Delegación del Gobierno en Cantabria da carpetazo a la petición del Ejecutivo autonómico, alegando que actualmente «hay medios suficientes, y posibilidad de ampliarlos»; desde el equipo que preside María José Sáenz de Buruaga se confiesan «muy cabreados»
No habrá presencia militar para tratar de dar con el montañero leonés de 23 años desaparecido en los Picos de Europa. Al menos, no por el momento. En una decisión que ha sorprendido e indignado por igual al Ejecutivo de Cantabria y a los civiles que participan en las labores de búsqueda, Eugenia Gómez de Diego, delegada del Gobierno nacional en dicha comunidad, ha rechazado la petición formulada a última hora de este jueves para que la Unidad Militar de Emergencias (UME) se sumase al despliegue y peinase el macizo central de la cordillera. La razón principal es la convicción, por parte de De Diego y su equipo, y basada en un informe emitido por la Guardia Civil, de que «en estos momentos hay efectivos suficientes» en la zona, y la «posibilidad de ampliarlos». Ahora bien, nada de eso ha mitigado el enfado de una Administración, la cántabra, presidida por María José Sáenz de Buruaga, en la que se confiesan «muy cabreados«.
«Es insólito, un palo tremendo… No ha pasado en la vida«, ha declarado esta mañana la consejera de Presidencia, Justicia, Seguridad y Simplificación Administrativa cántabra, Isabel Urrutia, tras tener conocimiento de la decisión de Delegación, y no sin antes pedir una comparecencia de su máxima responsable para «dar explicaciones». La misma Urrutia ha añadido que, tras mantener contacto con los miembros del Puesto de Mando Avanzado (PMA), ubicado en la localidad asturiana de Sotres, se confiaba en la llegada de, al menos, veinte militares, cuya inclusión en el operativo es vista como «crucial», a tenor de que el área de trabajo se halla a una altitud de unos 1.800 metros, y en un espacio con una orografía sumamente compleja. «Contábamos ya con ellos«, ha admitido la dirigente cántabra, antes de insistir en que, desde que la fuerza en cuestión fuese fundada, en 2005, «nunca se ha denegado que la UME, que está especializada en montaña, que conoce el terreno, pudiera acudir a nuestra comunidad autónoma«.
Para Urrutia, el malestar se multiplica a tenor de que, el pasado junio, con motivo del dispositivo para rescatar a dos espeleólogos atrapados en una cueva de Soba, «apareció la UME entera», pese a que el espacio era «mucho más reducido, sabíamos por dónde teníamos que entrar y por dónde podíamos salir». A su juicio, la cuestión se agrava se si se pone el foco en lo que «estará pensando la familia» al conocer la postura de Delegación del Gobierno». Y, si bien ha agradecido y elogiado la coordinación entre su Administración y la asturiana, representada por su homólogo en el Principado, Alejandro Calvo, Urrutia ha concluido lamentando el, en su opinión, escaso impacto de las lecciones aportadas por la DANA que asoló el Levante español. «Parece mentira que, con lo que vivimos hace dos meses en este país, no hayamos aprendido nada; parece mentira que alguien sea capaz de decir que no a la búsqueda de un joven de 23 años», ha zanjado.
Así las cosas, las labores de rastreo continuarán en manos de los Bomberos de Asturias y de los de Cantabria, así como del Grupo de Intervención y Rescate en Montaña (GREIM) de la Guardia Civil. Independientemente del cuerpo al que pertenezcan, sus respectivos efectivos exploran metro a metros las laderas de los Picos de Europa, apoyados desde el aire por helicópteros y drones. Además, se ha sabido que agentes de las unidades del Grupo de Rescate Especial de Intervención en Montaña (GREIM) de la Guardia Civil de Navacerrada (Madrid) y Jaca (Huesca) se desplazarán hasta la zona este viernes. No obstante, por el momento nada nuevo se ha sabido del joven, con el que el contacto se perdió el pasado 23 de diciembre, cuando se disponía a descender hasta Sotres desde el Casetón de Ándara.