
«No se trata de «Gijón nos roba», sino de la omertá entre las élites políticas y empresariales»
«No tiene sentido que la capitalidad de Oviedo no esté reconocida por ley»
«De Gijón me gusta la intensa actividad vecinal y asociativa»
Rubén Rosón (Zarréu, 1989) es médico residente en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) y concejal de la formación Somos en Oviedo. Acostumbrado a no morderse la lengua, en su discurso está siempre presente la contraposición Oviedo-Gijón, lo que le ha traído más de un enfrentamiento político o en las redes sociales, donde es muy activo. Defiende una Ley que reconozca la capitalidad de Oviedo, y no se arrepiente de haber impedido, en su momento, la formación del Área Metropolitana Central de Asturias. En esta entrevista explica de dónde parten sus planteamientos y aclara qué le pasa con Gijón.
-Son frecuentes sus declaraciones y manifestaciones en términos políticos y económicos contraponiendo Oviedo y Gijón. ¿Le pasa algo con Gijón?
-Yo soy un municipalista convencido. Considero que la intervención social en los espacios de proximidad y cercanía es una de las herramientas más potentes de transformación social existentes. Para conocer la realidad cercana al territorio y poder evaluarlo en su contexto, la comparación entre ciudades o conceyos de similar volumen resulta imprescindible. Solo así podremos discernir la realidad de los relatos, alcanzar una fotografía fidedigna del “estado de las cosas”. Por este motivo utilizo muchas veces comparaciones con Gijón, pero también con A Coruña, Bilbao, Valladolid, Vitoria o Donosti… En muchas ocasiones, cuando utilizo la comparación con Gijón, en determinadas temáticas, es porque son ejemplos singulares de como funciona la construcción, reparto y ejecución del poder institucional en Asturias desde hace décadas. El Pacto del Duernu entre PP y FSA-PSOE, este reparto de cromos que ha marcado a fuego el devenir de la realidad socioeconómica asturiana desde las ultimas décadas hasta el día de hoy. Un conchabeo con una finalidad clara: enriquecer a las cúpulas dirigentes de ambas formaciones y grupos de poder. Mucho más que un “pacto de no agresión”, una omertá continuada con expresiones en la mayoría de campos de la realidad socioeconómica de nuestra tierra. Este Pacto del Duernu trajo consecuencias desastrosas para el desarrollo de Asturias, en especial para los vecinos de la alas occidental y oriental de nuestra tierra pero también tuvo efectos desastrosos para los vecinos de la capital de Asturias y toda la zona central, incluidos los vecinos y vecinas de Gijón. Los grandes proyectos y decisiones políticas desarrolladas en Asturias no tuvieron que ver con la búsqueda el progreso social.
-Pacto del duernu, cambio de cromos. ¿Hasta dónde llega el mito y qué parte es realidad?
-Basta comprobar las disparidades en inversión realizada por el gobierno autonómico para darnos cuenta de lo irracional, y que no se ajustan a criterios objetivos de necesidad. Esto no tiene nada que ver con un «Gijón nos roba», más bien señalar mi rechazo absoluto a esta omertá entre las élites políticas y empresariales asturianas y su forma de gobernar nuestra tierra desde hace décadas. Resumido a un titular, el Pacto del Duernu es la declinación asturiana del bipartidismo estatal, entendido como fórmula de gobernanza que dominó la escena institucional estatal del régimen del 78.
-Su formación, con el apoyo del PP, impidió el pasado mandato que Oviedo entrase en el Área Metropolitana Central de Asturias. ¿Se arrepiente de esa decisión?
-El proyecto de Área Metropolitana Central Asturiana tal y como se concibió en los últimos años no iba más allá de un ejercicio de autobombo de Fernando Lastra. Añadiría más, era una excusa para que Lastra ganara visibilidad y hueco en la carrera por ocupar puestos de relevancia dentro del aparato interno de la FSA en la contienda que se dio hace unos años en el partido y que llevó a Adrián Barbón a la presidencia del mismo. Basta ver cómo una vez finalizado ese proceso el proyecto cayó en el más absoluto de los olvidos, sin que la administración autonómica hiciera absolutamente nada por seguir avanzando en el mismo. Además de no ser un proyecto real, sino puro humo, era el peor proyecto de los posibles para todos los concejos. En lugar de reforzar la autonomía y capacidades de los concejos hurtaba competencias y financiación a los mismos. Sólo las candidaturas municipalistas del cambio levantamos la voz ante esta desfachatez. El PP participó de la omertá, pero al llegar la época electoral escenificó un desencuentro. Con Canteli y Ciudadanos en Oviedo sucede lo mismo, le forzaron a decir que se oponía, pero una vez alcanzado el gobierno sus declaraciones fueron de apoyo explicito y participación en las pocas reuniones que se realizaron. No me arrepiento en absoluto de haberme esforzado en denunciar esta broma de mal gusto. La cooperación intermunicipal debe partir en primera instancia del reconocimiento de la autonomía de cada concejo y ejercerse desde la cooperación interterritorial.

-También defiende una ley de capitalidad para Oviedo, con reparto de fondos específicos. ¿Es necesario remarcar esa condición con una ley?
-No tiene sentido que la condición de capitalidad de Uviéu no esté recogida en el Estatuto de Autonomía ni en ninguna normativa oficial. Es una omisión interesada que dura demasiadas décadas. Nosotros trabajamos e impulsamos una Ley de Capitalidad moderna, como la que en los últimos años firmó el Ayuntamiento de Zaragoza, que regule la condición especial de la ciudad en el contexto de nuestra tierra. Ni el Estatuto de Autonomía ni la legislación y la planificación territorial abordan la singularidad de dicha función y los problemas de todo tipo que de ello se derivan, especialmente en lo referente al solapamiento de competencias y atribuciones sobre equipamientos y servicios, o a las cargas económicas, urbanísticas y ambientales relacionadas con el ejercicio de las funciones de alcance autonómico que se ejercen desde la capital. El estado de abandono en que han quedado los terrenos y edificios del viejo HUCA, de La Fábrica de Armas, o la interferencia entre las administraciones en el diseño de la nueva entrada a Oviedo por el Bulevar de Santuyano, son solo algunos ejemplos relevantes de la descoordinación existente. Nosotros defendemos que Oviedo debe ejercer esa capitalidad inclusiva, que sea ejemplo y polo tractor de buenas praxis, centrado especialmente en materias como la ordenación del territorio, el urbanismo, el transporte, la financiación de los servicios públicos, la vivienda y el patrimonio e incluyendo mecanismos de amplia participación ciudadana. Para acabar con este ostracismo que dura casi 40 años necesitamos esta Ley de Capitalidad.
-Vox lleva en su programa un planteamiento similar y el PP lo defendió en su día. Desde las izquierdas le han acusado de defender planteamientos localistas.
-Ni VOX ni PP defienden esto mismo, quedándose solo en enunciarlo cuando se acercan los periodos electorales sin ningún desarrollo posterior. No es esta una medida localista, es de justicia y reconocimiento de la realidad. Cualquier candidatura municipalista transformadora debe defender la autonomía municipal, el ejercicio de las competencias en su territorio y la correcta financiación necesaria para desarrollar e impulsar los servicios públicos prestados a sus vecinos. Eso nunca puede tildarse, de manera despectiva como localismo. Defender que Oviedo siga sin ser reconocido como capital y que se regule esta singularidad o continuar con el Área Metropolitana Central es partidismo, y de eso nuestra tierra ya adoleció durante demasiado tiempo ya, debe terminarse.
-Queda lejos aquel 2015 donde la FSA impidió a la AMSO gobernar con ustedes en Oviedo, ante la falta de apoyo a su candidatura en Gijón. ¿Qué ha cambiado desde entonces?
-Como dijimos, la decisión de la FSA de defender la candidatura a la Alcaldía del candidato del PP, llegando a prohibir que la agrupación socialista local votase la propuesta de Somos Oviedo/Uviéu es un ejemplo más del Pacto del Duernu. Una vergüenza donde se hizo presente la omertá existente entre las cúpulas de ambas formaciones en el reparto de poder institucional de Asturias. Nuestra valiente decisión impidió que siguiese funcionando ese esquema de poder. Lamentablemente, y una vez en la alcaldía gracias a nuestro valiente gesto, Wenceslao Lopez siguió reproduciendo punto por punto ese pacto no escrito entre PP y PSOE. Basta comprobar como en 2019, años después de ser aupado a la alcaldía por nuestro gesto, prefirió gobernar con Ciudadanos, si se diera el caso.
-¿Sus planteamientos le han traído algún problema con sus compañeros en Gijón?
-Nunca tuve ningún problema con mis compañeros de Gijón por defender estas posiciones políticas.
-¿Tiene relación con la alcaldesa, Ana González? Valore las actuales relaciones intermunicipales.
-No tengo relación con Ana González. Solo puedo hablar de ella en relación a su trabajo desde la responsabilidad de Educación que ejerció hace años, con no muy buenas críticas por parte del alumnado, madres y padres, docentes y comunidad educativa. Creo que es un perfil arquetípico de persona que hace carrera personal a través de su partido político, estando décadas dependiendo económica y laboralmente de su organización, ocupando diferentes cargos institucionales y de responsabilidad en la gestión política. Un perfil muy repetido en las filas de PP y PSOE durante décadas. Hacen falta otros perfiles personales y profesionales en las instituciones y en los partidos políticos. Las actuales relaciones se parecen más a las que se daban en la década de los 90 y 2000, esa omertá en los grandes temas, mientras se da alguna escenificación de confrontación banal que no va a ningún lado.
-El alcalde de Oviedo insiste en que, con los cierres perimetrales se beneficia a Gijón frente a Oviedo. ¿Usted también cree que es así?
-En las medidas para frenar la extensión de los contagios y acabar con la pandemia deben ser los técnicos y expertos en la materia quienes se pronuncien. Canteli no tiene ni idea de eso, y cada vez que abre la boca es un atentado contra la razón y el sentido común. Yo no voy a contribuir a generar más ruido u opinión sobre el tema, no soy la persona capacitada para proponer y evaluar estas medidas por lo que me abstengo de hacer valoraciones partidistas sobre un asunto tan serio.
-Usa bastante las redes sociales, interactúa mucho en Twitter. Le afearon recientemente unas declaraciones sobre fiestas ilegales en Somió, le decían los internautas si no hay pijos en Oviedo.
-El escándalo protagonizado por un puñado de privilegiados, algunos jugadores del Sporting, otros niños y niñas bien de uno de los barrios donde viven las familias más acaudaladas de Asturias no tiene perdón. En plena pandemia, cuando miles de asturianos no pudimos ver a nuestros familiares durante meses o pasar las fiestas navideñas con ellos, que un grupo de privilegiados se pasen todas las restricciones por el forro muestra que hay personas que se creen por encima de todo y de todos. Para más inri, el local era propiedad de un vicepresidente del club rojiblanco y a su vez, vicepresidente de la patronal hostelera. Los silencios cómplices de parte de la administración asturiana, las mentiras cuasi delictivas y que todavía no hayan pagado nada los culpables es muestra también de la omertá de la que hablamos más arriba. Lamentablemente, personas que se creen por encima de todos y de todo hay en todos los sitios. En este escándalo, los pijos eran de Somió, y no hay por qué tapar este hecho ni obviarlo.
-¿Ha estado alguna vez en el Molinón?
-Nunca estuve dentro del estadio del Sporting.
-Dígame algo que le guste de Gijón.
-De la sociedad gijonesa me gusta la intensa actividad vecinal y asociativa de la ciudad. El trabajo desde y por la comunidad para la defensa de sus intereses, especialmente la intensa actividad cultural y comunitaria que se dan entorno a los centros municipales integrados de los barrios.
-Además de concejal, es médico en el HUCA. ¿Cómo ve la situación actual de pandemia, se ve ya la luz al final del túnel?
-Este ha sido el año más duro que se recuerda para el sistema sanitario y para toda la comunidad. Es imprescindible que no bajemos la guardia para lograr frenar definitivamente los contagios, a la vez que, de manera decidida, y como nunca antes se ha realizado, apostar por el fortalecimiento del sistema sanitario público, especialmente de la atención primaria. La pandemia reveló las carencias históricas de nuestra sanidad, a la vez que hizo visible el impagable compromiso y profesionalidad de las personas que trabajan en la sanidad. Si no se desmoronó el sistema fue gracias al trabajo y esfuerzo de los profesionales sanitarios. No podemos permitirnos que el sistema siga sujetándose en los hombros de los profesionales, es obligación de las administraciones dotar de los recursos hasta ahora negados a la sanidad. Nos jugamos nuestras vidas, nuestra salud, nuestra comunidad. Es lo más importante.
Si la capitalidad administrativa es una carga para Oviedo, que renuncie. Alguien cogerá el relevo. A ver cuando se enteran que el resto de Asturias, y desde luego Gijón, no necesita ningún liderazgo ovetense ni de ningún otro concejo. Algunos siguen creyendo en un concepto decimonónico de capital administrativa. No saben lo que hay más allá de su «oviedín». Que no enreden, encima.
En el corazón mismo del oviedin, hay una institución llamada Principado, llena de politicos muiles, que llevan condenando Asturies al subdesarrollo a base de fundir perres en el grandonismo gijones.
Y los asturianos estamos hartos de pagar puertos, metros, Zalias, y los monumentos fascistas gijoneses… mientras el resto de Asturies esta abandonada
Enfuécete con lo que quieras, pero en Oviedo no tienen que liderar a nadie. Somos mayores de edad. La fartura de los asturianos la limitas mucho. Y metes cosas que no son.El Principado no pagó ni puertos ni metros, pero si compró las alas del Calatrava, por ejemplo. Los monumentos fascistas están ahi de antes, no se van a tirar, como si se tiran millones en chorradas como los desconocidos premios Princesa de Asturias fuera de España para engordar un poco más el miniego de esa ciudad, capital administrativa de Asturias, que sigue creyendo que su liderazgo es imprescindible. La hilaridad es total, ni pueden, ni les van a dejar. Con lo fácil que es hacer camino sin pretender estar por encima de otras ciudades.