La espera media para operarse se sitúa en 83 días y todas las cirugías garantizadas están por debajo de los 180 días

Asturias cerró el mes de noviembre con 22.231 pacientes en espera estructural para una intervención quirúrgica, una cifra que confirma la tendencia a la baja registrada en los últimos meses. Son 317 personas menos que en octubre y 1.238 menos que en noviembre de 2024, según los datos difundidos por la Consejería de Salud. A este descenso se suma una mejora en los tiempos: la demora media se situó en 83,21 días, casi cinco menos que hace un año y por debajo del registro del mes anterior.
Desde el Gobierno del Principado destacan que estos resultados responden a un aumento de la actividad asistencial y a la estabilización de los procesos con garantía de tiempos máximos. No en vano, los hospitales asturianos realizaron en noviembre 5.934 intervenciones programadas, el mejor balance para este mes en los últimos ocho años, un hito que refuerza la lectura positiva de las cifras.
El informe pone el foco en los seis procesos quirúrgicos garantizados —cirugía cardiaca valvular y coronaria, cataratas, prótesis de cadera, prótesis de rodilla e histerectomía—, donde se observa una estabilización del número de pacientes pendientes. En todos los casos, la demora es inferior a los 180 días, el límite establecido por la normativa, lo que indica que el sistema está cumpliendo con los plazos comprometidos.
Consultas hospitalarias: más actividad y esperas contenidas
La actividad en consultas también mantiene un volumen elevado. El Servicio de Salud del Principado de Asturias (Sespa) realizó 159.237 consultas hospitalarias en noviembre. Aun así, el mes cerró con 113.643 personas pendientes de una primera visita al especialista, con una espera media de 97 días.
Por especialidades, la demora para consultas de digestivo, ginecología y otorrinolaringología se sitúa por debajo de los dos meses, mientras que urología y cardiología superan ese umbral por un margen muy reducido, según los datos oficiales.
Pruebas diagnósticas: descenso interanual y una excepción
En el ámbito de las pruebas diagnósticas y técnicas, a finales de noviembre había 31.889 pendientes, 243 menos que en el mismo periodo de 2024. La demora media es inferior a dos meses en prácticamente todas las pruebas, con una única excepción: las resonancias magnéticas, que alcanzan una espera media de 62 días.
En conjunto, las cifras dibujan un escenario de mejora progresiva en la sanidad asturiana, con más actividad, menos pacientes en lista de espera y tiempos de atención que, aunque aún desiguales según el servicio, avanzan en la dirección marcada por la Consejería de Salud.