La escritora valdesana residente en Gijón, que se hizo viral por una carta sobre las horas que gastamos en el móvil, está dando a conocer este poemario que se divide en cinco secciones con nombres de flores; la próxima presentación, el sábado en La Revoltosa

A los 13 años empezó a escribir «por la necesidad de poner en palabras lo que sentía», pero fue en primero de Bachiller cuando un profesor de Lengua Castellana y Literatura del IES Carmen y Severo Ochoa, de Luarca, «me hizo amar la literatura». Y ahora, con 28, tiene entre manos su primer poemario, ‘Nadie regala flores’ (Talón de Aquiles), cumpliendo así «el sueño de mi vida, que veía inalcanzable». Rocío García Vijande no oculta su alegría por este gran paso en su carrera como escritora y así lo transmite en cada palabra.
Valdesana de Villar y desde 2017 residente en Gijón, esta maestra presentó en octubre a la editorial valenciana una muestra después de ver un anuncio en Instagram y no tardaron en contactar con ella. Pronto tenía un contrato encima de la mesa y un mes por delante para entregar el poemario definitivo. Así, de noviembre a diciembre se dedicó en cuerpo y alma a escribir, añadiendo «varios poemas escritos de cuando tenía 13 años, que he modificado un poco». El resultado final es ‘Nadie regala flores’, a la venta desde el 28 de febrero, «un símil con la vida diaria, porque nadie te regala nada y tienes que cultivarte tu tus propias flores; hay que sembrar, cuidar y esforzarse para que algo florezca».
La autora dividió la obra en cinco secciones, cada una representada por una flor diferente: «En una sección están los tulipanes amarillos, que hablan de poemas de la vida diaria, de pequeños momentos; luego está la sección de las rosas rojas, que van del amor, del desamor; los claveles, que son poemas de crítica social; la lavanda, que son poemas más oscuros, que tratan temas como la ansiedad; y los jazmines, que representan unos poemas más cómodos, más confortables». «Quise tener poemas de diferentes temáticas porque me gusta acercar la poesía a la gente, ya que cada vez que pensamos en poesía pensamos en autores tradicionales con versos muy pomposos, que no se entienden, y para nada; la poesía es algo simple, sencillo. Todo el día estamos escuchando canciones que no dejan de ser poemas con música», explica.
El vienres 7 celebró la primera presentación en Librería de Bolsillo, de donde salió renovada. «Tuve muy buen feedback. Era la primera y además fue muy emotiva. Yo me sentí muy escuchada y el público conectó mucho con los poemas que recité». Hoy espera vivir lo mismo en La Revoltosa, donde a las 19 horas va a dar a conocer su obra en un acto con micro abierto que va a presentar la también escritora Natalia Coronado, que va a recitar poemas de su trabajo ‘El arte de volver a ser’. Esta librería gijonesa es precisamente uno de los puntos de venta de ‘Nadie regala flores’, también disponible en la propia Librería de Bolsillo y Momo, además de por mensaje directo con la escritora por sus redes sociales.
La carta en ‘El País’
Aquel profesor que marcó a García Vijande era Ricardo Saavedra, autor reconocido en eonaviego y músico en Bacotexo, banda de rock que emplea en sus letras la lengua del occidente de Asturias. «Yo había empezado a escribir a los 13 años, pero con él tuve el click que me faltaba para lanzarme», expresa. «Nos dio muchos referentes de poetas, como Luis García Montero, y nos habló de la posibilidad de escribir cartas al director». Así, años después, y tras varias publicadas en diferentes medios, llegó el mes pasado a viralizarse una de ellas titulada ‘El ‘scroll’ infinito’.
«Estaba que no me lo creía. Ya había enviado 3 o 4 cartas anteriores, y me las habían publicado en la web o en la edición en papel, pero sin más. Pero el Instagram de ‘El País Opinión’ me publicó ésta criticando las horas que pasamos en el móvil y que son horas vacías, porque estamos ahí en Instagram y TikTok y de repente vemos que pasó 1 hora y que no somos conscientes de haber pasado ese tiempo viendo vídeos. Y se viralizó. La compartieron periodistas como Mónica Carrillo y Jesús Gallego, y luego la empezó a compartir más gente y a comentarla», relata la valdesana, que apunta que «cuando uno escribe busca crear una emoción, conmover, y me siento muy orgullosa de haberlo escrito y que tanta gente se identifique».
Con su poemario espera, al igual que con estar carta, llegar a mucha gente. Lo que es seguro es que ya consiguió que cayera en las manos de aquel profesor, Saavedra, ahora en el IES Marqués de Casariego de Tapia, que tanto influyó para que ‘Nadie regala flores’ fuera un día realidad. «No lo veo desde 2013 o 2014, pero la semana pasada le envié el poemario al instituto para darle las gracias por todo y me contestó por WhatsApp para decirme que había sido superemocionante para él y una sorpresa total, que le había ‘prestado’ muchísimo, que me deseaba todos los éxitos y que lo leerá con mucho interés», relata al tiempo que se imagina «causando esa impresión» como maestra «a un alumno o alumna». Y así seguir acercando la literatura y la poesía a todo el mundo.