Quien fue una de las figuras más destacadas del gobierno de José María Aznar, ha sido acusado de ocultar un patrimonio millonario a la Hacienda Pública mediante una red de sociedades y cuentas bancarias en paraísos fiscales, entre ellos Bahamas, Suiza, Mónaco y Luxemburgo
El exministro de Economía y expresidente del FMI, Rodrigo Rato, ha sido condenado este viernes por la Audiencia Provincial de Madrid a 4 años y 9 meses de prisión por tres delitos graves: fraude fiscal, blanqueo de capitales y corrupción entre particulares. La sentencia, emitida por la Sección número 7 del tribunal, forma parte de una extensa investigación sobre el incremento ilícito de su patrimonio.
Rato, quien fue una de las figuras más destacadas del gobierno de José María Aznar, ha sido acusado de ocultar un patrimonio millonario a la Hacienda Pública mediante una red de sociedades y cuentas bancarias en paraísos fiscales, entre ellos Bahamas, Suiza, Mónaco y Luxemburgo. Según la Fiscalía Anticorrupción, Rato defraudó un total de 7,4 millones de euros entre 2005 y 2015, utilizando mecanismos complejos de blanqueo de dinero, además de haber omitido declaraciones fiscales en su amnistía tributaria de 2012. La sentencia es el resultado de años de investigaciones, que también incluyeron un análisis de documentos que confirmaron incrementos patrimoniales injustificados. Durante su comparecencia en la Audiencia Provincial, Rato, al ser preguntado por los periodistas sobre la sentencia, respondió con indiferencia, diciendo “que lo pasen ustedes bien”.
El caso de Rato, conocido como el «caso Rato», ha estado marcado por varias piezas judiciales, entre las que se incluyen acusaciones por el cobro de comisiones ilegales relacionadas con Bankia y las tarjetas ‘black’. Aunque en 2020 fue absuelto por la Audiencia Nacional en relación con la salida a bolsa de Bankia, la condena de hoy subraya la gravedad de sus delitos fiscales.