Lejos queda el hundimiento del buque carbonero Castillo de Salas, que hace 31 años maldijo con mineral la playa de San Lorenzo. Sin embargo, la estampa de entonces no tiene nada que envidiar a la que se encontraron los playos que dieron un paseo ayer por el Muro.
Desde la Coordinadora Ecoloxista d’Asturies, rechazan que los residuos tengan su origen en las 80.000 toneladas de carbón que perdió el buque hace tres décadas, y señalan directamente al puerto de El Musel como responsable de producir estas arenas negras, al llevarse el aire el mineral y depositarlo en la playa. Desde el partido Por Gijón también apoyan esta idea y exigen responsabilidades públicas.
Pese a que el gobierno local está trabajando en el asunto en coordinación con el Principado, el propio concejal del ramo, Aurelio Martín, reconoció recientemente que es necesario redoblar esfuerzos.