Ramón Peralta, plata hockey patines Barcelona 92
“En Asturias hay algo que no funciona en el hockey cuando Madrid o Galicia te han pasado por delante y el País Vasco está subiendo mucho. Antes éramos la referencia tras Cataluña”
“Tener un Museo Olímpico significa que Asturias tiene, ha tenido y tendrá deportistas que han estado en lo más alto representando a España y Asturias por todo el mundo. Eso es increíble”
Barcelona 92 pasará a la historia por ser la cita en la que seis asturianos obtuvieron seis oros. Sin embargo, poca gente recuerda que en el medallero asturiano también hubo una plata en hockey sobre patines. En aquel combinado nacional estaba Ramón Peralta (Oviedo, 1969), uno de los grandes jugadores de un deporte que tan sólo fue olímpico en Barcelona. Más de tres décadas después, y con una amplia trayectoria, el asturiano vuelve a casa para ponerse al frente del Telecable Hockey Club. Al igual que la mayoría de los profesionales, apuesta por un Museo Olímpico como fórmula para que la sociedad asturiana conozca los logros que se han obtenido en el Principado.
Usted es de los que conoce el sabor de un metal en los Juegos Olímpicos…
Sí. La verdad es que he sido un privilegiado porque sólo ha habido diez en el mundo del hockey sobre patines en España. También había otro asturiano como entrenador de porteros Ismael Mori y lo cierto es que es una cosa única que tienes que vivirla para saber lo que sientes.
¿El paso del tiempo ha borrado de su cabeza aquel éxito de Barcelona 92?
No. Soy una persona que se me olvidan mucho las cosas, no tengo esa capacidad que tienen otros para acordarse absolutamente de todo, pero hay cosas que no se borran y Barcelona 92 ha marcado toda mi etapa deportiva. Solo el hecho del desfile inaugural fue una locura.
¿Entraban en las quinielas o fue una sorpresa?
Entrábamos en las quinielas para ganar el oro, la sorpresa fue no ganarlo. Jugábamos en casa, teníamos una buena selección, pero ya sabes que al final sólo puede quedar uno. Llegamos ganando absolutamente todo: los partidos de la primera fase, segunda, cuartos, semifinales… No diremos que Argentina llegó al último encuentro de casualidad, pero había perdido y empatado partidos. Sin embargo, ahí estaban y el encuentro que tienes que ganar es la final. Por mala suerte no lo pudimos conseguir.
“Ni siquiera sirvió que el presidente del COI Juan Antonio Samaranch hubiera jugado a hockey sobre patines para que el deporte siguiera siendo olímpico tras Barcelona 92”
¿Se siente extraño por haber triunfado en un deporte que sólo fue olímpico en la cita de casa?
Sí porque que es un deporte que el que lo vive disfruta de él y cualquier persona que venga a ver un partido en directo dirá que no comprende cómo este deporte no puede ser olímpico y más viendo algunos que están saliendo últimamente en las olimpiadas, modalidades que realmente no las conoce absolutamente nadie. Otra cosa que nos extrañó mucho es que el presidente del COI Juan Antonio Samaranch había jugado a hockey sobre patines y era un aliciente más que nos podía reenganchar. Ni con esas fue posible.
¿Les cortaron las alas en su mejor momento?
No, cortarlas no, pero por toda la trayectoria del hockey sobre patines en la Olimpiada en Barcelona merecíamos que el deporte hubiera seguido siendo olímpico. Es una pena porque es un deporte espectacular y muy completo que aúna equilibrio, habilidad y destreza con el stick.
Lo digo porque viniendo de una plata en Barcelona 92, hubieran sido candidatos al título en Atlanta.
Por supuesto, eso lo tengo claro y no solo en Atlanta 96, también en Sídney 2000. España es una potencia mundial en hockey sobre patines, la más laureada junto con Portugal y cada año estaríamos compitiendo absolutamente por todo, igual que ahora se están ganando los World Roller Games o europeos a nivel masculino y femenino. Evidentemente es una oportunidad perdida porque estaríamos en la parte alta del medallero seguro.
En ocasiones, parece que la política está por encima de la competición.
Siempre se puede hacer más, ayudar mucho más, sobre todo a los deportes más minoritarios. Está claro que hay deportes que mandan, el fútbol es el rey y a partir de ahí los demás nos vamos adaptando. Seguramente tampoco haremos las cosas demasiado bien y habrá que mejorar, está clarísimo. Tenemos que aprovechar oportunidades e ir creciendo poco a poco y las que hemos dejado escapar, intentar que no vuelva a suceder para que en un futuro lleguemos a alcanzar los objetivos.
“Nunca se me olvidará la puerta de salida hacia el Estadio Olímpico, la luz con miles de personas llenándolo y el resto de las selecciones colocadas el día que arrancaba todo”
Dígame algo que no ha olvidado de Barcelona 92…
El momento de entrar en el Estadio Olímpico. Primero nos colocaron en el Palau Sant Jordi a todas las selecciones y como éramos la anfitriona salíamos los últimos. Desde el lugar en el que estábamos veíamos como iban desfilando todas las selecciones y dentro había un ambiente muy bueno porque todos cantábamos: ‘Hola fondo norte, hola fondo sur’, eran muchas horas esperando. Después te van sacando y colocando en los aledaños del Estadio Olímpico, pasas por debajo de la grada y vas oyendo un run-run, se me pone la piel de gallina al recordarlo, y cuando ves a lo lejos la puerta de salida hacia el Estadio Olímpico, la luz con miles de personas llenándolo y el resto de las selecciones colocadas es un momento que no se me olvidará nunca.
Mire que se han celebrado Juegos Olímpicos, pero pienso que no ha habido una mascota que haya despertado tanto cariño como como Cobi.
Sí. Supongo que, porque también era parte nuestra, se le coge mucho cariño y aparte fue un antes y un después de los Juegos Olímpicos Modernos. Barcelona hizo unas Olimpiadas que marcaron lo que ahora es el camino del resto de citas, el cuidado de cada detalle, el encendido de la antorcha…
Usted salió del Colegio Santo Domingo de Oviedo, la que está considerada como una de las mejores canteras de los años 70, 80 y 90. Ha formado parte del Igualada, el Barça o el Reus. ¿Cataluña es una comunidad que da al deporte el papel que merece?
Hoy, sí. El deporte en Cataluña está muy bien valorado, hay muchas ayudas y mucho practicante. En hockey sobre patines lógicamente es la cuna del deporte. La lástima es que Asturias había sido la segunda comunidad después de Cataluña que plantaba cara en campeonatos de España, en OK Liga teníamos equipos y esto se perdió. Antes comentabas que los dominicos eran la cuna del hockey y fíjate que desde que el padre Valdés dejó de enseñar en los dominicos empezó un poco el declive de las nuevas generaciones del hockey asturiano.
Desde la distancia, pero no desde el desconocimiento ¿Asturias debería cambiar su idea sobre el deporte? Digo porque para entregar trofeos y aplaudir podemos servir todos.
Hasta ahora lo he visto desde fuera porque estaba más centrado en Cataluña. En hockey lógicamente hay algo que no funciona cuando Madrid o Galicia te han pasado por delante y el País Vasco está subiendo mucho. En Gijón tenemos un equipo en OK Liga Femenina que lleva muchos años y es un ejemplo de trabajo, de compromiso y de esfuerzo porque es muy difícil mantenerse fuera de Cataluña a este nivel. Realmente están haciendo las cosas muy bien y es el ejemplo de trabajo a seguir para mantenerte arriba.
En un deporte como el hockey patines ¿la modalidad femenina también tiene que pelear más que la masculina?
Evidentemente. El deporte femenino en general antes prácticamente no se veía por televisión, ahora eso ha cambiado muchísimo. La semana pasada estuve viendo los cuartos de final de España en fútbol y disfrutas porque han crecido una barbaridad. El deporte femenino a nivel físico, técnico, de compromiso, ha vivido un cambio brutal y poco a poco se les va dando mucho más espacio, pero aún falta mucho por caminar.
Tras toda una vida en Cataluña, ¿la vuelta a casa es rara?
Sí. Parece mentira porque venía siempre en Navidad y en verano a estar con la familia y amigos y ahora lo comentaba con mi mujer. No echo de menos lo de Cataluña, pero es como si todavía estuviera de vacaciones. Hasta que no empiece realmente la pretemporada, estoy viviendo como si estuviera de vacaciones. Muy contento y feliz por volver a casa, pero aún asimilándolo.
Con el reto del Telecable nada más y nada menos.
Es un reto súper importante y lo cojo con una ilusión y unas ganas tremendas porque el equipo está peleando cada año por ganar títulos. Soy una persona muy competitiva, lo era ya desde pequeño, y mi objetivo es venir aquí, dar el máximo y obtener el mayor número de títulos posibles porque el club y la afición se lo merecen y las jugadoras lo están peleando cada día.
Además, con un viejo conocido como Fernando Sierra en el club.
Estos últimos tres años llevaba un equipo femenino en Bigas y lo he sufrido como entrenador, pero tenemos mucho feeling, muchísimas cosas en común, nos hemos puesto de acuerdo súper rápido y es un lujo poder trabajar con él.
¿Echa de menos la pista?
Ahora ya no. Siempre me pongo los patines en todos los entrenamientos. De vez en cuando juego con veteranos porque cuando ya has hecho todo lo que tenías que hacer, en la pista te gusta jugar pachanguillas, eso sí. A partir de ahí coges el rol de entrenador y te pones en la piel de las jugadoras: qué piensan, cómo les puedes ayudar y se te pasa un poquito el mono.
Siendo asturiano, las nubes o la lluvia no serán un problema…
Lo que más voy a echar de menos de Cataluña es la temperatura porque allí es muy difícil que llueva. Siempre tienes sol, piscina, playa y en Asturias los primeros días me estaba congelando. He hecho un campus 15 días y los primeros cinco o seis dormía con pijama largo y manta y me miraban raro, pero es que tenía frío hasta que llegó la ola de calor y me he tenido que relajar (risas). Es de las cosas que voy a echar de menos porque son 33 años fuera y muchos días sin ver el sol lo voy a notar.
Superado el clima, ¿le queda mucho para acabar la mudanza?
Eso es terrible. He hecho varias mudanzas porque he estado en varios sitios, pero esta última con dos hijos, cuatro habitaciones, hemos traído más de 100 cajas… Es una locura. Aún nos quedarán unos cuantos meses para poder organizar porque no nos entra todo.
“Mi hija jugaba a hockey. Yo era coordinador del Igualada, pero teníamos la normativa que no se aceptaban niñas y mandaba la directiva. Lo acabo dejando y ahora se dedica al fútbol”
Sus dos hijos también han heredado la pasión del hockey. Es verdad que su hija nos ha contado que decidió probar con otras cosas ante la imposibilidad de jugar, pero su hijo sí lo practica.
Sí, ha jugado en Igualada toda la vida, luego vino a Mieres a acabar la temporada porque se lesionó un jugador y ahora lleva cinco años en Francia en la máxima categoría encantado. La niña había empezado a hockey y lo hacía muy bien. Yo era coordinador del Igualada, pero teníamos la normativa que no se aceptaban niñas en el hockey. Era un club masculino y cuando le tocó federarse lo tuvo que dejar porque no la podía llevar a otro equipo, mi mujer tampoco por el trabajo y desgraciadamente tuvo que dejarlo y ahora se dedica al fútbol. El año pasado vino a jugar al Real Oviedo y este año continúa en Liga Nacional. Siempre me echa en cara que su pasión era el hockey y, por desgracia, llámalo machismo o que el deporte femenino no estaba bien visto en aquella época, tuvo que abandonarlo.
Seguramente ese tipo de cosas son también el peaje que uno ha pagado en la vida por dedicarse a este deporte.
Sí, lo he sufrido en mis carnes y yo era el máximo responsable en el área deportiva. Lo que pasa que la directiva era la que mandaba y decía sí o no. Las cosas van evolucionando y me sabe muy mal porque además era una niña que jugaba muy bien, lo había aprendido desde pequeña y es una frustración para ella. Ahora hace otra cosa que también le gusta, pero su pasión era el hockey y no pudo ser.
En Asturias existe una Familia Olímpica que da cabida a todos aquellos que han formado parte de la historia de los Juegos. Ahora entra un equipo nuevo buscando cumplir un viejo sueños: un Museo Olímpico en Asturias. Ya que usted sabe de qué va esto, cuénteles a los lectores la importancia de un equipamiento como este para una comunidad.
Con el paso del tiempo te das cuenta y valoras, en este caso en una comunidad como Asturias, que tener un museo de esta índole quiere decir que tiene, ha tenido y tendrá deportistas que han estado en lo más alto representando a España y Asturias, en mi caso además a Oviedo, por todo el mundo. Eso es increíble. Está muy bien ver competir a Fernando Alonso, la selección española, pero tener ese referente de poder ver la historia es otra cosa porque mucha gente seguro que no conoce muchas medallas que aglutinamos en Asturias, en diferentes deportes como tiro con arco, balonmano, hockey sobre patines… Está bien que haya un lugar donde los asturianos podamos sentirnos orgullosos de los deportistas que tenemos en la comunidad.
¿Se le hace raro ver que Asturias, por ejemplo, es una de las pocas comunidades autónomas de España que no tiene una consejería propia de Deporte?
Sí, evidentemente. Si queremos crecer a nivel deportivo hay que empezar por lo básico: tener una infraestructura administrativa y a partir de ahí regular absolutamente todo. Hay comunidades que están más adelantadas que nosotros y es una propuesta para los políticos que entren, sean del partido que sean, pero que den mucha más visibilidad al deporte asturiano.