Los bomberos de Gijón tuvieron que levantar parte del pavimento para liberar el pie del sujeto, quien, pese a lo aparatoso de lo ocurrido, resultó ileso

Tropiezos, resbalones, caídas, lesiones… La práctica totalidad de las personas han aprendido, habitualmente mediante hechos, que los despistes, en plena calle, pueden llegar a salir caros. Y esa enseñanza debió quedar grabada en la mente del hombre que, en la tarde de ayer, tuvo que ser rescatado por efectivos de Bomberos de Gijón, después de que su pie quedase atrapado en una máquina de autolavado. Un suceso cómico en apariencia, si bien podría haber tenido una resolución fatal, pero que, por fortuna, se saldó sin daños para el sujeto. Sólo con un buen susto y con una anécdota que contar.
El suceso se produjo mediada la tarde de ayer. Los bomberos recibieron el aviso de que el pie del caballero había quedado encastrado bajo el artilugio, sin que pudiese acceder a su zapato para descalzarse. Una vez en la escena, y tras probar todos los métodos simples que se les ocurrieron, los profesionales de rescate llegaron a la conclusión de que la única solución era levantar parte del pavimento bajo la máquina, para ensanchar el espacio entre ella y el pie. Así, herramientas mediante, lograron abrir un hueco lo suficientemente amplio como para descalzar al hombre y zafarle de su prisión, quedando ileso.