El Patronato Deportivo Municipal aúna esfuerzos con la Fundación MAPFRE para formar al profesorado y al alumnado de la ciudad en maniobras de reanimación cardiopulmonar, un complemento a los programas autonómico ‘Con tus manos salvas vidas’ y ‘RCP desde mi cole’
Nunca es agradable pensar en hechos negativos. Especialmente si, de alguna manera, envuelven a los más jóvenes de la sociedad. Pero la ‘táctica del avestruz’, el apartar la mirada de los problemas, ha demostrado demasiadas veces ser la más directa puerta de acceso a la tragedia, así que… Imaginemos un escenario, por ahora y felizmente, hipotético: un aula llena de estudiantes de Primaria, más o menos atentos a las lecciones del profesor. De pronto, ese docente, o alguno de sus pupilos, se desploma, víctima de un paro cardiaco. ¿Qué hacer para salvarle la vida? Sobre el papel, la respuesta es sencilla: practicarle maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) hasta que los sanitarios lleguen. Claro, que… ¿Cómo hacerlas? ¿Cuál es la forma de que resulten realmente útiles, y no un simple ejercicio físico incapaz de impedir el fatal desenlace? Preguntas todas a las que, ahora, el Patronato Deportivo Municipal (PDM) de Gijón y la Fundación MAPFRE se han propuesto dar respuesta. Y el resultado de ese afán es el ‘Curso de RCP‘, una iniciativa conjunta de nombre esclarecedor que, en esencia, consiste en formar a los profesores y alumnos del municipio en todo cuanto concierne a dicha práctica.
Partiendo de esa base genérica, y tratando de acerca un poco más la lente al detalle, es fácil comprender el objetivo que tanto el Patronato como la Fundación se han marcado, si bien la metodología es peculiar. En una primera fase las enseñanzas, concentradas en seis horas teóricas y prácticas, son impartidas directamente a los docentes por personal del Centro de Medicina Deportiva del PDM, abarcando todo cuanto pueda estar al alcance de un ciudadano común: cómo realizar masajes cardiopulmonares, cómo utilizar el desfibrilador externo automático (DEA), cuál es la manera correcta de informar a las autoridades de lo que está pasando para que la ayuda que se envíe sea la más adecuada… «Todo ello, en base a tres principios simples: comprobar si la persona respira, alertar al 112 y comprimir para tratar de reanimarla«, detalla la doctora Esther Álvarez Cueto, jefa de dicho Centro de Medicina Deportiva. Y esta profesional sabe de lo que habla. No en vano, la institución que encabeza ha logrado recientemente la acreditación, por parte del Principado, como entidad formadora en todo lo concerniente a la proporción del soporte vital básico, y a la utilización del DEA. No obstante, las lecciones no se limitan al plano cardiaco; también aportan recursos para atacar a otras contingencias cotidianas; por ejemplo, un atragantamiento.
A partir de ahí, la segunda fase tiene por protagonistas a esos mismo profesores. Son ellos quienes, valiéndose de su conocimiento en las técnicas de enseñanza, deben transmitir lo aprendido a sus estudiantes, escogidos entre la franja de edad que va desde los nueve años hasta la finalización del Bachillerato. Esa elección no ha sido gratuita; desde 2013 el Área Sanitaria V viene desarrollando el programa ‘Con tus manos puedes salvar vidas’, de eficacia probada… Pero limitado a Primaria. Y si algo precisa la sociedad en estos tiempos son ciudadanos formados en la resolución de incidencias como una parada cardiaca, o la obstrucción de las vías aéreas, independientemente de la edad de quien disponga de esos conocimientos. No en vano, como explica Álvarez, «actuar deprisa aumenta la supervivencia en un 90%, y cada cada minuto que pasa sin atención esa supervivencia disminuye entre un 10 y un 30%«. ¿Dónde está el ‘pero’? En que, en la mayoría de España, «ante una afección cardiaca sólo una de cada cinco personas interviene; es una proporción mucho menor a las de países de nuestro entorno, e incluso en Navarra se actúa más a menudo«.
Y parece que, de momento, el mensaje está calando. Si bien, en principio, fueron el colegio Montedeva y los institutos Número Uno y Piles, grandes vencedores en la competición celebrada con motivo del último Día Mundial de Concienciación sobre la Parada Cardíaca, celebrado el 16 de octubre, los primeros en inscribirse, otros tres centros gijoneses han dado el paso adelante y confirmado su participación, y el total de interesados ronda la veintena; todos, a la expectativa de que las lecciones se prolonguen a partir de enero, una vez finalizadas las festividades de Navidad. «Vamos a estar un poco desbordados», ríe Álvarez, aunque tras su comentario se esconde una innegable satisfacción. Porque lo que está en juego no es otra cosa que la supervivencia. Ni más, ni menos. «Si estás formado y sabes hacer compresiones torácicas o, incluso, ventilaciones, las posibilidades de un final feliz aumentan de forma increíble«, zanja la líder del Centro de Medicina Deportiva del PDM. Se trataría, en fin, de asumir cierta máxima que Álvarez y su equipo repiten en las formaciones… «Hoy en día todos podemos ser superhéroes: sólo necesitamos un móvil y un par de manos«.