La zona oeste vota con la esperanza de que “las cosas vayan a mejor”; los colegios electorales han estado concurridos en El Natahoyo y La Calzada desde primera hora de la mañana
“Votar es nuestra obligación, después los políticos, que hagan lo que quieran”
El día acompaña, hay buena temperatura y los gijoneses de la zona oeste de la ciudad, se han animado a salir a votar desde primera hora de la mañana. Los más madrugadores, como suele ser habitual, personas mayores que como Soledad, de 69 años y vecina del Natahoyo, prefiere hacerlo “cuanto antes mejor para que no se junte mucha gente y si lo dejas para última hora, igual se te olvida”. Ella fue fue de las primeras en meter su papeleta en la urna de una de las mesas del colegio público El Lloreu. “Votar es nuestra obligación, después los políticos hacen lo que quieren, pero sobre nosotros tenemos que cumplir”.
Entre los más madrugadores también se encontraban Felipe y Manuel, de 77 y 72 años, que después de votar hacían tertulia en el patio del colegio. Madrugadores y de ideas fijas, según cuentan. “Nosotros siempre somos de los primeros en venir a votar”, cuentan. “Yo siempre voto al mismo partido”, comenta Felipe, a lo que Manuel apostilló “y yo también”. También desde primera hora están a pie de urna los interventores de los diferentes partidos políticos como Mari Carmen López, de 57 años y acreditada por el PSOE recuerda “desde que se presentó la primera vez Felipe González”. Como todos los ciudadanos que ejercen este papel, pasará el día en el colegio electoral hasta que se haga el recuento. “Nuestra labor consiste en mirar, que haya las papeletas de todos los partidos y que las votaciones se desarrollen de forma correcta”, explica. “Para mí es una forma de ayudar”.
Colas en los colegios de La Calzada para votar a mediodía
Al mediodía, las colas empezaban a notarse ya en el colegio público Martínez Torner de La Calzada. Se acerca la hora del vermú y muchos gijoneses hicieron coincidir el paseo dominical y la cita con las urnas. Agapito Fernández, vecino de La Calzada, vota siempre en este colegio “y a los mismos, pero no te digo cuales”, comenta. Como muchos ciudadanos, confiesa votar “con la esperanza de que vayamos a mejor porque entonces, mejor no hacer nada”, explica. “Pero sí, yo creo que se va a ir a mejor”. Menos optimista se muestra Maria Lusa Martínez, que cuenta que nunca falta a las convocatorias electorales con un “hasta ahora nunca fallé”, si bien matiza cuando se le pregunta qué espera de los resultados que arrojen las urnas “esperanza siempre se tiene pero muy poca. No espero mucho de lo que salga de las urnas”.
Mari Mar acudió con su marido Juan dando un paseo y con su voto metido en el sobre desde casa. “Nosotros venimos todos los años. A ver lo que sale y a ver lo que se arregla, que estamos muy jorobados, habrá que esperar a ver”, dicen. La Calzada es con 19.737 el segundo barrio con más votantes censados tras El Llano con 30.727.