Los participantes recibieron un plantón de árbol autóctono que cuidarán hasta primavera para replantar el monte Naranco
La lluvia que cayó por momentos no consiguió desanimar a organizadores y participantes en la primera edición de esta carrera popular, que abrió el programa de celebración de su patrona en el barrio de Santa Bárbara. La asociación de vecinos del barrio había preparado con mucha ilusión esta cita que mezcla celebración, promoción del deporte y concienciación sobre el cuidado de la naturaleza y el medio ambiente. Los vecinos respondieron, unos participando -corriendo o andando- en la prueba, y otros animando a lo largo del recorrido. “Son todos unos valientes”, confesó Ángel Pérez, su vicepresidente. Se celebraron dos pruebas: la infantil, en la que veinticinco niños recorrieron por las calles del barrio una distancia de 600 metros, y en la que resultó vencedora Itxaso Aierbe. En la prueba de adultos, con 5 km. de recorrido, Roberto Montes, del Club Corremontes fue el primero en entrar por la meta. Pero en esta prueba, llegar el primero no era el objetivo.
“En el barrio tenemos un compromiso con la naturaleza, el cuidado del entorno y los estilos de vida saludable”, cuenta Pérez. Para ello, miembros de las organizaciones ecologistas Biodevas y El Viescu que lidera un programa para replantar especies autóctonas en la falda del Monte Naranco de Oviedo, acudieron a la cita regalando a cada participante un plantón de castaño, roble o abedul que cuidarán en su casa hasta que sean replantados la próxima primavera. “Queremos concienciar a la gente de las ciudades sobre la necesidad de promover los bosques autóctonos para que vayan sustituyendo a los eucaliptos”, explica Tarik Vázquez, miembro de Biodevas. Tras la carrera, mayores, pequeños y vecinos del barrio se unieron para celebrar Santa Bárbara con una sesión vermú en el salón del centro social y los niños asistieron a la elaboración y degustación de pinchos elaborados con productos asturianos en la food truck ‘La Manoleta’.
Santa Bárbara, el barrio que afronta su renovación con un mensaje ecologista
Desde que hace dos años sus actuales responsables se hicieron cargo de la asociación de vecinos con Mapi Galán y Ángel Perez como presidenta y vicepresidente respectivamente, algo ha cambiado en este barrio histórico de Gijón cuyas 200 viviendas se construyeron en 1955 para dar alojamiento a los trabajadores de la antigua fábrica de Moreda. De aquellos primeros pobladores ya van quedando pocos y al barrio se han ido incorporando segundas y terceras generaciones y gente joven que, por la peculiaridad de sus casas de planta baja, han ido llegando en busca de estilo de vida más cercano a lo rural que a lo urbano. “En la directiva de la asociación hemos coincidido un grupo de gente que compartimos afinidad por el cuidado de la naturaleza, el medio ambiente y estamos sensibilizados con el problema de la contaminación y las nuevas energías”, relata Ángel Pérez. Con el objetivo de divulgar este mensaje, surgió la colaboración en la cita de ayer con los colectivos Biodevas y El Viescu, que ayer estuvieron representados por Tarik Vázquez y Jose Carlos Nieto.
El Viescu es una asociación medioambiental que nació hace un año y medio y que se financia a través del alquiler de huertos ecológicos ubicados en una parcela del monte Naranco, cerca del pueblo de Ules. En primavera llevarán a cabo la campaña de reforestación en esta zona a la que se sumarán los plantones que ayer se repartieron entre los participantes en la carrera Santa Bárbara reforesta. Biodevas, también dedicada a la educación medioambiental, informó a estos sobre los cuidados que estos pequeños ejemplares de castaño, roble y abedul que procedentes del vivero La Mata en Grao requieren hasta que se puedan plantar el próximo mes de abril. “Hoy hemos traído unos cien, pero en total tenemos previsto plantar unos 500 en la primera fase”, explica Tarik Vázquez. Su objetivo: ayudar a la naturaleza para que el bosque autóctono pueda reproducirse cuanto antes.
La carrera de ayer es uno más los proyectos que la nueva dirección de la asociación de vecinos de Santa Bárbara está llevando a cabo dentro de la filosofía de promoción de hábitos de vida saludable y cuidado del medio ambiente. “Teníamos un montón de proyectos e ideas pero todo va lento. Aun así, estamos contento porque hemos puesto en marcha varias de ellas”. Una de las primeras: la construcción de un huerto urbano en la parte trasera del centro cívico que ha sido todo un éxito. En este lugar han construido unos bancales aprovechando los palets que usaba la empresa Tenneco, ubicada junto al barrio, para transportar los amortiguadores que fabricaba. En ellos han ido plantando hortalizas que se encargan de cuidar los vecinos del barrio, tanto niños como mayores. “Algunos trajeron sus propias plantas y otras las aportó la asociación”, relata Pérez.
Y frente a ellos, aportando color y contribuyendo también a transmitir el mensaje, un gran panel pintado en la pared y una pizarra donde se apunta la fecha de cada riego. “En verano la iniciativa fue un éxito, a los niños les encantaba ir. Queríamos que quisieran ir al parque a jugar pero también incluyeran en sus actividades, la de ir a regar el huerto. Y lo conseguimos”. Ahora mismo hay plantados lechugas, escarolas, espinacas, berzas, puerros y repollos. El año que viene, la idea de la asociación es organizar en el barrio una charla con algún experto en la plantación de pequeños huertos y huertos ecológicos. “Queremos promover la agricultura ecológica que evite el uso de todo tipo de biocidas”, propone Ángel Pérez.
Proyecto Asoleyar: “Va a salir el sol en breve”
Tras dos años de trabajo, este proyecto que convertirá a Santa Bárbara en el primer barrio solar de Gijón, está a punto de ver la luz. La instalación de paneles solares en los tejados de dos edificios municipales, el del centro cívico y las antiguas escuelas, permitirá a los 35 vecinos que se han unido hasta el momento, disponer de energía limpia y barata en sus casas. “Estamos ya el la última fase del proyecto que se financiará a través del IDAE, el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía, organismo que depende del Ministerio para la Transición Ecológica. En cuanto recibamos la confirmación de que la última documentación remitida es correcta, se abrirá un periodo de catorce meses para materializar el proyecto”, detalla Pérez. La subvención no cubre el 100% de la inversión inicial que la cooperativa tendrá que hacer para comprar e instalar las placas solares. Los vecinos asumirán el resto del coste. Este es uno de los puntos que aun están pendientes de confirmar. “La subvención puede cubrir del 25 al 60%. En el caso de que nos dieran el máximo, los vecinos tenemos que completar el otro 40%”, explica Pérez.
Los tejados donde se instalarán las placas han sido cedidos gratuitamente por el ayuntamiento de Gijón que es el propietario tanto del centro cívico como de las antiguas escuelas donde actualmente se ubica la vocalía de la mujer. “Estamos felices y entusiasmados”, señala el vicepresidente de la asociación de vecinos. “Lo peor para llegar hasta aquí ha sido toda la burocracia que hemos tenido que superar tanto con el Ministerio como con el ayuntamiento, pero ahora sí ya vemos que “va a salir el sol en breve”.