«Xixón debe ambicionar todo desde el punto de vista cultural, también desde otros ámbitos, pero sobre todo desde la cultura, uno de los pilares de la ciudad y rasgo identitario de la villa. La Filmoteca de Asturias entra dentro de ese “todo”»
Parece mentira como el “todo” puede sentirse como un elemento no apropiado dentro de esa normalidad presente en nuestra vida. Habitualmente estamos acostumbrados a alguna pequeña carencia, al casi perfecto, al cercano momento semipleno, pero en pocas, pocas, muy pocas ocasiones, el “todo” está al alcance de la mano. Cuando eso ocurre, a veces, nos envolvernos en los “y si…”, haciendo que los condicionales frenen nuestro yo y encorseten los mañanas.
¿Por qué esta reflexión? Porque Xixón debe ambicionar todo desde el punto de vista cultural, también desde otros ámbitos, pero, sobre todo, desde la cultura, uno de los pilares de la ciudad y rasgo identitario de la villa. La Filmoteca de Asturias entra dentro de ese “todo”, y es de agradecer la propuesta de FORO, junto con la unanimidad del pleno gijonés, para luchar por ubicar su sede en nuestra localidad. Eso es seguir apostando por la cultura. Ahora faltan los “y si” que le corresponde al Gobierno local, como son la prometida llegada de las estructuras, la inversión de equipamientos con alma y un proyecto de ciudad con liderazgo claro para continuar defendiendo la acción cultural no como un mero entretenimiento sino como un derecho que forma a la ciudadanía.
No obstante, a pesar de agradecer a FORO su paso adelante, debemos recapitular la historia de la entidad, con antigua sede en la Biblioteca de Asturias ‘Ramón Pérez de Ayala’ y regida, hasta su cese, por Juan Bonifacio Lorenzo. Boni creó la Filmoteca en 1996 después de su propuesta previa en 1976. Durante veinte años mimó, cuidó, preservó y divulgó la riqueza patrimonial audiovisual de nuestra Comunidad Autónoma hasta que, en 2011, Francisco Álvarez Cascos, FORO Asturias, dejó a la institución sin presupuesto y abocada a su muerte. Cuando en un decreto de estructura, dentro de la organización, no aparece algo, ese algo termina desapareciendo. FORO eliminó la Filmoteca de Asturias de la estructura orgánica del Gobierno, para, posteriormente, provocar el cese del director, pues no se puede dirigir algo inexistente administrativamente
Asturias no dispone de Filmoteca, única Comunidad Autónoma en esta situación, por una decisión política, por una equivocación manifiesta del mismo partido que ahora la quiere recuperar para Xixón. Se aplaude la rectificación, pero no debemos olvidar los pasados para, si al final viene a nuestro lado, no lanzar brazos al alto, ponerse medallas en el pecho, olvidando o pasando de puntillas por una pérdida patrimonial que, por suerte, se puede recuperar para Asturias y para Gijón.
Empezaba diciendo que sí, a todo. Sí a la Filmoteca por la capacidad en equipamientos que tiene la ciudad para albergarla. Laboral Ciudad de la Cultura de propiedad autonómica, con una gran implicación en el mundo del séptimo arte, Cinemateca, Film Comision, sede del FICX, ciclos… Y con espacios de sobra para su ubicación, generaría, de llevar allí la Filmoteca, un gasto mínimo a las arcas regionales en lo concerniente a infraestructuras, y aunaría esfuerzos dentro del sector y de la Administración. Desde el punto de vista de actividad, debemos tener en cuenta que, en cultura, no se debe hablar de gasto, sino de inversión. Tener la Filmoteca podría y debería llevar consigo un incremento de la presencia del cine en las programaciones de los diferentes puntos de la ciudad. Conferencias, charlas, encuentros… todo un mundo de posibilidades empujado por una institución que entre sus funciones están también la conservación, restauración, catalogación y difusión de documentos cinematográficos.
Porque la Filmoteca no es solo exhibición. Empuñar como argumento para la innecesaria venida la existencia de otros agentes que realizan ciclos y visualizaciones, es de una parca visión de toda la riqueza y dinamismo de la que podría disfrutar Gijón con la llegada de un recurso cultural de primer orden. Difusión y visualización del cine, ya lo hay en Xixón, está claro, está Cinemateca, FICX, asociaciones o el propio Ayuntamiento, pero debemos poner la mirada en el resto de funciones inherentes a una filmoteca. La Filmoteca de Asturias no debe basarse en el entretenimiento, la visualización, sino en la ayuda a una formación del ciudadano a través de su cuidada labor. A proyecciones, pero también a otras sesiones audiovisuales vinculadas a la documentación gráfica e histórica, y, por supuesto, apoyarse y pivotar sobre el estudio, investigación y conservación del patrimonio asturiano.
El único capítulo que, sin duda, podrá traer controversia es el referido al personal. Se debe velar para que las estructuras tengan el personal apropiado para su función, con posibilidad de incremento por acumulación de tareas en momentos puntuales. Sin trabajadores, sin esos gastos fijos: personal y mantenimiento, las cosas no pueden funcionar, y sin la dirección adecuada para tan insigne plaza, tampoco. La dirección de la Filmoteca, no tengo ni la mínima duda, se elegirá a través de unas bases de convocatoria abiertas que establezcan parámetros acordes a su función, con un currículum en consonancia a la labor a realizar y, si es posible, valorando la experiencia en otras filmotecas españolas, todo para poder llevar a cabo las múltiples y variadas tareas encomendadas. Entre esas funciones estará la de ayudar a intercalar la Filmoteca dentro de la cantidad de mimbres conformados por los diferentes agentes que tenemos en la ciudad. Es imprescindible esa función, pues permitirá una optimización de recursos en pro de la mejora de la actividad de todos ellos y, sobre todo, que la recién llegada se sienta y la sientan más cercana a la ciudad y a su tejido. No debemos olvidar, por supuesto, su importante papel dentro del Principado. Estamos hablando de la Filmoteca de Asturias. Debe ser difusora de actuaciones en una labor conjunta con el resto del sector asturiano, canalizadora de actividad en la totalidad del territorio, sin olvidar la importancia de la conservación y estudio del mundo audiovisual asturiano.
Parece que cuando hablamos de traer entidades a ciudades alejadas del glamour capitalino, estamos provocando los miedos a desnutrir, desubicar, debido a esa eliminación absurda de la centralidad. Nada más lejos de la realidad. Los miedos, como ocurren a las personas, nos pueden atenazar y no nos dejen ver las posibilidades de una ubicación acorde al espíritu de las instituciones por incluir dentro de la ecuación el condicionante ovetense. Debemos ubicar el recurso en donde realmente exista cultura, ciudadanía y agentes que la fortalezcan. En eso Xixón está muy por delante de cualquiera de las ciudades y municipios asturianos. Su historia, su relación con el cine, su FICX, sus asociaciones, su población, son elementos altamente positivos para una convivencia, entre Filmoteca y ciudad, realmente maravillosa. Parece mentira que cuando se ve que la convivencia, que los pequeños y grandes detalles encajan, que todo está ensamblado de manera casi mágica, que incluso las diferencias se eliminan fruto de la riqueza de la convivencia y la ilusión, existan miedos dentro de la sencillez de la cotidianidad. Xixón no vive con pasión el cine, lo vive con locura, por eso su relación con la Filmoteca es, desde ya, con miras a un por siempre, porque no es un fogonazo ante un instante, es una simbiosis con un mañana. Si hablásemos solo de pasión por la entidad sería un momento, un ciclo, una película, una propuesta aprobada en pleno. Si fuera eso lo que pasase, si la pasión provocada por ese fogonazo de deseo se perdiese, se llevaría de nuevo a la parsimonia institucional ante la imparable actividad de la ciudad, a la apatía institucional, a la innecesaria presencia de la Filmoteca. Pero, sin embargo, la ciudad lleva tiempo en donde no se mueve tan solo en la pasión por el cine, que la sigue teniendo, se mueve en el amor de su cotidianidad, de la rutina, del viaje en una pantalla, del orgullo ante lo que mira. Se sustenta en el sentimiento aposentado, maduro, en la expectativa del mañana sabiendo que este será más rico que el hoy, pues es tiempo de película. Porque la pasión se transforma en otro sentimiento más profundo, más sentido, y Xixón hace tiempo que está enamorado de eso tan bonito que es el cine.
Por eso, Gijón dice sí. Por eso, Gijón dice sí a la Filmoteca. Por eso, Xixón dice sí, a todo.