Considerado internacionalmente uno de los grandes nombres de las letras hispanas, el literato, ganador también del Nobel y del Cervantes, ha muerto en Lima, «rodeado de su familia y en paz»; su legado incluye obras como ‘La ciudad y los perros’, ‘La fiesta del Chivo’ y ‘Le dedico mi silencio’, su última novela

Un crespón negro, real o metafórico, luce este lunes, fúnebre, en millones de solapas, ánimos y corazones a lo largo y ancho del mundo. Jorge Mario Pedro Vargas Llosa, internacionalmente considerado uno de los talentos más grande se influyentes de la literatura universal, fallecía ayer domingo en Lima, capital de su Perú natal, a la venerable edad de 89 años. Su muerte, ocurrida «rodeado de su familia y en paz», tal como confirmaba en X su hijo Álvaro, dibuja el punto final a una larga vida de casi nueve décadas; la misma que ha legado al mundo obras de la talla de ‘La ciudad y los perros’, ‘Conversaciones en La Catedral’, ‘La fiesta del Chivo’ o ‘Le dedico mi silencio’, su última novela, publicada en 2023. En fin, una larga y prolífica carrera literaria que le hizo merecedor de algunos de los más prestigiosos galardones concedidos en el ámbito de las letras; entre ellos, el Nobel de Literatura, en 2010; el Cervantes, en 1996, y un muy recordado Príncipe de Asturias en 1986, que hoy ha vuelto a la memoria de no pocos habitantes de la región.
Nacido en la ciudad de Arequipa en 1936, Mario Vargas Llosa, quien también ostentó las nacionalidades española y dominicana, comenzó a hacerse un nombre en la escena cultural con la publicación de ‘La ciudad y los perros’ en 1960, precisamente el mismo año en que se suele fijar el comienzo del llamado ‘boom latinoamericano’, del que él formó parte. A partir de ese bautismo de fuego, el peruano exploró diversos géneros escritos, como el ensayo, el cuento o el guion; no obstante, fue la novela el ámbito que más laureles le proporcionó, encumbrándolo a la categoría de referente, a la altura de otros coetáneos como Julio Cortázar o Gabriel García Márquez.
No obstante, sus inquietudes no se limitaron a la cultura; políticamente activo, su acercamiento juvenil al comunismo pronto se tornó el liberalismo, y en 1987 fundó el partido Movimiento Libertad, con el que concurrió a las elecciones peruanas de 1990, en las que fue derrotado por Alberto Fujimori. En el escenario español, fue cercano a Unión Progreso y Democracia, y de declaró abiertamente en contra del independentismo catalán. Al margen de ambas facetas, Vargas Llosa también acaparó titulares, incluso en fechas recientes, por su matrimonio con la figura pública Isabel Preysler, con quien estuvo casado entre 2015 y 2022.
Retirado de la actividad literaria desde 2023, el funeral se oficiará en la más estricta intimidad, si bien las muestras de pesar se suceden desde que se tuviese conocimiento de la defunción, ocurrida por causas no especificadas. Por su parte, sus hijos Gonzalo, Morgana y el mencionado Álvaro han asegurado públicamente que «su partida entristecerá a sus parientes, a sus amigos y a sus lectores alrededor del mundo, pero esperamos que encuentren consuelo, como nosotros, en el hecho de que gozó de una vida larga, múltiple y fructífera, y deja detrás una obra que le sobrevivirá». Los restos del escritor serán incinerados.