ENTREVISTA CON EL JEFE DE INSTALACIONES DEL PDM
«El primer marcador que instalé era de bombillitas, con una barbaridad de consumo eléctrico»
«Cuando empezamos no se valoraba que todo lo hacíamos con el personal procedente de los Planes de Empleo»
Es el responsable final de que Las Mestas luciera la semana pasada como un Hípico cuando, en realidad, no lo es. Lleva desde el año 1989 peleándose con los obstáculos, aunque no fue hasta seis años después que el Hípico pasó de Festejos al Patronato Deportivo Municipal (PDM). Si alguien conoce los secretos de la trastienda del CSIO, ese es Reinerio Suárez, jefe de Instalaciones del PDM. Con más de treinta años sobre el verde de Las Mestas, cuenta su experiencia en miGijón.
Un evento de seis días, con miles de personas pasando por Las Mestas, los jinetes y amazonas… No debe ser sencillo organizar el Hípico.
Todo lo que está de nuestra mano se planifica porque, como bien dices, intervienen muchas empresas externas y hay que coordinarlo para que todo encaje. Hay imprevistos, el clima puede alterar los planes… Tienes que planificar todo lo posible. Cuarenta días antes empiezas haciendo unas tareas. La pista verde es viva. No puedes tocarla hasta tres o cuatro días antes. Te condiciona todo. Las empresas externas tienen una planificación en la que se controla cuando tienen que ir entregando sus trabajos.
Además esta pista tiene su complicación. Más que nada porque Las Mestas no es un Hípico.
Por ejemplo, a finales de mayo se desmontan las porterías de rugby. Los compañeros de parques y jardines ya tienen previsto cuándo hacer las siembras y Emulsa comienza a trabajar en la pista para que la pista luzca como tiene que lucir.
¿Y el resto del año? ¿Dónde guardáis todo este montaje?
Hay dos cuadras permanentes. En una de ellas, la norte, se guardan obstáculos en los boxes. Pero los pasillos quedan despejados porque durante el curso escolar se desarrollan clases de hipoterapia todas las tardes, con niños. Parte de esa cuadra está inutilizada. En la sur están todos los reparos, obstáculos y barras, que por longitud —unos cuatro metros—ya te ocupan un pasillo. Tenemos más de seiscientas barras.
¿Cuántas personas trabajan para tener listo el CSIO?
Durante todo el año tenemos cuatro personas del PDM y otras cuatro de Lacera. En el Hípico, sin contar a toda la gente de Emulsa de jardinería, que pueden ser unas seis personas diarias, nosotros reforzamos con 8 O 10 personas. Hay días que hay más: hay que atender los distintos eventos, las instalaciones, etc… Hay que hacer muchas cosas.
¿Cómo lidiáis con los imprevistos?
Algunos son previsibles, otros son nuevos. Tratas de minimizarlo todo y lo solucionamos con mucha imaginación.
Imagino que, con todos los eventos que se organizan en Las Mestas, tendréis callo ya. La experiencia es un grado.
Sin ir más lejos, el próximo 30 de septiembre y 1 de octubre hay una Copa de España de Ciclocross. Luego tenemos un Campeonato de España de Atleltismo. Tenemos los 10km Nocturnos, el Villa de Gijón, la Carrera de Nochebuena… Más el día a día. En la pista de atletismo tenemos unas 600 personas todos los días. También tenemos el velódromo, el rugby, el fútbol americano…
Son 100.000 metros cuadrados, con instalaciones muy viejas. Te esfuerzas en mantenerlas, pero no son todo lo agradecidas que podrían ser. Nuevo solo tenemos la grada de tribuna, pero la zona de palcos no sé los años que tiene. Ahí, por mucho que te esfuerces… La accesibilidad sigue siendo la que es, los palcos son pequeños, las sillas de madera son las mismas de hace muchos años, de la Asociación Gijonesa de la Caridad.
¿Cuántos años llevas en el Hípico?
Empezamos en el 89. Lo primero que hicimos fue colocar un marcador muy antiguo. Sobre el 90, como Jefe de Instalación, preparábamos algún obstáculo y algo en el recinto, porque hasta el año 1995 el Hípico pertenecía a Festejos. A partir de ese año ya pasó a manos del Patronato.
De aquella hacíamos de todo. Con planes de empleo se hacían obstáculos, se acondicionaba el recinto e, incluso, se cubría el personal que está en pista. Eso no se valoraba con quién se hacía. Se criticaba cuando una persona, que era la primera vez que se ponía en la pista y que tenía miedo a los caballos, fallaba. Se les pitaba y no se valoraba que era gente que venía de un plan de empleo.
Durante este tiempo, ¿qué evolución has visto en el CSIO?
Pues esto mismo. Los paleros, como los llamamos nosotros, está casi profesionalizados. El coordinador tiene titulación de jefe de pista y las personas que se contratan tienen experiencia en otros concursos.
El primer marcador que instalé era de bombillitas, con una barbaridad de consumo eléctrico. Ahora han bajado a la cuarta parte. También los sistemas de cronometraje.
En cuanto a los obstáculos, nos hemos a la normativa. El de la ría, por ejemplo, lo hemos reformado desde 1995 dos veces: ahora es menos profunda, con menos pendiente. Luego tuvimos que hacerla más ancha, para guardar la proporción con el salto. Los ganchos también han cambiado para que la barra se desprenda cuando el caballo golpea hacia abajo.
También os toca organizar el tema publicitario: colocar los anuncios, montarlos, etc.
Ten en cuenta que esto es un campo de rugby que está completamente diáfano, hay que colocarlo todo, hasta los soportes para la publicidad. Son un par de jornadas laborales, más el montaje previo en bastidores, otros dos días.
Esperemos que la evolución vaya a los paneles led, como en el fútbol. Te permite variar la publicidad en función del salto, cada día. Hay patrocinadores que vienen un día y se quejan de que su valla no se ve, pero a lo mejor otro día sí, porque los saltos se cambian todos los días de sitio.
El Hípico, al final, es un evento especial. Se nota mucho que para los trabajadores es importante, notas una ilusión enorme cuando tratas con ellos.
Si haces las cosas, hay que hacerlas bien. Hay que intentar que salgan bien para que salgan regular. Si pasas de algo, repercute en todos. Si no revisas el alumbrado, por ejemplo, falla. Tienes que saber qué puede ocurrir.
Hay que agradecer a los compañeros de Emulsa cómo tienen la pista, el verde, la ría o la decoración. Parece que siempre está esa imagen del funcionario que pasa, pero ellos quieren hacer su trabajo y que luzca. Y menudas broncas nos caen cuando hay una pisada de un vehículo o se estropea algo. La pista es muy complicada porque contra la meteorología no puedes hacer nada. Todos los trabajadores se vuelcan: EMULSA, la EMA, el personal del PDM, Protocolo… Tenemos que agradecer su esfuerzo y su trabajo.