El sujeto, de 51 años, había sido arrestado previamente por un delito contra la seguridad vial tras chocar su vehículo contra un contenedor de basura y otros tres coches estacionados en la calle Becquer
Películas, series de televisión, libros, cómics y hasta videojuegos han plasmado una y otra vez esa archiconocida escena del delincuente luchando a capa y espada por salir de la comisaría en la que se encuentra arrestado. Sin embargo, mucho menos frecuente es la situación contraria: emprenderla a golpes para impedir que a uno lo desalojen de las dependencias policiales. Y eso es precisamente lo que sucedía esta madrugada en la comisaría de la Policía Local de Gijón. Un hombre de 51 años, que responde a las iniciales A.D.S., era detenido después de resistirse a abandonar el edificio, en el que se encontraba tras haber sido aprehendido por estrellar el coche que conducía contra otros tres turismos y un contenedor de basura sitos en la calles Becquer. Acusado esta vez de resistencia y desobediencia a la autoridad, ha sido puesto en manos de la Policía Nacional.
Según el relato del cuerpo del orden gijonés, las 03.29 horas se recibió en la sala del 092 una llamada informando del choque de un turismo contra otros tres y el contenedor en cuestión, a la altura del número 4 de la calle Becquer; el conductor había huido del lugar. Una dotación policial localizó el vehículo en las inmediaciones, y al sujeto, en su propio domicilio. Su pareja, presente también en la vivienda, le identificó a él como autor del choque. Por si fuera poco, al hombre se le había retirado el permiso de conducción por resolución judicial, razón por la que fue trasladado a dependencias de la Policía Local para instruirle diligencias judiciales por quebrantamiento de condena.
Para sorpresa de los uniformados, tras ser puesto en libertad, el hombre se negó a abandonar la comisaría. Muy al contrario, se quedó en la puerta durante varias horas, donde procedió quitarse la ropa, hasta quedarse desnudo. Los agentes le ordenaron de forma reiterada que abandonara el lugar, pero sin éxito; es más, el sujeto comenzó a mostrarse agresivo y violento, por lo que acabó siendo detenido nuevamente. Indudablemente, se salió con la suya…