Una muestra de su trabajo, forjado en la ciudad y desarrollado en Barcelona y Toronto, se puede ver en el puesto instalado en el stand de Gijón Impulsa en la FIDMA, donde los visitantes también conocerán su proyecto Holalab.org de residencia artística

Fue en el año 2000 cuando este fotógrafo gijonés decidió hacer la maleta y desplazarse a Barcelona para hacer carrera. «Enseguida empecé a trabajar con RBA Editores, que cuenta con muchos tipos de revistas, en el departamento de Decoración e Interiorismo». En 2012 volvió a mudarse, en esta ocasión a Ontario, en concreto a la capital de esta provincia canadiense, Toronto, «donde me dediqué a cosas más artísticas y personales». Pero la casa tira mucho y Adolfo Fernández decidió regresar el año pasado a Gijón, desde donde trabaja de nuevo con la editorial «haciendo proyectos con ellos y publicando». También con «clientes arquitectos, interioristas, decoradores, para publicar fotografías en revistas del sector», campo que pretende ampliar.
De ahí su presencia en la Feria Internacional de Muestras de Asturias (FIDMA) de la mano de Gijón Impulsa, con un puesto en su stand situado en la planta baja del pabellón 4, en la parte inferior del Palacio de Congresos, en los que destaca una fotografía de gran tamaño de la cúpula de la iglesia de la Universidad Laboral. «Espero hacer nuevos contactos, darme a conocer un poco a nivel local, quizás nacional e internacional también, pero principalmente a nivel local. 25 años fuera son muchos años y el boca a boca es muy importante. También el trato en persona», valora al tiempo que destaca el papel jugador hasta ahora en su regreso Gijón Impulsa. «Me ha ayudado muchísimo. Llegas y todo es nuevo, tienes ganas de lanzarte y no sabes cómo empezar, cómo están las leyes, que han cambiado… El asesoramiento, la monitorización, porque tengo un monitor que está encima de mí… Están ayudándome a tope y estoy muy contento», asegura.
Además de su trabajo, los visitantes a su puesto también van a conocer su proyecto Holalab.org de residencia artística, «más personal; hacer fotos más tranquilamente, revelarlas…». Está enfocado «a profesionales que se quieran desintoxicar un poco, porque ahora se dispara muchísimo, se hacen demasiadas fotos y hay que hacer menos y cuidar un poco más la imagen», reflexiona, principalmente extranjeros «que quieran hacer montaña, urbano, playas, gentes, calle, arquitectura… En Gijón y Asturias hay una riqueza que desconocen y por eso no vienen».