Renovación en el PSOE de Gijón

La inexistente renovación del partido en Gijón ha situado al PSOE gijonés de espalda a las cosas que pasan en la calle

Esta semana es una semana clave para el PSOE gijonés. El próximo fin de semana, el sábado, se elegirá el nuevo secretario general del PSOE en la ciudad, junto con su comisión ejecutiva, y el nombramiento de los representantes en el comité autonómico. Dos candidatos, dos ejecutivas y dos opciones hay sobre la mesa; la primera, la del actual secretario general y diputado autonómico Monchu García, y la segunda, la del sector reconstructivo —como les gusta llamarse— de Fran López. Estas son las dos opciones que tienen los militantes del PSOE gijonés. Vamos a ver qué es lo que nos podemos encontrar en ellas, pero vaya por delante una reflexión: si algo hay que celebrar del PSOE gijonés es que, lo que para algunos partidos como el Partido Popular parece farragoso —y me refiero a lo de que para elegir a sus legítimos representantes han tardado en hacer elecciones internas más de 10 años— en el caso de los socialistas gijoneses, los elecciones internas son cíclicas, públicas y dan lugar a un proceso de debate interno que, genere más o menos daños, permite que el partido siga vivo.

Dicho esto, iba a plantear este artículo analizando lo que supone uno y otro candidato, pero creo que ni es la mejor idea, ni es lo que en verdad me apetece hacer. Lo cierto es que, aunque estas columnas semanales sean artículos de opinión, quiero intentar ser lo más riguroso posible, y en este proceso de elecciones internas deben ser los militantes socialistas los que analicen y valoren como son, y lo que ofrecen al partido, cada una de las dos alternativas. Y, al mismo tiempo, estando fuera de todo este proceso y del partido socialista, los matices que se aprecian entre una y otra lista, seguramente, sean anécdotas o particularidades que no interesen. Así que me voy a quedar en lo que a mí me gustaría que sucediera, como votante de izquierdas, para la ciudad que me enamoró, nuestra querida Gijón.

Guste a pocos o a muchos, y salvo sorpresa mayúscula, la única posibilidad que existe para que en las elecciones municipales de 2027 haya un gobierno de izquierdas en Gijón es que el Partido Socialista sea un partido fuerte, sólido y con presencia en la ciudad. Y, ahora mismo, ni es fuerte, ni sólido y, sobre todo, no tiene ninguna presencia en la ciudad. Nos encontramos ante un partido tremendamente envejecido, tanto en edad como en políticas. El ‘problema’ con la edad estriba en que la nula, o muy escasa, representatividad del grupo de edad por debajo de los 50 años, deja fuera de la imagen, y de la toma de decisiones, a un sector muy notable de la población. Esto, ni es nuevo, ni exclusivo del PSOE; pasa en innumerables asociaciones de todo tipo, y si bien la experiencia es un grado, dar un paso a un lado y dejar sitio a perfiles más jóvenes parece que cuesta. En la vida política gijonesa la renovación de cargos, y de caras, es escasa en general. Lo que nos lleva a lo de las políticas envejecidas. Esa inexistente renovación del partido en Gijón ha situado al PSOE gijonés de espalda a las cosas que pasan en la calle, que son muchas más que las que les hacen llegar desde las asociaciones o colectivos afines al partido, ese otro gran tema tabú de nuestra ciudad. Y esta forma de estar de espaldas a buena parte de lo que pasa en la ciudad (en cuanto a cultura, movilizaciones, eventos, etc.) no es que haya dado votos a su gran rival político, Foro, sino que, simplemente, se los ha quitado a ellos. Porque el PSOE gijonés ha cometido el gran error de lanzarse a intentar competir por el voto contra un partido de derechas muy de derechas, como es Foro, olvidándose de todo lo que hay a su izquierda. No solo eso, sino que, viendo las declaraciones y el comportamiento de la ejecutiva socialista gijonesa en los últimos diez años, parece que le incomodaba más la izquierda a la izquierda del PSOE que FORO; error en el que persisten aun en 2025.

Desconozco si la candidatura alternativa al continuismo de Monchu García es consciente de que solo la gente de izquierdas nos plantearemos si votar al PSOE o no en Gijón. Este es un hecho que puede parecer obvio, pero que la actual ejecutiva no sopesó en las anteriores elecciones, con una candidatura, un candidato y un programa electoral que en algunos aspectos era mucho más conservador que el presentado por Foro. Soy consciente de que los militantes socialistas que hayan llegado a este punto del artículo, que alguno habrá, se quedará con que el señor que escribe esto no es socialista, no le gusta el partido, o cualquier reflexión por el estilo, en lugar de detenerse a considerar que puede que haya unos 35.000- 40.000 votantes en la ciudad que simplemente esperamos que el PSOE gijonés deje de recordar —que no olvidar— los éxitos de Palacio, Tini, Paz, o Ana. Sus éxitos fueron sus éxitos, y de sus aciertos han salido políticas y decisiones que mejoraron la ciudad. Pero ya estamos en 2025, las elecciones son en 2027, no en 1990. Nuestra ciudad se está quedando parada, quieta, o se mueve en direcciones que a muchos no nos gustan. Supongo que somos los mismos a los que nos gustaría tener un PSOE gijonés, renovado, fuerte, de izquierdas y totalmente conectado con lo que sucede en la ciudad.

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