«Tuve la gran suerte de convertir mi hobby en una profesión»
Sergio Valbuena nació en Gijón, en el barrio de El Llano, donde sigue residiendo. Es gestor cultural y se dedica principalmente a organizar festivales audiovisuales y musicales.
Tiene un hijo, Asier, de dieciocho años y una niña, Sheila, de cuatro. Candás es el pueblo donde pasa el verano con su familia y de donde era su madre y su abuela. Allí se refugia en sus recuerdos y disfruta de las maravillas de su región, de la que está enamorado.
Entonces su trabajo se divide en dos partes.
Una más orientada al cine y otra a las música.
¡Que interesante! ¿Porqué la elección de ese trabajo si usted estudió turismo?
Tuve la gran suerte de convertir mi hobby en una profesión. Soy un gran afortunado.
Y tanto, trabajar en lo que le gusta a uno, es toda una gozada.
Mire yo soy uno de los herederos del Festival de Cine de Cienfuegos.
¡Ay amigo! Para aclarar, José Luis Cienfuegos fuer el director del FICX entre 1995 y 2019. También lo fue del Festival de Sevilla.
Ahora dirige la Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci). Cienfuegos es uno delos grandes directores a nivel nacional de festivales de cine. Repito yo soy uno de los herederos del festival creado por él, aquí en Gijón.
¡Menudos conciertos y fiestas!
Era un festival canalla, en el buen sentido de la palabra, juvenil, orientado al cine independiente. Como dice usted, un festival muy ligado a la música, conciertos en directo. Ya le digo, fue mi primera incursión en la cultura.
Ya veo que le apasionó. Decide vivir de todo lo que tenga relación con ese mundo.
Fue un punto de inflexión. En el año 2015 empiezo con el Festival Corto Gijón. Fue el primer proyecto serio.
Háblenos de ese proyecto.
Antes de eso le cuento que yo empiezo de programador en un festival en San Martín del Rey Aurelio (Aula 18). Ahí estoy siete años maravillosos con Manuel Suárez al frente, donde aprendo todo lo bueno y todo lo malo (se ríe).
Después de esos años ya se ve capacitado para organizar algo usted solo.
Eso es. Planteo entonces hacer un festival de cortometrajes nacionales, tomando como referencia los de Alcalá de Henares, Aguilar de Campó, Medina del Campo…
Todos festivales de cortos.
Eso es. Para mí son referencia.
Y éxito.
Sí, sí. Nos apoyamos mucho en los centros municipales: El Llano, La Calzada, Escuela de Comercio, La Laboral.
Encajaron bien.
Muy bien. El año que viene será la duodécima edición.
Le falta por nombrar un espacio, que esperemos esté en uso lo antes posible, Tabacalera. Es un “caramelu” de los grandes.
Ese proyecto es ilusionante. Tuve la suerte de asistir a una visita organizada al espacio, soy miembro del Consejo Social de la Cultura y la verdad es que me gusta cómo tienen planteado el proyecto y que lo orienten hacia la cultura. Se hará un edificio colindante con un salón de actos con capacidad para cuatrocientas personas. Ahí es donde yo veo la posibilidad de que tanto Corto Gijón, como la Muestra de Cine Documental Musical, tengan cabida.
Porque los espacios que ocupan ahora, como la muestra a la que se refiere, que tuvo lugar hace unos días, se les están quedando pequeños.
Mucha gente se quedó fuera y es algo que para mí es muy triste.
Y Tabacalera sería un espacio perfecto.
Permitirá que la gente se acerque más a este tipo de proyectos, incluido, por supuesto, el FiCX. Además, Cimavilla se merece tener un espacio cultural.
Oiga tengo una curiosidad. ¿Las personas que han acudido a la Muestra de Cine Documental Musical, son de aquí o turistas?
Este año ha habido de todo un poco, y lo más importante, mucha gente joven, sobre todo teniendo en cuenta que es una muestra de música pero audiovisual.
¿Y ahora?
Trabajar ya en la próxima edición de Corto Gijón, que será a finales de febrero y en la siguiente edición de la muestra.
¡A ver eh, que esta última acaba de terminar! ¿No descansa? ¡Bueno, tendrá equipo!
Trabajan siempre cuatro cinco personas, pero en otro tipo de eventos, como el Festival de Videoclip de Oviedo, o el Festival de Cine de Llanes, somos más equipo.
Pero repito, ¿cuando descansa? Ya sabe que soy muy pesadina.
Descanso, descanso, y lo hago en Candás, de donde era mi madre y mi abuela. Desde que nació mi hija pequeña es mucho más cómodo pasar allí el verano. Además aquí viven mi hermano y mis sobrinas.
¡Que suerte tener pueblo! Estará a tope.
Lo del turismo es un debate. Yo que estudié turismo ya predecía que iba a pasar porque Asturias, además de ser ya un refugio climático, tiene muchas comodidades. Estas cerca de cualquier playa, montaña… pueblos preciosos. No soy yo quién descubra que esto es una maravilla.
¡Ups! Que pena que ya pasó el Festival de la Sardina.
No se preocupe. Queda invitada para el año que viene.
