Un mal Sporting cae en el último minuto del descuento, con un penalti de Karrikaburu, pese al gol de Djuka
Todas las alarmas están ya encendidas. El Sporting está a solo seis puntos del descuento, la mínima renta de la temporada, tras caer nuevamente en el último minuto de la prórroga, y nuevamente de forma merecida (como ya ocurriera la pasada jornada contra el Zaragoza) frente al filial de la Real Sociedad. Un doblete de Karrikaburu, el definitivo desde los once metros, hicieron inane el gol de Djuka. Solo los pintxos prepartido, la txuleta de después o la tarta de queso de La Viña pudo justificar el viaje de los aficionados rojiblancos que estuvieron presentes en el Reale Arena para presenciar un nuevo desastroso partido de un Sporting exánime que se asoma al precipicio sin arnés.
Un disparo de Pedro Díaz desde el centro del campo, antes del minuto de juego, que se fue muy desviado, casi al banderín de córner. Ese fue prácticamente todo el bagaje ofensivo de un inoperante Sporting en la primera mitad. Tres cuartos de hora en los que la Real Sociedad B, un filial que está en puestos de descenso, dominó por completo a un conjunto rojiblanco desdibujado, perdido, ausente. A los 4 minutos, un balón filtrado por Kravets encontró desmarcado a Djuka, que consiguió batir a Zubiaurre, pero la jugada estaba invalidada por fuera de juego.
Y hasta aquí, el Sporting. El resto de primera mitad fue absolutamente txuri urdin, con un gran Roberto López a los mandos y Sola y Gómez desangrando al Sporting por los flancos. Una constante que se repitió una y otra vez, propiciada siempre por la caótica presión rojiblanca. A los diez minutos, el primer aviso, con una internada de Sola en el área de Mariño. Poco después, similar situación, pero en la banda contraria, con Gómez como protagonista. El warning definitivo llegó en el 17, cuando Alkain se deshizo de Borja López para poner el balón para embocar a Navarro. Fue Bogdan quien acabó por introducir el balón en su propia portería, pero el tanto quedó anulado por un leve agarrón previo de Alkain al central gijonés.
Los minutos se iban consumiendo con el equipo de Xabi Alonso jugando como si el tolosarra estuviera con las botas calzadas: dominando, contemporizando, asegurando pases y creando peligro constante. En el 39, Nacho Méndez remató con el morrillo, alto, un centro de Kravets. Y, justo antes del entretiempo, llegó la justicia. Gómez filtró un pase a Karrikaburu, que se zafó de Bogdan y Rivera con el control para plantarse en la esquina del área, ante la pasividad de la defensa local. Su remate, de diestra, seco, a la base del palo corto, sorprendió a Mariño para poner el 1-0 antes del paso por vestuarios.
Comenzó el Sporting avisando en el segundo periodo, con un centro de Pedro que se envenenó tras un despeje en falso de la zaga local y Zubiaurre tuvo que reaccionar para desviar a córner. No se acongojó el conjunto donostiarra, que con un disparo de López desde la frontal amenazó con poner en problemas a Mariño. Con cada internada guipuzcoana, el Sporting refrendaba su endeblez defensiva, con un centro del campo poco hacendoso y una zaga desamparada.
Las caras de Martí charlando con su cuerpo técnico, en un brainstorming en busca de soluciones, lo decían todo. Situar al “Puma”, el más activo del once, en punta junto a Djuka, con Nacho Méndez como extremo izquierdo, la única vía que lograron encontrar. Una jugada en semifallo de Christian Rivera, que el montenegrino empaló muy alto, el único mordisco. En la jugada siguiente, el ariete llegó a pedir un penalti.
A la hora de partido llegó el premio del arrebato gijonés. Kravets filtró un balón al desmarque del “Puma”, que buscó un centro-chut que Djuka aprovechó, deslizándose sobre el césped, para hacer el empate. Con muy poco, en el primer remate a puerta visitante del partido, los rojiblancos neutralizaron la ventaja local.
El filial realista a punto estuvo de volver a ponerse por delante, en una gran jugada de Gómez ganando línea de fondo para servir el balón atrás a Karrikaburu. Nacho Méndez, en su mejor acción del partido, robó la ocasión de gol en el último instante. Gragera y Gaspar por Nacho Méndez y Aitor fueron los cambios de Martí, dejando coja la banda derecha rojiblanca.
Quedaban 20 minutos para el final cuando Karrikaburu estuvo cerca de repetir de cara a puerta, pero Mariño logró atrapar bien, seguro. Calavera por Bogdan, para apuntalar la banda derecha y Éric Ramírez por Djuka en el ataque, las variantes del entrenador balear. A diez del final, la más clara del Sporting en el partido, en un balón que cazó Kravets en la frontal del área para soltar un zurriagazo que cerca estuvo de empotrarse en las mallas de Zubiaurre. Un inocente disparo de Sola desde la frontal, a las manos de Mariño, la réplica local.
El venezolano, con un gran centro en línea de fondo, a punto estuvo de encontrar la llave del gol, pero el “Puma” no consiguió alcanzar el balón. Martí se dejó llevar por el arranque sportinguista, dando entrada a Pablo Pérez por Christian Rivera en los últimos minutos, con el canterano de La Inmaculada actuando como volante.
Pero nuevamente, y pese a la insistencia visitante, el partido terminó de la peor forma posible, con un gol, nuevamente, en el último minuto de la prórroga. Martín puso un córner cerrado que González de Zárate peinó en el primer palo. El balón acabó contactando en el brazo extendido de Éric Ramírez y el colegiado alargó el suyo para señalar los once metros. Karrikaburu con toda la tranquilidad del mundo y un poco más, sin apenas carrerilla, engañó a Mariño para batirle por el centro de la portería y poner el 2-1. La historia se repitió: Karrikaburu volvió a anotar justo antes del final de la parte y el Sporting vuelve a ver cómo se le escapa la derrota en el último minuto del descuento. Las alarmas ya suenan a orillas del Piles.