidaridad social para que no utilicemos los servicios públicos como si disparásemos con pólvora del rey. Me refiero a que solicitar una PCR en un autocovid para poder ir tranquilos a una cena de amigos no es de recibo. Aseguro que las farmacias tienen suficientes test de antígenos.
Más de salud para todo el mundo y que la ampliación y reforma del Hospital de Cabueñes vaya de esta, os quiero pedir que de una vez por todas Gijón disponga de una estación de autobuses y no de un hangar con fachada protegida; que la estación de trenes no siga siendo provisional otros diez años, y que el túnel del metrotren cumpla cuanto antes con el objetivo para el que fue proyectado y construido.
Y si tenéis un momento, traednos también un poco de discernimiento político para que el Muro de San Lorenzo y los planes para reducir el impacto y uso del vehículo en la ciudad no se conviertan en una especie de laboratorio del doctor Bacterio.
Pido también para nuestros barrios, porque los baches son iguales en una calle del centro que en una de Roces, Portuarios, Contrueces, Tremañes o Monteana. Lo que no está clara es la diligencia política a la hora de acometer arreglos en estos últimos. De paso o pido que de una vez por todas se arregle uno de los puentes que une la senda fluvial con la calle Gloria Fuertes y que lleva cerrado hace años, supuestamente, porque no está claro qué administración tiene que acometer las obras.
Y ya que estamos de barrios, pido a los Reyes para ver si de una vez por todas se ponen en marcha medidas realmente efectivas para bajarle los humos, los malos, a la zona oeste de la ciudad y también que se encuentre una solución al eterno conflicto de la depuradora del Pisón.
No quiero abusar, majestades, pero no puedo acabar esta carta sin otras tres peticiones. La primera es que disfrutemos y usemos más los recursos culturales de la ciudad. Resulta sorprendente el bajísimo uso de los Bonos Gijón para acceder con descuento a gastos culturales frente al masivo uso de la oferta en hostelería. Leer y comer componen una dieta perfecta.
La penúltima petición es que el Sporting vuelva a ser el equipo de la letra de su himno “vencedor por los campos de España” y la última: si puede ser, que el Niño se quede mañana en Asturias.
Feliz Año.