Los conductores reclaman jubilaciones anticipadas, al considerar que la retirada a los 67 años es un riesgo para los viajeros y para ellos mismos; en Gijón el seguimiento ha alcanzado un 20%, «un éxito, dadas las circunstancias» para CCOO
«Ah, pero… ¿Que había huelga? Yo pensaba que sólo se había retrasado…«. El hombre en cuya boca puede ponerse la frase anterior cruzaba el umbral de la estación de autobuses de Avilés a las siete y media de esta mañana, convencido de poder cumplir con su rutina cotidiana, y embarcar en el servicio de ALSA de las ocho menos cuarto que le llevaría a su puesto de trabajo, en Gijón. La sorpresa llegó, primero, al contemplar la larguísima cola formada ante la dársena en cuestión, y segundo, al tomar conciencia de que la de este jueves es una jornada de paros en el sector del transporte de pasajeros por carretera, a escala nacional. Como lo fue el pasado 28 de octubre, como lo será mañana viernes, y como lo volverá a ser los días 5 y 9 de diciembre. Malas fechas para muchos de los millones de pasajeros que cada día recurren a esta forma de desplazamiento, pero que, a estas horas, está siendo encajada con una mezcla de resignación, serenidad y, ya se ha visto, una cierta dosis de despiste. Así, en el conjunto del país, con algunas excepciones puntuales, los servicios mínimos se han fijado en un 50%; también en Asturias, aunque de forma variable. En Gijón, concretamente, Comisiones Obreras (CCOO), único sindicato junto con la Unión Sindical Obrera (USO) que ha mantenido la voluntad de protesta, ha fijado el seguimiento en la Empresa Municipal de Transporte Urbano (EMTUSA) en un 20%, «todo un éxito, dadas las circunstancias».
Las peticiones de los chóferes no se apartan ni un ápice de las puestas sobre el tapete el mes pasado. Reclaman jubilaciones anticipadas para todos los profesionales del ramo, al entender que una retirada a los 67 años, con la pérdida de aptitudes al volante que esa edad implica, pondría en peligro tanto a los viajeros, como a ellos mismos. La DANA que asoló el Levante a comienzos de noviembre obligó a aplazar la cita del día 11, abriendo una ventana de tiempo en la que la Confederación Española de Transporte en Autobús (CONFEBUS), la Asociación Nacional de Empresarios de Transportes en Autocares (ANETRA) y la Asociación de Transportes Públicos y Urbanos Metropolitanos (ATUC), las tres patronales nacionales, firmaron con la Unión General de Trabajadores (UGT) y el Sindicato Libre de Transporte (SLT) un compromiso para solicitar la jubilación anticipada a las Administraciones, una vez entre en vigor un Real Decreto. No obstante, para CCOO ese acuerdo no es suficiente, ya que carece de una fecha concreta de entrada en vigor, dependiendo plenamente de la de dicho Real Decreto. Y el que en el resto de ámbitos del transporte por carretera, como el de las mercancías o las ambulancias, el plazo de aplicación sea de veinte días, pero esa concreción no exista en el de los pasajeros, no contribuye a extinguir la llama del malestar…
De todos los detalles anteriores, ciertamente complejos para quienes no están implicados en la campaña reivindicativa, se encargó de informar un piquete de más de una docena de trabajadores de EMTUSA que, a primera hora de hoy, se desplegó ante las cocheras de la empresa pública, ubicadas en Tremañes. No ha habido, eso sí, incidentes violentos; ni entre compañeros, ni por parte de los usuarios. Y lo mismo puede decirse de las redes urbanas de Oviedo y Avilés, al igual que de los servicios regionales, fijados, como se ha dicho, en un 50%. «Sabemos que en Cataluña el seguimiento está siendo masivo», celebran los representantes de CCOO en EMTUSA. Por su parte, el que en Gijón la movilización se esté llevando a cabo sólo con la USO implica que el 20% alcanzado por ahora sea «muy satisfactorio, y tenemos la esperanza de que mejore durante la tarde; es cierto que muchos de los conductores que están cubriendo los servicios mínimos son nuestros, y que hay algunas personas de vacaciones, pero veremos. Incluso hemos conseguido que un compañero que, en principio, iba a trabajar desistiese y se uniese a nosotros en el último momento».
La citada Cataluña es una de las comunidades en las que se han alcanzado unos mínimos distintos a los de ese 50% general. Allí tales servicios se han cerrado en un 40% a horas punta, y en un 20% el resto del día, mientras que en Madrid los autobuses interurbanos tienen un 80% de sus servicios en hora punta, y del 45% en valle. Así mismo, en Cantabria son del 30%; en Navarra, del 40%, y en Gran Canaria, del 50%. Cantidades todas que, como en Asturias, no han bastado, en muchos casos para cubrir la alta demanda de las horas puntas. Sin ir más lejos, el vehículo de ALSA que unió Avilés con Gijón a las ocho de esta mañana partió de la estación prácticamente lleno y, para cuando llegó a la calle Llano Ponte, su segunda y última parada en suelo avilesino antes de enfilar hacia territorio gijonés, varias personas se vieron forzadas a quedarse en tierra, al haberse cubierto el total de asientos disponibles en el autobús. Aun así, la aceptación, quizá aderezada con algún que otro hosco silencio, están siendo la tónica dominante, y se espera que continúe así a lo largo de este jueves.