La reciente llegada del Ratoncito Pérez al parque Isabel La Católica no ha sido todo lo tranquila que se podía esperar. El señor Pérez se ha enfrentado a una serie de circunstancias mundanas, locales, pero que no han podido a empañar su magia.
Bien es sabido que la normativa del parque prohíbe dar de comer a los animales desde hace 15 años. Las ofrendas culinarias que algunos papás estaban dejando a la puerta de la casa del Ratoncito pueden estar alterando a ciertas especies de la zona, en concreto a las ardillas, que aprovechan para alimentarse.
miGijón se ha puesto en contacto con el arquitecto de la casa de Pérez en la ciudad, que lleva a la espalda unos días de trabajo muy intensos. Hace unas semanas, este profesional diseñó la casa inspirado en una que había visto en Madrid. La creó por medio de impresión 3D y una buena mano de pintura.
Esta primera vivienda del Ratoncito se emplazó en un árbol junto al estanque, pero desapareció al poco, arrancada por un niño. Fue restaurada en una nueva ubicación, junto al parador, y como nos cuenta el creador «gozaba con el beneplácito de los cuidadores del parque». Sin embargo, un fallo de comunicación entre los profesionales «provocó su retirada». Otro momento difícil para Pérez, que se solucionó con otra nueva casa, esta vez hecha por una madre y un trabajador de Isabel La Católica.
El arquitecto pide a los padres que «no se deje queso en ella, tan solo frutos secos sin procesar que se encuentren por el parque. Vamos a cuidarla entre todos».
Entre los proyectos mágicos de la misma constructora y tras haber instalado con éxito la casa del Hada de los chupetes en el Parque de los Pericones, destacan la creación de la casa del Soldadito de plomo en La Providencia (ahora en trámites en el Ayuntamiento) y el nuevo hogar de la Ratita Presumida, que también ha escogido Gijón como destino. «Queremos que la magia no se pierda», dice el arquitecto.
El Duende de los Deseos, sin embargo, ha elegido Oviedo para su residencia en el norte de España. No nos ha querido dar declaraciones sobre por qué no se ha decantado por Gijón, pero asegura que está muy contento en el barrio de La Corredoria.